Para crecer a nuestro máximo potencial, debemos ver la luz en medio de la más densa oscuridad, ver el lado positivo de la situación más negativa, sentirnos optimistas cuando nuestro entorno es pesimista, estar en paz en medio de la guerra, tener esperanzas y saber esperar cuando reina la desesperanza, estar alegres cuando nos envuelve la tristeza, amar en lugar de odiar. Nunca debemos permitir que pensamientos sobre: si es justo o injusto, si lo merecemos o no, si es bueno o malo, afecten nuestra actitud frente a la vida. Si amamos a Jesús y tenemos la certeza de que Él nos ama, sabemos que Él puede hacer que esas situaciones sean para provecho.
Sabemos que:
- Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.
- Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros.
- Siempre somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
- A todo podemos hacerle frente, gracias a Cristo que nos fortalece.
El Señor utiliza las circunstancias de la vida para corregirnos, fortalecernos y ayudarnos a crecer. De ahí viene el dicho: Dios escribe derecho sobre renglones torcidos. Si no comprendemos esto y no lo aceptamos, no podremos obtener el beneficio de las bendiciones que nuestro Padre celestial tiene para nosotros. La actitud de buscar el lado bueno a toda situación no es una técnica para soportar mejor los problemas de la vida. Es la única actitud que nos permite aprovechar todo el poder del mundo espiritual de luz, del Reino de los cielos, de nuestro Padre.
A todas las circunstancias de la vida, el diablo quiere darle un giro negativo y Jesucristo, que derrotó al diablo, quiere darle un giro positivo. Positivo contra negativo, optimismo contra pesimismo, esperanza contra desesperanza, la luz contra las tinieblas. Por esa razón, es esencial que aceptemos lo malo de las circunstancias que nos ocurran, porque nosotros estamos del lado de la luz.
¿Puede haber mayor triunfo que sacar algo bueno de lo malo? Permitamos que el Señor nos convierta en mejores personas a través de toda circunstancia.
Cosechemos lo bueno y quememos lo malo.
Mateo 13:24-30
Jesús les contó esta otra parábola: Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba? El dueño les dijo: Algún enemigo ha hecho esto. Los trabajadores le preguntaron: ¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba? Pero él les dijo: No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.
Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Romanos 8:28
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.
Romanos 8:31
¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!
Romanos 8:37-39
Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
Filipenses 4:13
A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece.
Juan 1:4-5
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.
Juan 11:9-10
Jesús les dijo: ¿No es cierto que el día tiene doce horas? Pues si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz que hay en este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque le falta la luz.
Juan 12:46
Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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