viernes, 26 de julio de 2013

Donde Hay Fe... No Hay Miedo

Donde hay fe, no hay miedo. Cuando las circunstancias que te rodean sean tan agobiantes que te producen miedo, recuerda que tu fe tiene el poder de cambiar esas circunstancias, de acuerdo a la voluntad de Dios. Por lo tanto, no cedas ante el miedo, mas bien, ejercita tu fe con todas tus fuerzas y Dios cambiará las circunstancias; y si no lo hace, es porque no es lo mejor para ti, aunque en ese momento no lo comprendas. En ese caso, sigue ejercitando tu fe y Dios te mostrará lo que está haciendo en la perfección de Su Propósito. Hay mucho que aprender del pasaje de Jesús en la tormenta: Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del lago». Así que dejaron a las multitudes y salieron con Jesús en la barca (aunque otras barcas los siguieron). Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron. Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—. ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!». Marcos 4:35-41 NTV

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