Los pilotos de aviones, independientemente de su capacidad, conocimientos y experiencia, deben de permanecer en contacto con los controladores de tráfico aéreo de la torre de control, que dirigen los aviones en tierra y en los espacios aéreos que son controlados por su alto tráfico, como por ejemplo, cerca de los aeropuertos. Las normas internacionales requieren que los pilotos obedezcan las instrucciones de los controladores de tráfico aéreo, porque tienen información sobre decenas de aviones en el entorno de vuelo, que cada piloto no conoce ni puede manejar. Ese es un buen ejemplo de lo que pasa, en un plano muy superior, con Dios. Nuestra capacidad, conocimientos y experiencia no son suficientes para dirigir nuestra vida en las complejas circunstancias que nos rodean y nuestro Padre celestial tiene información que nosotros ni conocemos, ni podemos manejar. La torre de control está en los evangelios. Sigue las instrucciones de Jesús llegarás a tu destino a pesar de las tormentas y peligros a tu alrededor. Es más seguro volar en la vida, cuando Jesús está al control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario