Nuestra cultura de soluciones instantáneas, salidas fáciles y resultados con el mínimo esfuerzo, han afectado nuestra relación con nuestro Padre celestial porque siempre estamos pidiendo a Dios que arregle todo, mágicamente, instantáneamente, ya, ahora y sin nosotros cambiar o sacrificar nada.
No debemos hacer peticiones a Dios de esa manera, no es correcto que nos relacionemos con nuestro Padre así. El, como buen Padre quiere darnos todo lo que necesitemos, pero también está interesado en nuestra formación y en que no perdamos nuestro camino de regreso a su casa.
Por eso, muchas veces nos enseña a trabajar con lo que tenemos aunque él puede darnos una solución instantánea. No siempre hace multiplicación de los bienes porque Él sabe que nunca quedamos satisfechos y por ende nunca sería suficiente y corremos el riesgo de caer en la avaricia que Él detesta.
Nuestro Padre espera que seamos humildes y como niños muy pequeños delante de Él, aceptando Su voluntad, lo que el nos de cada día en su perfecta sabiduría. Por eso muchas veces nos parece que Dios no nos escucha, pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando, siendo egoístas y siempre queremos de todo para nosotros. Nuestro Padre tiene que enseñarnos que ese no es el camino.
Seremos felices el día que aprendamos que la forma de relacionarnos con nuestro Padre y hacerle peticiones es ser humildes y como niños muy pequeños.
Aprende a ser muy pequeño delante de Dios ¡Haz la prueba!
Mateo 6:8
No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.
Lucas 11:13
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
Lucas 12:15
También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
Mateo 11:25
En aquel tiempo, Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.
Mateo 18:35
Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.
Mateo 19:14
Entonces Jesús dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.
Lucas 18:17
Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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