domingo, 24 de mayo de 2009

¿Para Qué Lo Usas?

Todo lo que tenemos ¿Dónde lo obtuvimos? Nuestra vida, nuestras capacidades físicas, mentales e intelectuales y nuestras relaciones y recursos ¿Dónde los obtuvimos y para qué los usamos? Es probable que algunas cosas las hayamos obtenido al nacer y otras las hayamos logrado por esfuerzos propios. ¿Crees que es la suerte, la fortuna o el destino? ¿Crees acaso que lo que tienes y que te ha sucedido, es porque lo mereces?

Es posible que muchos crean que en efecto es así. Que todo resultado tiene que ver inicialmente con suerte, fortuna, casualidad, destino y eso lo complementan con esfuerzo propio, para lograr cualquier cosa. Por lo tanto, todo lo bueno que somos o tenemos es porque lo merecemos. Bueno, ese un punto de vista.

Otro punto de vista es que el universo no apareció por azar y que la casualidad no existe. Por lo tanto, todo concepto de suerte o fortuna, queda eliminado. Tenemos un Dios todopoderoso que creó todo lo visible e invisible, todo lo sabe y controla todo el universo. Él es quién nos da la vida, las capacidades físicas, mentales e intelectuales y nuestras relaciones y recursos. Todo esto nosotros debemos complementarlo con nuestro esfuerzo propio y de esa unión de lo que recibimos de Dios con nuestro esfuerzo, nacen todos los logros.

O sea que, todo lo que hemos logrado con nuestro esfuerzo, es porque Dios, lo ha iniciado con lo que nos ha provisto. Esa es la vida: Dios nos provee y nosotros nos esforzamos. Hay otra gran verdad: todo lo que Dios nos provee aquí en la tierra, aquí se queda. Cuando partamos para reunirnos nuevamente con Él. No nos llevaremos nada. La conclusión es que como todo proviene de Dios y no nos llevaremos nada cuando regresemos a Él, solamente somos los administradores de recursos Divinos en esta vida terrenal. En esa administración, es que debemos esforzarnos.

De nada vale el orgullo, la soberbia y la vanidad, porque realmente solo administramos lo que le pertenece al Rey del universo. La pregunta es: ¿Para qué Dios nos provee esos recursos? ¿Cómo quiere que los administremos? ¿Es sólo para nuestro beneficio y deleite personal? No. El Señor quiere que los administremos bien de acuerdo con sus planes y propósitos. Tenemos el privilegio de administrar Sus recursos, pero también es una gran responsabilidad, sobre la que debemos rendir cuentas. Lo que nuestro Rey quiere es nuestra disposición y humildad para dejarnos usar por Él. Debemos ser fieles con lo que Él nos da, aunque sea poco, para demostrar que somos capaces de administrar cosas mayores.

Siempre debemos preguntarnos: ¿Para qué uso los recursos de administro para el Rey?

Lucas 12:22-48
Después dijo Jesús a sus discípulos: Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. La vida vale más que la comida, y el cuerpo más que la ropa. Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni troje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas? Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe! Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber. Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. Ustedes pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas cosas. No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón. Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. Pedro le preguntó: Señor, ¿dijiste esta parábola solamente para nosotros, o para todos? Dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en llegar, comienza a maltratar a los otros criados y a las criadas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los infieles. El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.

Lucas 16:1-15
Jesús contó también esto a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo; y fueron a decirle que este le estaba malgastando sus bienes. El amo lo llamó y le dijo: ¿Qué es esto que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque ya no puedes seguir siendo mi mayordomo. El mayordomo se puso a pensar: ¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me deja sin trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo. Llamó entonces uno por uno a los que le debían algo a su amo. Al primero le preguntó: ¿Cuánto le debes a mi amo? Le contestó: Le debo cien barriles de aceite. El mayordomo le dijo: Aquí está tu vale; siéntate en seguida y haz otro por cincuenta solamente. Después preguntó a otro: Y tú, ¿cuánto le debes? Este le contestó: Cien medidas de trigo. Le dijo: Aquí está tu vale; haz otro por ochenta solamente. El amo reconoció que el mal mayordomo había sido listo en su manera de hacer las cosas. Y es que cuando se trata de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz. Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas. El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece? Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas. Los fariseos, que eran amigos del dinero, oyeron todo esto y se burlaron de Jesús. Jesús les dijo: Ustedes son los que se hacen pasar por justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones; pues lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece.


Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.

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1 comentario:

  1. Cuan dificil es hacer la voluntad de DIOS, cuando no nos apoyamos en el diario de él (La Biblia), uno de los problemas que mas me cuesta trabajar es la impaciencia y el mal genio. A veces me invaden pensamientos grises como que todo lo hago es en valde. pero eso pasa por que se olvida de que solo somos una herramienata de nuestro padre DIOS para realizar la misión que el quiera realizar a traves nuestro.

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