El Temor no es bueno. Satanás es el ministro siniestro del temor. Cuando él clava sus uñas de temor en el corazón de una persona, entonces la tiene controlada. La pregunta es: ¿Dejar que Satanás tome el control a través de miedo o tomar una posición firme frente al miedo, apoyados en las promesas de nuestro Padre celestial? El temor nunca debe tomar el control. El tener miedo es un insulto a Dios quien nos ha prometido que siempre estará con nosotros. Sentir temor es normal para nuestra débil naturaleza carnal, pero dejar que nos controle es permitirle el control a Satanás. El temor es destructivo. No debe haber dudas, si nosotros lo permitimos, nuestro Padre celestial estará en control de todos los aspectos de nuestra vida y no habrá espacio para el temor.
Pidamos al Señor que nos muestre a través del Espíritu Santo, cuáles son nuestros temores. Luego confesemos esos temores ante nuestro Padre celestial y pidamos perdón por nuestra falta de confianza en Él. ¡Debemos arrepentirnos y buscar la mano del Señor que está siempre extendida esperando para sostenernos y evitar que caigamos.
Mateo 8:23-26
Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo.
Mateo 10:26-31
No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
Mateo 14:25-33
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: ¡Es un fantasma! Pero Jesús les habló, diciéndoles: ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Entonces Pedro le respondió: Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. Ven, dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!
Lucas 1:73-75
Y este es el juramento que había hecho a nuestro padre Abraham: que nos permitiría vivir sin temor alguno, libres de nuestros enemigos, para servirle con santidad y justicia, y estar en su presencia toda nuestra vida.
Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.
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