Los sabios y los necios se diferencian, en que los sabios están siempre listos y alertas para entrar al Reino de los Cielos, mientras que los necios no se preparan, a pesar de que no conocen ni el día ni la hora en que serån llamados. Así es como lo explica Jesús en esta parábola: »Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. Cinco de ellas eran necias y cinco sabias. Las cinco que eran necias no llevaron suficiente aceite de oliva para sus lámparas, pero las otras cinco fueron tan sabias que llevaron aceite extra. Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron. »A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. »Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”. »Sin embargo, las sabias contestaron: “No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes”. »Pero durante el lapso en que se fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: “¡Señor, Señor! ¡Ábrenos la puerta!”. »Él les respondió: “Créanme, ¡no las conozco!”. »¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso. Mateo 25:1-13 NTV
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