Nacemos Originales. No Actuemos Como Copias.
Dios nos hizo como un original, aceptémonos como somos y no nos comparemos con otros. Esta actitud nos producirá mucha felicidad y solidez. No comencemos a copiar a otras personas para cumplir con lo que alguien espera de nosotros. Esa es una carga muy pesada de llevar. Por el contrario, la humildad es el camino de la libertad y la felicidad, porque nos mostramos como somos, sin adoptar una postura falsa para proyectar una imagen que pensamos que nos hará gozar de aceptación y popularidad.
El Señor nos ama, tal y como nos creó. A Sus ojos somos perfectos, creados a Su imagen y semejanza. Para nuestro Padre celestial, todos somos seres únicos, diferentes, singulares, perfectos, maravillosos y extraordinarios. Nuestra autoestima está basada en comprender esta relación con el Señor. Cuanto más comprendamos nuestro significado y propósito, más contentos estaremos con nosotros mismos y aceptaremos mejor nuestro verdadero valor.
En nuestra relación personal con nuestro Padre celestial, comprenderemos que no somos perfectos de acuerdo a nuestro propio concepto o definición, pero si somos perfectos de acuerdo al concepto y definición del Señor. Dejemos que El Espíritu Santo tome control de nuestra vida y haga de nosotros la persona que Él quiere que seamos. Dudar de esto es dudar del amor, la perfección, la justicia y del plan de Dios. Somos perfectos para hacer lo que el Señor quiere que hagamos.
No somos perfectos por nuestro propio valor, sino por el valor que Tú nos das. No somos perfectos para hacer lo que queremos, sino para hacer lo que Tú quieres que hagamos. Señor, no queremos hacer nuestra voluntad, sino la tuya. Hágase siempre Tu Voluntad, en el cielo, en la tierra y en nuestra vida. Amén.
Génesis 1:27
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó.
Deuteronomio 32:4
Él es nuestro protector; sus obras son perfectas, sus acciones son justas. Es el Dios de la verdad, en él no hay injusticia; ¡él es justo y verdadero!
Mateo 5:48
Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.
Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.
Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.
Mateo 26:42
Por segunda vez se fue, y oró así: Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.
Lucas 22:42
Dijo: Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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