Aprendamos De Papá
¿Quién nos enseña a ser padres? ¿Dónde dictan los cursos? ¿Dónde podemos conseguir el manual de capacitación? ¿Dónde dictan los talleres de entrenamiento práctico? El asunto es difícil y no hay donde ir. Nos toca aprender directamente de Papá. Debemos recordar que Jesús nos enseñó: Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo (Mateo 23:9).
Por lo tanto, cuando decimos que vamos a aprender directamente de Papá, nos referimos a aprender de nuestro Padre que está en el cielo. Solo necesitamos observar como nos ha enseñado Él a nosotros para poder nosotros hacer lo mismo con los hijos que Él nos ha prestado y confiado para la educación inicial. Eso es así, nuestros hijos biológicos le pertenecen al Señor y Él nos delega su educación inicial mientras son espiritualmente incapaces de relacionarse con su verdadero Padre que está en el cielo. Luego El Señor se hace cargo de ellos y nosotros pasamos a ser amigos de nuestros hijos para apoyarlos y respaldarlos durante el resto de sus vidas.
Entonces aprendamos a ser padres observando y analizando lo que hace nuestro Padre que está en el cielo. Así hemos llegado a algunas conclusiones.
Nuestro Padre que está en el cielo:
1. No nos hace dependientes de Él, sino que nos enseña a tener libre albedrío y a asumir las consecuencias de nuestras acciones.
2. No satisface todos nuestros caprichos y anhelos, ni nos resuelve la vida, sino que nos enseña que la vida es difícil y que debemos luchar por lo que queremos y ganarnos lo que necesitamos.
3. No nos consiente que faltemos a nuestras responsabilidades, sino que nos enseña a cumplir con nuestros deberes para poder disfrutar de nuestro derecho a disfrutar la vida.
4. No nos enseña a ser materialistas, sino que permanentemente nos recuerda y nos capacita en la importancia de los sentimientos, las emociones y la vida espiritual.
5. No nos enseña a ser egoístas, sino que nos enseña a compartir.
6. No nos enseña a ser el centro del universo, merecedores de todo y los seres más importantes, sino que nos enseña a ser humildes y serviciales, a favor de los demás.
7. No nos enseña a ser duros e irrespetuosos, sino que nos enseña a tratar a los demás como queremos que ellos nos traten a nosotros.
8. No nos enseña que los valores de la vida son fama, poder y riquezas, sino humildad, servicio, integridad, honestidad, fidelidad y amor al prójimo.
9. No nos enseña la anarquía, el individualismo y la soledad, sino que nos enseña a obedecer la autoridad, a trabajar en equipo, a vivir en familia y a formar una nueva familia en el momento adecuado.
10.No nos enseña que Él es nuestro cómplice, sino nuestro Padre que nos ama con autoridad y disciplina, para nuestro bien y buena formación.
11.No nos ataca como personas, haciéndonos sentir culpables, inferiores y rechazados, sino que con amor ataca nuestras acciones, preservando nuestras personas de toda culpa, rechazo y falta de autoestima.
12.No nos enseña de acuerdo a la moda del momento, sino que nos enseña de acuerdo a los valores y principios que Él ha establecido para nuestro crecimiento saludable.
Cuando nuestro Padre celestial nos ha enseñado estas cosas, no ha sido agradable, en la mayoría de los casos, pero nos ha ayudado a crecer más fuertes, libres, saludables y capacitados para enfrentar la vida y lograr éxito. ¡Hagamos lo mismo con nuestros hijos!
Mateo 5:48
Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.
Mateo 7:11
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!
Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.
Mateo 10:29-30
¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno.
Mateo 18:10
No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
Mateo 18:14
Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
Mateo 23:9
Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo.
Mateo 26:39
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
Lucas 1:17
Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
Lucas 6:36
Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
Lucas 11:13
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
Lucas 12:32
No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino.
Juan 3:6
Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu.
Juan 5:17
Pero Jesús les dijo: Mi Padre siempre ha trabajado, y yo también trabajo.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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