miércoles, 19 de enero de 2011

Llega… Pero No Te Quedes.

¿Qué llega?

  1. Todo comienza cuando pensamos que no estamos en el lugar correcto ni en el momento correcto.

  2. Continúa con nuestra sufrimiento emocional por las circunstancias que nos rodean.

  3. El siguiente paso es desear que la vida fuera diferente.

  4. Forzamos las situaciones o las personas para tratar de realizar nuestro deseo de cambiar las circunstancias y queremos tener siempre la razón.

  5. Nos sentimos esclavos de la falta de tiempo y de los grandes planes.

  6. Revivimos el pasado y nos preocupamos por el futuro.

  7. Cedemos ante los miedos.

  8. Evitamos la confrontación.

  9. Nuestra mente nos atormenta.

  10. Nos sentimos decepcionados de la vida.

Ha llegado la angustia… y la angustia te paraliza, te ata y te desconecta.

¿Qué hacer?: No permitirle que se quede

  1. Deja de lamentarte. Acepta tu situación y las circunstancias que te rodean.

  2. Recuerda que te pueden quitar todo, menos tu libertad de decidir como quieres sentirte ante cada situación.

  3. Decide ser libre para sentirte bien y ser feliz.

  4. Cree que todo pasa por una razón dentro del plan de Dios y toda circunstancia te ayuda a crecer.

  5. Vive el presente. Es lo único cierto que tienes. El pasado ya murió y el futuro no ha llegado aún.

Una vez libre y desatado de la angustia serás capaz de cambiar tus paradigmas ver más allá de las circunstancias que te rodean y encontrar las oportunidades que tienes para realizar tu verdadero potencial y cumplir con el propósito para el que fuiste creado por tu Padre celestial.

¡La angustia existe! ¡Si llega lo le permitas que se quede, ni le permites que te domine!

Juan 12:27

¡Siento en este momento una angustia terrible! ¿Y qué voy a decir? ¿Diré: Padre, líbrame de esta angustia? ¡Pero precisamente para esto he venido!

Juan 14:1

No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí.

Juan 14:27

Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.

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