jueves, 17 de noviembre de 2011

Que Viva La Esperanza

Todo lo bueno que se ha hecho en el mundo se ha hecho con esperanza. La esperanza es el mecanismo que mantiene al ser humano tenazmente vivo, soñando, planeando y construyendo. Si piensas que la esperanza es el opuesto a la realidad, estás equivocado. Esperanza es lo opuesto a escepticismo.


Hay personas que han conseguido sobrevivir a circunstancias imposibles y se las han arreglado para construir algo cuando no disponían de muchos elementos para hacerlo. La actitud positiva y los pensamientos sobre un buen futuro, basados en la esperanza, son el motor que mueve el mundo hacia delante.


Tener esperanza es tan natural como que germinen las semillas y salga el sol. Se podría decir que la esperanza ha dejado su firma en la tierra, el cielo, el mar y todo ser viviente. Pero aun siendo tan natural y tan vital, podemos perderla.


A veces es difícil creer en el futuro. En esos casos, concéntrate en el presente. No hables con los pesimistas: Ellos prefieren vivir en la neblina del escepticismo antes que correr el riesgo de llevarse una desilusión. La esperanza no es falsa; es la verdad misma aunque no sea aparente. Cuando no encuentras salida, actúa y evita estar paralizado por el escepticismo.


El escepticismo es la oscuridad que cubre el mundo. La esperanza es la luz de Dios y siempre es cierta, aunque no sea aparente.

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