El Poder de la Autoridad: Cuando una persona que tiene autoridad, da una orden, los que están bajo su autoridad, obedecen la orden. No es necesario que haya contacto físico o visual con la persona que da la orden; si reciben la orden, la obedecen. Y la obediencia a la autoridad, se basa en el rango de quien emite la orden y no en el rango de quien la lleva. Por ejemplo, cuando un soldado raso lleva una orden del General, quien recibe la orden del soldado la obedece, porque viene del General, sin importar que la trae un simple soldado. En ese concepto de la autoridad se basa la fe. Jesús tiene autoridad y su palabra tiene poder, aun a distancia, sin ver ni tocar. Jesús nos ha dado órdenes muy específicas y si nosotros damos esas órdenes en el nombre de Jesús, seremos obedecidos, porque vienen del Señor y Rey del Universo. Esto se explica en el pasaje del oficial romano y Jesús en Lucas 7:1-10. El reino de las tinieblas tiembla ante este concepto de fe. Si tu estás bajo la autoridad de Jesús, tienes Su Poder, para dar Sus Ordenes y que te obedezcan. Obedece a Jesús y te obedecerán.
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