lunes, 18 de mayo de 2009

En Búsqueda De La Excelencia

La excelencia es un concepto que habla de una calidad superior y que sobresale. No habla, por cierto, de perfección. Cuando decimos que estamos en búsqueda de la excelencia, no quiere decir que estamos en la búsqueda de la perfección y ese es un paradigma muy común, pero también muy errado. Si buscamos la perfección nunca lograremos nada, pero si buscamos mejorar poco a poco lo que hacemos, entonces estamos en la búsqueda de la excelencia.

La búsqueda de la excelencia es el opuesto a conformarse con el estado actual de las cosas. Cuando nos conformamos con el estado actual, caemos irremediablemente en la mediocridad. Todo puede ser mejorado y las personas que estamos siempre en la búsqueda de la excelencia, estamos siempre buscando la manera de hacer las cosas mejor, aunque sólo sea un poco. Cuando ya nos conformamos y tenemos la clásica posición de: “así hacemos las cosas aquí”, podemos decir que hemos llegado a la meta de los mediocres.

La actitud de estar permanentemente buscando la manera de mejorar, requiere de mucha disciplina. Y esa disciplina es la que nos lleva por el camino de la excelencia al logro de nuestras metas y sueños. Nunca debemos conformarnos con la que hemos obtenido. Nunca debemos creer que ya lo hayamos logrado, porque en ese momento, dejamos de esforzarnos, nos volvemos cómodos y comenzamos a desperdiciar nuestro potencial. Todo desperdicio es malo y el desperdicio de potencial es lo que nos lleva a la mediocridad. Rechacemos esa idea y hagamos un compromiso con la excelencia. Mejoremos, cada día un poco. Pero, permanentemente.

No podemos, ni debemos, aceptar la mediocridad bajo la premisa de que es “la voluntad de Dios”. Recordemos que Dios es nuestro Padre y Él desea lo mejor para sus hijos. Además, Dios es un Dios de excelencia y todo lo que Él hizo fue excelente. El espera que nosotros busquemos la excelencia en nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestros estudios, nuestra profesión, nuestros negocios, en todo lo que hagamos y sobre todo en nuestra vida espiritual.

Si queremos llevar una vida extraordinaria y excelente, averigüemos lo que hace la gente mediocre y no lo hagamos. Necesitamos tener sueños, metas y planes. Pero sobre todo: disciplina para esforzarnos cada día un poco más.

Hagamos la diferencia: Busquemos la excelencia.

Deuteronomio 33:11
Bendice, Señor, sus esfuerzos, y recibe con agrado su trabajo.

Josué 1:7
Lo único que te pido es que tengas mucho valor y firmeza, y que cumplas toda la ley que mi siervo Moisés te dio. Cúmplela al pie de la letra para que te vaya bien en todo lo que hagas.

Proverbios 14:23
De todo esfuerzo se saca provecho; del mucho hablar, solo miseria.


Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.

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