miércoles, 28 de abril de 2010

Utopía Adentro

Utopía Adentro
 
Todos nosotros tenemos un profundo deseo de pasar por la vida sin problemas de ningún tipo, ni circunstancias adversas, ni decepciones, ni tristezas, ni enfermedades, ni errores, ni equivocaciones. En otras palabras todos queremos vivir en Utopía, que es la máxima expresión del optimismo, llevado al punto de ser irrealizable. Utopía no existe. Nuestro anhelo no es posible.
 
La pregunta es ¿Por qué la vida no puede ser perfecta? ¿Por qué Dios no puede quitarnos los problemas, las circunstancias adversas, las decepciones, las tristezas, las enfermedades, los errores y las equivocaciones? ¿Por qué no existe Utopía? ¿Por qué no podemos vivir en un lugar así? La respuesta es: Porque no aprenderíamos nada, seríamos débiles, sin voluntad ni determinación y nunca creceríamos.
 
Nuestra principal fuente de aprendizaje, crecimiento, fortaleza, voluntad y determinación, está justamente en esos problemas y circunstancias adversas que queremos evitar. Nosotros crecemos cuando aceptamos la realidad, la asimilamos y tenemos el valor de enfrentarla para superar y vencer los problemas, las circunstancias adversas, las decepciones, las tristezas, las enfermedades, los errores y las equivocaciones. Cuando dejamos atrás lo negativo y construimos hacia adelante sobre lo positivo.
 
Crecer significa aprender de las experiencias, esforzarse, superarse y dar frutos, abriendo caminos, dejando huellas y sembrando para cosechar. También significa soñar y transformar esos sueños en metas, sin miedos, temores, prejuicios, pesimismo, ni negativismo. Los árboles enfrentan el invierno aunque pierdan las hojas, los pájaros se acercan a las flores a pesar de las espinas y los exploradores hacen camino a pesar del polvo y los peligros.
 
Nosotros crecemos cuando comprendemos que puede vivirse sin problemas y sin adversidades en nuestro interior espiritual, a pesar de las circunstancias que nos rodeen en el exterior material. Entonces viviremos en Utopía… Adentro.
 
Esto solo es posible cuando cree, espera y confía absolutamente en nuestro Creador, Señor y Padre, que está en el cielo.
 
Lucas 1:78-79
Porque nuestro Dios, en su gran misericordia, nos trae de lo alto el sol de un nuevo día, para dar luz a los que viven en la más profunda oscuridad,y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz.
 
Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.
 
Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
 
Juan 3:1-12
Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él. Jesús le dijo: Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le preguntó: ¿Y cómo puede uno nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer? Jesús le contestó: Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: Todos tienen que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu. Nicodemo volvió a preguntarle: ¿Cómo puede ser esto? Jesús le contestó: ¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo?
 
Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.
 
Juan 14:15-17
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
 
Gálatas 5:22-23
En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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