jueves, 29 de abril de 2010

Lo Primero: Buscarlo

Lo Primero: Buscarlo
 
Cuando comience tu día, antes de iniciar tu rutina diaria, busca a Dios. Si realmente lo amas y crees que lo necesitas, que sea Él tu primer deseo cada mañana. Por favor, no lo hagas por obligación, ni por religión, ni porque te han dicho que debes hacerlo. Si vas a hacerlo hazlo porque quieres hablar con tu Padre celestial tan temprano como sea posible para poder tener con Él un tiempo a solas, en paz y sin interrupciones. Hazlo porque anhelas su presencia y su dirección. Porque para hacer Su voluntad, es necesario conocerlo personalmente y hablar con Él.
 
Abraham, Moisés, Ezequías, Job, David, Isaías, Ezequiel y Jesucristo, madrugaban para buscar a Dios. Hazlo tú también.
 
Génesis 19:27
Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al lugar donde había estado hablando con el Señor.
 
Éxodo 24:4
Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel.
 
Éxodo 34:4
Moisés cortó dos tablas de piedra iguales a las primeras. Al día siguiente, muy temprano, tomó las dos tablas de piedra y subió al monte Sinaí, tal como el Señor se lo había ordenado.
 
1 Samuel 1:19
A la mañana siguiente madrugaron y, después de adorar al Señor, regresaron a su casa en Ramá. Después Elcaná se unió con su esposa Ana, y el Señor tuvo presente la petición que ella le había hecho.
 
2 Crónicas 29:20
El rey Ezequías se levantó muy temprano, reunió a las autoridades de la ciudad y se fue al templo del Señor.
 
Job 1:5
Terminados los días del banquete, Job llamaba a sus hijos y, levantándose de mañana, ofrecía holocaustos por cada uno de ellos, para purificarlos de su pecado. Esto lo hacía Job siempre, pensando que sus hijos podían haber pecado maldiciendo a Dios en su interior.
 
Salmos 5:3
De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta.
 
Salmos 59:16
En cuanto a mí, te cantaré por la mañana; anunciaré a voz en cuello tu amor y tu poder. Pues tú has sido mi protección, mi refugio en momentos de angustia.
 
Salmos 88:13
Pero yo, Señor, a ti clamo; de mañana elevo a ti mi oración.
 
Salmos 90:14
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida.
 
Salmos 119:147
Antes de amanecer, me levanto a pedirte ayuda; he puesto mi esperanza en tu promesa.
 
Salmos 143:8
Por la mañana hazme saber de tu amor, porque en ti he puesto mi confianza. Hazme saber cuál debe ser mi conducta, porque a ti dirijo mis anhelos.
 
Isaías 50:4
El Señor me ha instruido para que yo consuele a los cansados con palabras de aliento. Todas las mañanas me hace estar atento para que escuche dócilmente.
 
Marcos 1:35
De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario.
 
Lucas 21:38
Y toda la gente iba temprano al templo a oírlo.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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