lunes, 24 de enero de 2011

Evangelio Diario: Enero 24

Mateo 9:18-26
 
Mientras Jesús les estaba hablando, un jefe de los judíos llegó, se arrodilló ante él y le dijo: Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida. Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él.
 
Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana. Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada. Y desde aquel mismo momento quedó sana.
 
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio que los músicos estaban preparados ya para el entierro y que la gente lloraba a gritos, les dijo: Sálganse de aquí, pues la muchacha no está muerta, sino dormida. La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró y tomó de la mano a la muchacha, y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo que había pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario