Mateo 8:23-27
Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?
Lucas 10:17-20
Los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo: ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre! Jesús les dijo: Sí, pues yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo. Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño. Pero no se alegren de que los espíritus los obedezcan, sino de que sus nombres ya están escritos en el cielo.
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