lunes, 14 de febrero de 2011

¿Realmente Amas?

A propósito del día del amor y la amistad. El Apóstol Pablo nos comenta en su primera carta a los corintios, en el capítulo 13, que si no hay amor dentro de nosotros: No tenemos nada, no somos nada y no ganamos nada.
 
Además nos dice tener amor es:
1.       Saber soportar.
2.       Ser bondadoso.
3.       No tener envidia.
4.       No ser presumido.
5.       No ser orgulloso.
6.       No ser grosero.
7.       No ser egoísta.
8.       No enojarse.
9.       No guardar rencor.
10.    No alegrarse de las injusticias.
11.    Alegrarse de  la verdad.
12.    Sufrirlo todo.
13.    Creerlo todo.
14.    Esperarlo todo.
15.    Soportarlo todo.
 
Finaliza Pablo diciéndonos el amor jamás dejará de existir y que hay tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
 
Celebrar el día del amor no tiene ningún sentido a menos que realmente busquemos el verdadero amor.
 
1 Corintios 13

Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.

Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.

Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí. Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor.
 
Juan 15:9
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo.
 
Juan 17:26
Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.

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