Lo único que debe preocuparte es buscar al Señor. No debe haber ninguna preocupación o inquietud que te moleste o distraiga, e impida que te sientes a los pies del Maestro, a escuchar sus enseñanzas. Lee este pasaje que puedes encontrar en el capítulo 10 del Evangelio de Lucas: Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. El Señor le dijo: Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. ¿Serás tu capaz de dejar a un lado tus preocupaciones y buscar a Jesús? ¡Hallarás un tesoro que nadie te podrá quitar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario