¡PELIGRO!

Cuando enfrentamos a una situación de peligro que pone en riesgo nuestra integridad física, nuestros instintos primarios accionan una serie de mecanismos de defensa, que implican, correr, gritar, buscar refugio y defendernos. Sin embargo, cuando enfrentamos a una situación de peligro que pone en riesgo nuestra integridad emocional, no hay instintos primarios que accionen mecanismos de defensa. La razón es que los instintos primarios pertenecen a nuestra naturaleza animal y protegen nuestra parte animal, o sea, nuestro cuerpo. El área emocional pertenece a nuestra naturaleza humana y es nuestra inteligencia la que debe accionar los mecanismos de defensa, para protegernos emocionalmente. Ese proceso es bastante más complicado que el de los instintos y requiere de habilidades y desarrollo personal. Pero, si aceptamos que nuestra inteligencia es el soplo Divino que nos dio nuestro creador, podemos comprender que en nuestro Padre celestial hallaremos las habilidades y desarrollo espiritual, que nos proveeran de equilibrio y defensa emocional. Jesús dijo: Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.