Carmen le tenia miedo a los sapos, porque cuando era niña su mamá la castigó, metiéndola en un closet y cuando la dejó salir, lo primero que vio fue un sapo que le saltó encima y desde ese momento les tuvo miedo. Los miedos pueden ser muy diversos. Podemos tener miedo a animales, objetos, imágenes, lugares, circunstancias y sentimientos o emociones. Todos hemos sentido miedo en algún momento. Pero no es sano tener "miedos permanentes". El Señor le dijo a Josué: ¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas. Busca a Dios y Él sanará todos tus miedos. Recuerda que si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?
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