En el mundo físico primero nacemos a la vida, para luego morir. Pero en Reino de Dios primero tenemos que morir, para luego vivir. Jesucristo explica este principio muy fácil y a la vez con mucha profundidad, con el ejemplo de la semilla, que primero debe caer en tierra y morir, para que pueda germinar y vivir. Para Dios es importante que nosotros aprendamos a conocerlo a El y a Su Reino, desde Su Perspectiva
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