miércoles, 17 de julio de 2013

Conquista

En la historia vemos la fascinación del ser humano con las conquistas. Leemos sobre conquistas de poder, naciones y continentes, conquistas de riquezas, estatus social y de fama, conquistas en la ciencia y tecnología y conquistas de corazones. Parece que el ser humano nació para conquistar y toda conquista puede ser física, emocional o espiritual. El principio de la conquista es que para poder conquistar, es necesario ser conquistados. Entonces, el conquistado, conquistará para quién lo conquistó. Si ese es el principio de la conquista, entonces debemos permitir que nos conquiste el amor, la paz, la alegría y la bondad, y eso sólo es posible si permitimos la conquista más importante de nuestra vida, cuando le permitimos a Jesucristo que conquiste nuestro corazón y tome el control total de nuestra vida física, emocional y espiritual. Cuando le permites a Jesucristo que te conquiste, entonces te conviertes en el conquistador que tu Padre celestial quiere que seas, para conquistar personas para la vida eterna, en el Reino de la luz en el cielo. No es tarde, déjate conquistar hoy por Jesús.

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