No lo digas... ¡Hazlo! Tres ranitas estaban en el borde de un lago y dijeron: vamos a saltar al agua. ¿Cuántas saltaron?... ninguna, porque solo lo dijeron y nunca lo hicieron. Decir que vas a hacer algo, no significa que lo vas a hacer, hasta que tomas el primer paso para hacerlo y perseveras hasta lograrlo. Eso es lo que pasa con los cambios. Todos necesitamos cambiar nuestros malos hábitos por buenos hábitos y siempre estamos hablando sobre eso, pero nunca lo hacemos. Y no lo hacemos por dos razones: no damos el primer paso y luego de ese primer paso, no hacemos el esfuerzo de perseverar hasta lograr nuestra meta. Nos falta decisión, voluntad y determinación, para pasar de las palabras a la acción y esa es la diferencia entre los sueños y las realidades. Hemos hablado de dar el primer paso, y para tener éxito, ese paso debe ser, compartir tu necesidad con Dios y pedir Su Ayuda. Tu Padre celestial te ama y quiere ayudarte. Pídele que te capacite y fortalezca para lograr ese cambio. Hay multitud de personas que lograron cambiar sus vidas con la ayuda de Dios. No lo intentes sin ayuda, desea ser lo que tu Padre quiere que seas y lo lograrás.
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