Para seguir a Jesús, debes hacer lo que menos te gusta: obedecer. Si quieres ser cristiano, renuncia a tu ego, porque seguir a Jesús no es ponerte una etiqueta sino obedecerlo a Él. Específicamente, tiene que ver con obedecer lo que Jesús te dice y no vivir haciendo lo que tu dices, escondiéndote detrás de tus prácticas o costumbres religiosas. Si escuchas las enseñanzas de Jesús y las sigues, podrás soportar las difíciles pruebas de la vida. Pero si no obedeces las enseñanzas de Jesús, te derrumbarás y te arrastrarán las adversidades. La obediencia es la llave que abre tu corazón para que el Espíritu Santo entre, libere dentro de ti todo el poder de Dios y vivas anclado en la poderosa roca de Dios. Aprende lo que Jesús enseño, esfuérzate en obedecerlo y vivirás siguiendo a Jesús de verdad. Ahí está el poder y ese es el verdadero camino que te da fuerzas para vivir. Léelo en Lucas 6:43-49.
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