La Batalla Es En La Mente. Las Armas Son Espirituales.
Estamos en una guerra espiritual donde la mente es el campo de batalla y en la que debemos pelear con armas espirituales. Usando estas armas, derrotaremos las mentiras del enemigo, los argumentos, las teorías, los razonamientos y cualquier otra cosa que trate de exaltarse en contra de la verdad de la Palabra de Dios.
Armamento Espiritual:
1. Pidamos a Jesucristo que nos perdone y que tome el control de nuestra vida y nuestra mente.
2. Pidamos al Espíritu Santo que llene nuestra mente con Su Espíritu, para que no pueda entrar nada más.
3. No permitamos que salgan de nosotros palabras o acciones que se originan en malos pensamientos.
4. Amemos al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas, llenando nuestra mente con el amor del Señor.
5. Amemos al prójimo como a nosotros mismos, sea amigo o enemigo, sin esperar nada a cambio.
6. Honremos al Señor y démosle gracias por todo lo que recibimos y todo lo que nos sucede, nos guste o no.
7. Llenemos nuestra mente con la Palabra de Dios y tomemos la decisión de obedecerla.
8. Tengamos la mente de Cristo y sometamos todo pensamiento a Él.
9. No nos dejemos engañar con pensamientos que se apartan de la Palabra de Dios.
10. Creamos en Jesucristo como Señor y Salvador.
11. Estemos seguros de nuestra herencia como hijos de Dios.
12. Hagamos discípulos para Cristo.
El arma principal que usamos para esta guerra es la palabra de Dios, aplicada en varias maneras:
Predicada, enseñada, cantada, confesada, meditada, escrita, y leída. La Palabra de Dios tiene un efecto purificador en nuestras mentes, en todas las formas en que la usamos. Antes teníamos una mente negativa, vagando y cuestionando. Ahora, gracias al Espíritu Santo podemos decir con confianza: tenemos la mente de Cristo.
Podemos ganar la batalla en nuestra mente. No aceptemos menos que la victoria total que conduce a la libertad total. Gracias, Señor, por tu Palabra que renueva nuestra mente y nos libera. Graba tu Palabra en nuestra mente, para poder tener la mente de Cristo.
Mateo 9:4
Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: ¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos?
Mateo 15:19
Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos.
Mateo 22:37
Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Marcos 12:30
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Lucas 10:27
El maestro de la ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Romanos 1:21
Pues aunque han conocido a Dios, no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario, han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha quedado a oscuras.
Romanos 1:28
Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben.
Romanos 2:15
Pues muestran por su conducta que llevan la ley escrita en el corazón. Su propia conciencia lo comprueba, y sus propios pensamientos los acusarán o los defenderán
1 Corintios 2:16
Pues la Escritura dice: ¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá instruirle? Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo.
2 Corintios 10:3-5
Es cierto que somos humanos, pero no luchamos como los hombres de este mundo. Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir fortalezas. Y así destruimos las acusaciones y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él.
2 Corintios 11:3
Pero temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también ustedes se dejen engañar, y que sus pensamientos se aparten de la actitud sincera y pura hacia Cristo.
Efesios 1:18
Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo.
Filipenses 4:7
Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.
Hebreos 4:12
Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 8:10
La alianza que haré con Israel después de aquellos días, será esta, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Hebreos 10:16
La alianza que haré con ellos después de aquellos días, será esta, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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