sábado, 1 de mayo de 2010

Emoción Al Despertar

Emoción Al Despertar
 
Cada mañana debemos despertar emocionados por todo lo que vamos a hacer ese día.
Cada mañana debemos despertar emocionados por nuestras responsabilidades.
Cada mañana debemos despertar emocionados por la importancia de nuestra vida.
Cada mañana debemos despertar emocionados porque hemos decidido tener un día maravilloso.
 
Independientemente del clima, de la situación económica y política y de nuestras finanzas, relaciones personales, familiares y sentimentales, labores cotidianas, capacidades y habilidades, salud y de todo el cúmulo de circunstancias que nos rodean, podemos decidir tener un día excelente.
 
Podemos lamentarnos por todo lo que nos sucede o podemos estar agradecidos por todo lo que nos sucede. Podemos llorar por todo lo malo o alegrarnos por todo lo bueno. Siempre hay agradable y desagradable, bueno y malo, positivo y negativo, todo depende de nuestra óptica, perspectiva y actitud.
 
Nuestros sentimientos de cada día se presentan ante nosotros como una materia maleable a la que podemos darle la forma que queremos y por lo tanto, depende de nosotros decidir como vamos a sentimos.Tengamos un gran día como lo desea El Señor, a menos que tengamos otros planes.
 
Con Jesús en nuestros corazones, vivimos con alegría y paz.
 
Mateo 13:44-48
El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno. Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla. Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo.
 
Lucas 10:21
En aquel momento, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.
 
Juan 4:36
El que trabaja en la cosecha recibe su paga, y la cosecha que recoge es para vida eterna, para que tanto el que siembra como el que cosecha se alegren juntamente.
 
Juan 15:11
Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa.
 
Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.
 
Juan 16:20-24
Les aseguro que ustedes llorarán y estarán tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, se aflige porque le ha llegado la hora; pero después que nace la criatura, se olvida del dolor a causa de la alegría de que haya nacido un hombre en el mundo. Así también, ustedes se afligen ahora; pero yo volveré a verlos, y entonces su corazón se llenará de alegría, una alegría que nadie les podrá quitar. En aquel día ya no me preguntarán nada. Les aseguro que el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Hasta ahora, ustedes no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
 
Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
 
Juan 17:13
Ahora voy a donde tú estás; pero digo estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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