viernes, 1 de abril de 2011

Evangelio Para Hoy: Abril 1

Mateo 4:1-11
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba. Estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin comer, y después sintió hambre. El diablo se acercó entonces a Jesús para ponerlo a prueba, y le dijo: Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en panes. Pero Jesús le contestó: La Escritura dice: No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios. Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo: Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque la Escritura dice: Dios mandará que sus ángeles te cuiden. Te levantarán con sus manos, para que no tropieces con piedra alguna. Jesús le contestó: También dice la Escritura: No pongas a prueba al Señor tu Dios. Finalmente el diablo lo llevó a un cerro muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y la grandeza de ellos, le dijo: Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras. Jesús le contestó: Vete, Satanás, porque la Escritura dice: Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él. Entonces el diablo se apartó de Jesús, y unos ángeles acudieron a servirle.

Lucas 4:1-13
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre. El diablo entonces le dijo: Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le contestó: La Escritura dice: No solo de pan vivirá el hombre. Luego el diablo lo levantó y, mostrándole en un momento todos los países del mundo, le dijo: Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países. Porque yo lo he recibido, y se lo daré al que quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó: La Escritura dice: Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él. Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo: Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí; porque la Escritura dice: Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan. Te levantarán con sus manos, para que no tropieces con piedra alguna. Jesús le contestó: También dice la Escritura: No pongas a prueba al Señor tu Dios. Cuando ya el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de él por algún tiempo.

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