martes, 28 de abril de 2009

Lectura Diaria de Siguiendo A Jesús. Volumen 1. Julio/Septiembre

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LECTURA DIARIA - Volumen 1


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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.

1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.

2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.


Los versículos de la Biblia citados en todas las lecturas, son de la versión: Dios Habla Hoy.

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(1 de julio) ¡NO TE RINDAS!

¡La vida es una lucha! ¡Exige fe, valor, voluntad y mucho ánimo! Lo que nos ocurre a muchos es que nos rendimos cuando apenas las cosas comienzan a ponerse difíciles. Algunos de nosotros desmayamos y nos rendimos, física, mental y espiritualmente. Sin embargo, Dios dice que perseveremos y no desmayemos. No nos cansemos, no desmayemos y sobre todo no nos rindamos, porque a su tiempo podremos cosechar el producto de nuestra fe y perseverancia.

¡La voluntad es poderosa! La fe pueden levantarnos de una enfermedad y puede sacarnos de cualquier angustia. Con frecuencia la fe y la voluntad ardientes vencen impedimentos aparentemente insuperables. Cuando estamos abatidos, abajo y en el suelo, tenemos una pésima perspectiva del mundo. Cuando cobramos ánimo y nos levantamos, estamos arriba y tenemos una perspectiva muy superior, para ver por encima de los obstáculos.

Todo esto se dice fácil pero en realidad es muy difícil. Lo hemos escuchado mil veces y hemos tratado pero cuando comienza la tormenta se nos olvida que hay que tener fe. El secreto está en buscar a Dios. En vano nos esforzamos si no es el Señor quien nos fortalece y provee la victoria. ¡En nuestra debilidad, incapacidad y cortedad encuentra Dios la oportunidad de demostrar Su fuerza, Su capacidad y Su poder! ¡No te rindas tan pronto, no dejes que te rescaten prematuramente, no abandones justo antes de la victoria! ¡Cosas maravillosas pueden pasar en ese lapso adicional de tiempo, cuando decides no rendirte, sino buscar a Dios, seguir creyendo y orando! ¡Nunca te arrepentirás! ¡Te alegrarás por toda la eternidad de haber aguantado y haber seguido adelante por Jesús!

Mateo 8:2427
En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?

Mateo 14:2932
Ven, dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.

Mateo 17:20
Jesús les dijo: Porque ustedes tienen muy poca fe. Les aseguro que si tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, le dirían a este cerro: Quítate de aquí y vete a otro lugar, y el cerro se quitaría. Nada les sería imposible.

Mateo 21:2122
Jesús les contestó: Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: Quítate de ahí y arrójate al mar, así sucederá. Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.

Lucas 18:18
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia. Y el Señor añadió: Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?



(2 de julio) EN COMPAÑÍA DE DIOS

Las inquietudes que me acosaban las perdí en los campos ayer,
Junto a la mar que reverberaba a la luz del atardecer,
Entre el balido de las ovejas, las hojas que cantan al viento,
El zumbido de las abejas y las aves de dulce acento.
Aquellos temores infundados los esparcí entre las espigas,
Sobre el verde de los prados y el tránsito de las hormigas;
Donde los malos pensamientos mueren, y al calor del sol,
Los buenos brotan contentos, en la grata compañía de Dios.

Poema de Elizabeth Barrett Browning (18061861).

Lucas 1:7375
Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días.

Mateo 10:2931
¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

Lucas 24:38
¿Por qué se asustan tanto? —les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas?



(3 de julio) ¿QUÉ VISIÓN TIENES?

Estoy seguro de que has escuchado la historia de dos vendedores de zapatos fueron mandados a un país extranjero muy pobre y subdesarrollado. El primer vendedor manda un mensaje a la compañía diciendo: Cancela el pedido porque voy a regresarme ya que aquí la gente no usa zapatos. El segundo vendedor manda un mensaje a la compañía diciendo: Dobla el pedido porque voy a quedarme más tiempo, aquí la gente no usa zapatos, no hay nada de competencia y voy a vender muchísimo. Es una historia muy vieja que todos hemos escuchado. Sin embargo, la lección sigue estando vigente.

Los dos vendedores tenían el mismo producto, el mismo mercado, la misma oportunidad. La diferencia entre los dos vendedores no está en las circunstancias que los rodeaban. La diferencia esta en la visión que cada uno de ellos tiene sobre la situación. Durante las recesiones económicas hay gente que pierde todo lo que tiene y otros que ganan fortunas. Dos personas pueden tener condiciones físicas similares y una se mantiene saludable mientras la otra destruye su salud con malos hábitos. Hay personas que donde quiera que estén se sienten bien y hacen amigos. Otros siempre tienen problemas para relacionarse. En fin la lista de casos puede ser interminable.

El punto central es que independientemente de las circunstancias que nos rodean, nuestra visión y la actitud generada por esa visión, hacen la diferencia en los resultados que obtenemos. Recuerda que los pensamientos generan sentimientos y los sentimientos generan acciones. De la repetición de las acciones vienen nuestros hábitos y los hábitos forman nuestro carácter.

¿Qué visión tienes? ¿Cuáles son tus pensamientos? ¿Tu alimento mental y espiritual es positivo o negativo? ¿Qué sentimientos apoyan tus acciones?

Proverbios 29:18
Donde no hay dirección divina, no hay orden; ¡feliz el pueblo que cumple la ley de Dios!

Habacuc 2:23
El Señor me contestó: Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar, de modo que pueda leerse de corrido. Aún no ha llegado el momento de que esta visión se cumpla; pero no dejará de cumplirse. Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso.

Mateo 6:2223
Los ojos son la lámpara del cuerpo; así que, si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra será la oscuridad misma!

Si quieres tener una visión ganadora “A Largo Plazo”, te recomiendo la de Jesús. Medita en ella y hallarás una visión extraordinaria:

Mateo 6:33
Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.



(4 de julio) ¿ENFERMO DE INDIFERENCIA?

Has un chequeo de tu estado de indiferencia:
1. ¿Hay algo que te interese particularmente o especialmente?
2. ¿Tienes algún proyecto en mente?
3. ¿Tienes algún sueño que quieres lograr?
4. ¿Sientes pasión por algo?
5. ¿Estás comprometido en algo que es importante para ti?
6. ¿Tratas de motivar y contagiar a otros con tus sueños, proyectos o pasiones?
7. ¿Piensas que todo es posible?
8. ¿Los golpes y rutinas de la vida te han traído desilusión?
9. ¿Sientes que es imposible ver realizados tus sueños?
10. ¿Se ha apagado tu pasión?
11. ¿Tu desinterés es absoluto?
12. ¿Te falta entusiasmo?
13. ¿Te sientes frustrado?
14. ¿Piensas que tus esfuerzos no producen ningún cambio?

Si has respondido “no” a las preguntas 1 al 7 y “si” a las preguntas 8 al 14: Has llegado al peor de los estados humanos: la muerte en vida. De todas las condiciones que pueden instalarse en lo profundo del corazón humano, ninguna es tan difícil de revertir como la indiferencia. Has llegado a la conclusión de que no importa qué es lo que hagas, todo seguirá igual. ¿Para qué seguir perdiendo el tiempo? Se instaló ti primero la desilusión y, luego, una actitud cínica. Comenzaste, entonces, a conducirte en «piloto automático», realizando las actividades, pero dejando afuera el corazón. Transitas por el camino de la indiferencia que solamente produce angustia, dolor y tribulación. Ese camino te va a llevar a una depresión.

Es probable que no hayas respondido “no” a todas las primeras 7 preguntas y que tampoco hayas respondido “si” a todas las 7 últimas, pero estas preguntas te ayudarán a evaluar y determinar si te has vuelto indiferente a la vida.

La receta contra la indiferencia es darle a Dios el control de tu vida, porque comprendemos que de Dios mana la vida y sólo Él produce la vida abundante. Necesitamos aceptar que si el Señor no obra, en vano nos afanamos nosotros y entonces dejaremos de confiar en nosotros mismos y depositaremos toda nuestra confianza en nuestro Padre celestial. Este es el estado más deseable y que produce en nosotros el máximo potencial, interés y motivación.

Salmos 127:12
Si el Señor no construye la casa, de nada sirve que trabajen los constructores; si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que vigilen los centinelas. De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen.

Juan 1:15
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.

Mateo 6:27
En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?

Mateo 7:14
Pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.

Juan 6:35
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Juan 10:10b
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(5 de julio) AMOR PURO

Independientemente de la adversidad que estés enfrentando y aunque la más densa oscuridad te rodee, hay alguien que te observa, te escucha, te ayuda, te cuida, te guía y te ama profundamente. Tu vida y todo lo que hay en este universo son su Creación y representan la prueba más fiel que puedes tener de su presencia aquí, contigo, en medio de ti.

Creador y dueño de todo lo visible e invisible, todo lo puede hacer, lo sabe todo, es compasivo, es misericordioso, es justo, es santo, es fiel y sobre todo es puro amor. Él nunca te dejará. Su amor es el único amor verdadero y Él es el único que puede darte la verdadera paz. El amor de Dios es demasiado grande y realmente nunca podrás comprender su amor por ti.

Cada mañana, Él abre tus ojos y te habla del gran amor que siente por ti, a través de todas las sensaciones agradables de la vida, la bella creación que ves y el amor de las personas que te rodean. Lo que quiere hacer por ti todos los días, es: cuidarte, proveer para tus necesidades, hacerte feliz y librarte de toda preocupación. Entiende que todo esto viene de Él, acéptalo y agradécelo. Acude a Él y confía en Su inmenso poder. Él quiere sostener y abrigar tu corazón en Sus amorosas manos. Permite que Su amor entre en tu vida todos los días.

Si lo buscas a Él y a Su amor, los encontrarás en todas partes. Él es Tu Padre Celestial.

Juan 3:16
Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.

Juan 17:2026
No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí. Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.



(6 de julio) ¿A QUIÉN ESTÁS SIGUIENDO?

¡Es algo asombroso y maravilloso que cada persona pueda entender la diferencia entre el bien y el mal! Dios nos ha dado suficiente información para comprenderlo y una conciencia alimentada por el Espíritu Santo que es fiel y nos habla al corazón para advertirnos cuando actuamos mal y nos muestra el camino correcto. Ya sabemos que ciertas acciones resultan en pecado y cual es el la manera en que debemos vivir. Los principios morales básicos de Dios son bastante claros.

No importa el nivel de conocimiento que tengas, Dios se encarga siempre de hacerte conocer lo básico, como dice Pablo en la carta a los Romanos capítulo 2, versículos 14 y 15: Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.

Sin embargo, Dios te creó un ser libre y te ha dado el atributo soberano de poder escoger entre obedecer o no obedecer. Puedes obedecer la voz guiadora de Dios, u obedecer la voz del enemigo, del Diablo mismo. ¿Qué eliges tú? ¿A quién estás siguiendo?

¿A dónde te lleva el que te guía?

Mateo 7:1214
Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas. Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.

Mateo 16:24
Luego Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame.

Lucas 9:5762
Mientras iban de camino, un hombre le dijo a Jesús: Señor, deseo seguirte a dondequiera que vayas. Jesús le contestó: Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza. Jesús le dijo a otro: Sígueme. Pero él respondió: Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre. Jesús le contestó: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el reino de Dios. Otro le dijo: Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de los de mi casa. Jesús le contestó: El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios.

Juan 14:4
Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(7 de julio) A SOLAS CON DIOS

Es probable que hayas oído decir lo importante que es dedicarle tiempo a Dios. Quizá hasta has oído esta afirmación: “Si Jesús tuvo que pasar tanto tiempo a solas con su Padre, con cuanta más razón necesitas hacerlo tú”. ¿Sabes qué? ¡Eso es verdad! Hay una clara conexión entre los milagros poderosos de Jesús y las horas que dedicó a la oración.

Dedicarle tiempo a Dios, solos tu y Él, es fantástico. ¿Le dedicas tiempo a Dios a solas? Ese puede ser el mejor momento de tu día. Aquí tienes un plan para estar a solas con Dios:

1. Aparta un tiempo en el día para estar a solas con Dios. Busca un lugar donde nadie te pueda molestar.

2. Háblale a Dios. Dile cómo te sientes: tus pensamientos, resentimientos, frustraciones, temores, alegrías y motivos de gratitud, háblale sobre todo. Cuéntale tu visión de cómo te ha ido y cuéntale también lo que piensas que debes hacer. Pídele perdón por tus errores y equivocaciones. Lo que dices no es tan importante como la honestidad con que lo dices.

3. Deja que Dios te hable a ti. Enfatízale a Dios que quieres oír lo que él te quiere decir. Luego lee algunos versículos de la Biblia, piensa en ellos por un rato y sencillamente busca en tu corazón lo que en estos versículos Dios te está diciendo.

4. Ahora dale gracias a Dios por ese momento que han disfrutado a solas. Si quieres reír, hazlo, si quieres cantar, no te detengas, puedes también llorar, dale rienda suelta a tus emociones.

5. Lleva notas en un cuaderno de tus encuentros con Dios y sobre todo lo que te ha dicho.

Dios tiene planes para ti, ¡y estarás listo para llevarlos a cabo después de dedicar tiempo para estar a solas con Dios!

Mateo 14:23
Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo.

Marcos 6:4647
Y cuando la hubo despedido, se fue al cerro a orar. Al llegar la noche, la barca ya estaba en medio del lago. Jesús, que se había quedado solo en tierra.

Marcos 9:2
Seis días después, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús.

Juan 6:15
Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.



(8 de julio) ¿ME RECONOCES?

¿Me reconoces? ¿Puedes reconocer Mi presencia y Mi amor hasta en los menores detalles de tu vida?:

1. Quizá me pides riquezas, pero más me interesa tu salvación. Sin embargo, proveo todas tus necesidades.
2. Quizá me pides poder, pero más me interesa tu corazón. Sin embargo, te di el poder del nombre de Jesús.
3. Quizá me pides fama, pero más me interesa tu obediencia. Sin embargo, te ha dado el reconocimiento de tus seres queridos.
4. Quizá me pides salud, pero más me interesa tu amor al prójimo. Sin embargo, tengo para ti toda la salud del cielo.
5. Quizá me pides diversión y comodidad, pero más me interesa tu dominio propio. Sin embargo, alegraré tu corazón.
6. Me pides éxito, pero más me interesa tu paz. Sin embargo, quiero concederte los deseos de tu corazón de acuerdo con mi plan y voluntad.
7. Me pides prosperar en todos tus caminos, pero más me interesa tu paciencia. Sin embargo, tengo para ti la prosperidad eterna.

La forma en que proveo para cada una de tus necesidades, es la prueba de Mi amor por ti.

Con amor, Tu Padre Celestial.

Mateo 6:8
No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.

Mateo 6:33
Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.

Mateo 7:1112
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan! Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas.

Mateo 10:2930
¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno.

Mateo 23:9
Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo.

Gálatas 5:2223
En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley.



(9 de julio) CANSADO DEL CAMINO

Cualquiera de nosotros puede identificarse con el sentimiento que hay en la frase “cansado del camino” porque nos recuerda largos viajes en automóvil, tren o avión, interminables viajes con escalas, demoras, buscar donde comer, conexiones, buscar donde dormir, cargar equipaje pesado, poco descanso, llenar formularios, cuidar documentos, confirmar reservaciones y finalmente llegar a nuestro destino “cansados del camino”.

Esa experiencia puede parecerse al viaje que hacemos a través de la vida, porque todas las circunstancias, preocupaciones, problemas y cargas que experimentamos y soportamos, pueden robarnos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra alegría, a tal punto que podemos llegar a sentirnos “cansados del camino”.

Sin embargo, en los viajes tradicionales, la expectativa de llegar a nuestro destino nos mantiene firmes y fortalecidos en la ruta, porque sabemos que al llegar al final del camino tendremos la felicidad de llegar a donde queríamos llegar. ¿Qué pasa con nuestra vida? ¿Sabemos a dónde vamos? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cuál es nuestro destino final? Ese conocimiento también nos mantendrá firmes y fortalecidos en la ruta de la vida y nada podrá quitarnos nuestra fe, esperanza y alegría.

Somos viajeros en este mundo, en ruta hacia un maravilloso hogar celestial más allá de toda descripción y nadie puede robarnos esta expectativa. Si nos cansamos, sólo tenemos que recurrir a quién nos envió es este viaje y pedirle que nos ayude. El Señor hace un llamado a los viajeros cansados como nosotros: Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. (Mateo 11:28).

Al viajar por esta vida dejemos que Jesús nos ayude a llevar nuestras pesadas cargas. No insistamos en hacerlo nosotros solos, no es necesario. No seamos tercos y orgullosos. Todos necesitamos ayuda y sólo Jesús puede darnos descanso para nuestras almas y así fortalecernos para el camino que tenemos por delante. ¿Estás cansado del viaje? ¡Busca a Jesús! Su amor está siempre listo para hacerte descansar.
1 Pedro 5:7
Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

Salmos 55:22
Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece.

Salmos 68:19
¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día lleva nuestras cargas!

Isaías 40:2931
Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse.



(10 de julio) TOLERANCIA

Vivimos en una sociedad donde la tolerancia es sinónimo de desarrollo cultural y social, siendo una parte fundamental de la flexibilidad necesaria para poder movernos dentro de las nuevas fronteras abiertas por el humanismo. Cualquier posición que cuestione la tolerancia actual, es inmediatamente tomada como un signo de “intolerancia e inflexibilidad” y un ataque frontal contra la cultura y la sociedad del nuestro mundo “desarrollado”.

La tolerancia es una forma de pensamiento que se va extendiendo cada vez más, siendo abiertamente enseñada y aceptada por la mayoría de la gente. Si estudiamos la historia del mundo, podemos comprender por que hay personas bien intencionadas que promueven la tolerancia y definitivamente en la tolerancia hay principios importantes que cuidan valores que deben ser preservados. Sin embargo, lo que sucede es que hay una gran confusión que nos ha llevado a un caos moral.

Tolerancia significa no atacar ni perseguir a nadie por sus ideas y preferencias políticas, sexuales, religiosas o nivel social. Tolerancia significa amar al prójimo. Tolerancia “no” significa fomentar esas ideas y preferencias. Hemos pasado de la infame intolerancia, a la necesaria tolerancia, pero de ahí, seguimos para llegar finalmente a la sociedad promotora de las ideas, estilos y preferencias propias de algunos grupos, pero no compartidas por toda la colectividad.

Parece que como sociedad no queremos rendir cuentas a nadie y que cada uno quiere hacer lo que mejor le parece. Peor aún, hemos dejado a Dios fuera del tema y preferimos ignorarlo. ¿Dónde están los principios fundamentales en los que debe basarse nuestra sociedad? También podemos comprender que en el pasado algunos grupos abusaron de la sociedad bajo la falsa premisa de “lo que Dios manda” y eso causó mucho daño e hizo que algunos no quisieran que les hablaran de Dios para discutir principios y valores.

Sin embargo, si leemos los evangelios sin ningún prejuicio religioso, si digerimos el sermón del monte sin el lastre de la tradición religiosa, conseguiremos el más precioso y valioso tesoro de principios fundamentales para llevar nuestra sociedad hacia delante y con los valores que deberíamos perseguir y acumular. No es exagerado decir que nuestro desarrollo social nos ha llevado a un caos total. Los países más desarrollados muestran las más altas tasas de suicidio juvenil, la depresión es la enfermedad más común del siglo 21, tenemos el peor enfoque posible del sexo, abusamos de las drogas, no mostramos ningún respeto por la vida humana y el dios dinero ha hecho de la corrupción algo de moda. ¿A dónde vamos? Necesitamos un cambio.

Volvámonos de nuevo a Dios. Promovamos Sus principios y valores. Pero no estoy hablando de un dios de religión, ni principios y valores religiosos. Desaprendamos lo que aprendimos. Vamos a la fuente inagotable de luz, a la fuente de agua de vida. Busquemos a Jesús. No escuchemos a hombres. Escudriñemos lo que dijo Jesús y sigámoslo.
Seamos tolerantes como muestra de nuestro amor a Dios y al prójimo, pero no seamos permisivos ni promotores de principios y valores que nos empujan definitivamente fuera de ese amor a Dios y al prójimo.

Mateo 19:17
Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.

Mateo 28:1920
Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Lucas 9:25
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?

Lucas 11:28
Él contestó: ¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!

Juan 12:46
Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.

Juan 14:15
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.

Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

Juan 14:23
Jesús le contestó: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.

Juan 15:10
Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.



(11 de julio) ¿Y CÓMO ESTÁ TU JARDÍN?

¡Las tareas de jardinería son arduas y nunca terminan! Hay que limpiar, cortar, podar, sembrar y abonar, hay que fumigar para luchar contra parásitos, plagas, hongos y enfermedades de las plantas, debemos cuidar que no haya falta de agua y toda clase de problemas, porque hay muchos ataques de los enemigos de un jardín. Es tan importante la labor de jardinería, que por muy perfecto que fuera el Jardín del Edén, hacía falta alguien que lo atendiese, y podemos leer en Génesis 2:15, Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. ¡Adán fue el primer jardinero!

Podemos hacer la comparación y decir que la “vida espiritual” es como un jardín y al igual que en el otro jardín, las tareas son arduas y nunca terminan. También hay que limpiar, cortar, podar, sembrar y abonar, hay que fumigar para luchar contra parásitos, plagas, hongos y enfermedades espirituales, cuidar que no haya falta del agua de vida y toda clase de problemas espirituales, porque hay muchos ataques del enemigo de nuestro jardín espiritual que se propone frustrar el plan divino y destruir el jardín de Dios y a los hijos de Dios, ¡pero no lo logrará!

¿Y cómo está tu jardín espiritual? ¿Sabes como se limpia, corta y poda? ¿Sabes fumigarlo para luchar contra parásitos, plagas, hongos y enfermedades espirituales? ¿Sabes como evitar la falta de agua de vida?

Te recomiendo que vayas y estudies el manual de jardinería. Puedes leer desde Génesis hasta Apocalipsis, pero te recomiendo la sección desde Mateo hasta Juan.

Juan 15:117
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí. Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego. Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos. Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.

Mateo 13:123
Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas. Les dijo: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán. Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oir, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane. Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oir esto que ustedes oyen, y no lo oyeron. Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.



(12 de julio) LA MURMURACIÓN

La murmuración es la acción de hablar en perjuicio de alguien, pero sin decírselo directamente a la cara. Por el hecho de ser a espaldas o en ausencia de la persona objeto del comentario, la murmuración es bastante hostil, porque busca crear una matriz de opinión negativa de la persona sobre quien murmuramos, representando un certero ataque hacia esa persona, pero evitando la confrontación directa, cara a cara.

¿Has murmurado? Puede llegar ser agradable. La murmuración proviene de malos pensamientos y generalmente tiene sus raíces en la envidia o nuestra predilección por el juicio y la crítica. Aunque la murmuración es bastante común, generalmente está dirigida a personas que tienen una posición superior a la nuestra en poder, riquezas, nivel social, fama, educación, atractivo físico, rango, status, etc. La murmuración es una manera de decir: yo soy mejor que esa persona y puedo ver sus defectos y errores. Como ese comentario proviene de la envidia que siento por esa persona o porque quiero ser superior a ella, al enjuiciarla, siento una clase especial de “alivio”. Ya lo dije. Ya todos saben lo que pienso. Ya la puse en su lugar. Sin embargo, la murmuración no es nada buena para nuestra salud espiritual. Jesús condenó la murmuración y dijo: Lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona.

El otro lado de la moneda es: ¿Cómo reaccionamos cuando murmuran en contra nuestra? ¿Mantenemos nuestra paz? ¿Mantenemos una actitud de amor y de perdón hacia los que murmuran? ¿Devolvemos el ataque “ojo por ojo y diente por diente”? ¿Cómo lograr que la murmuración saque lo mejor de nosotros en lugar de lo peor? ¿Contraatacamos por ese paradigma creado por la frase “El que calla otorga”?. Este viejo refrán deja suponer que cuando alguien no responde, su silencio debe ser interpretado como una aprobación. ¿Responder o no responder? Jesús nos enseñó que si alguien nos da una bofetada en la mejilla derecha, debemos ponerle también la otra y también nos dijo que debemos amar a nuestros enemigos.

Pídele al Espíritu Santo que te dé Su ayuda, para no murmurar y para poder responder ante las murmuraciones contra ti de una manera que refleje a Cristo que vive dentro de ti.

Mateo 5:39
Pero yo les digo: No resistas al que te haga algún mal; al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra.

Mateo 5:44
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen.

Mateo 9:24
Allí le llevaron un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados. Algunos maestros de la ley pensaron: Lo que este ha dicho es una ofensa contra Dios. Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: ¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos?

Mateo 12:3335
Si el árbol es bueno, dará buen fruto; si el árbol es malo, dará mal fruto; pues el árbol se conoce por su fruto. ¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él.

Mateo 15:1020
Luego Jesús llamó a la gente y dijo: Escuchen y entiendan: Lo que entra por la boca del hombre no es lo que lo hace impuro. Al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca. Entonces los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír lo que dijiste? Él les contestó: Cualquier planta que mi Padre celestial no haya plantado, será arrancada de raíz. Déjenlos, pues son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro, los dos caerán en algún hoyo. Pedro entonces le dijo a Jesús: Explícanos lo que dijiste. Jesús respondió: ¿Ni siquiera ustedes son todavía capaces de comprender? ¿No entienden que todo lo que entra por la boca va al vientre, para después salir del cuerpo? Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro. Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos. Estas cosas son las que hacen impuro al hombre; pero el comer sin cumplir con la ceremonia de lavarse las manos, no lo hace impuro.

Mateo 20:915
Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: Estos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día. Pero el dueño contestó a uno de ellos: Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?

Lucas 15:2
Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos.

Lucas 19:7
Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador.

Juan 6:4143
Por esto los judíos comenzaron a murmurar de Jesús, porque afirmó: Yo soy el pan que ha bajado del cielo. Y dijeron: ¿No es este Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo? Jesús les dijo entonces: Dejen de murmurar.

Juan 6:6062
Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó: ¿Esto les ofende? ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir a donde antes estaba?



(13 de julio) 1+1=1

Génesis 2:24
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.

Mateo 19:46
Jesús les contestó: ¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, hombre y mujer los creó? Y dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.

Cuando te casas, ya no eres tú. Ahora eres un solo ser con tu cónyuge.

La diferencia de temperamentos, las ideas propias, los gustos, los defectos, la manera de ver la vida y el crecimiento personal, pueden hacer que los cónyuges se vayan separando al pasar el tiempo, o por el contrario pueden enriquecer su vida en común de una manera maravillosa. ¿Cuál es la diferencia? En el libro de Eclesiastés capítulo 4 versículo 12 dice: Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.

Pues bien, hagamos una cuerda de tres hilos los dos cónyuges y Dios. Sólo cuando los cónyuges buscan juntos seriamente la presencia de Dios, descubrirán el secreto de la verdadera armonía. Cuando marido y mujer oran juntos, sus corazones se unen y los problemas se resuelven. La oración en común une las almas en una nueva y feliz armonía. Si cada cónyuge busca ver sus propios defectos en la presencia de Dios, si reconoce sus errores y pide perdón al otro, sus problemas conyugales podrán solucionarse. Entonces marido y mujer aprenden a ser honestos el uno para con el otro.
Esto es lo que deben hacer los cónyuges para combinar sus características personales y cualidades en lugar de enfrentarlas. Sólo Dios puede enriquecer y restaurar un matrimonio de acuerdo con su plan perfecto. Vale la pena hacer la prueba.

Eclesiastés 4:911
Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante! Además, si dos se acuestan juntos, uno a otro se calientan; pero uno solo, ¿cómo va a entrar en calor?

1 Corintios 7:35
Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa. Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar.

Efesios 5:2133
Estén sujetos los unos a los otros, por reverencia a Cristo. Las esposas deben estar sujetas a sus esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de la esposa, como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo; y él es también su Salvador. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar en todo sujetas a sus esposos. Esposos, amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. Esto lo hizo para santificarla, purificándola con el baño del agua acompañado de la palabra para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa y perfecta. De la misma manera deben los esposos amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Porque nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la iglesia, porque ella es su cuerpo. Y nosotros somos miembros de ese cuerpo. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Aquí se muestra cuán grande es el designio secreto de Dios. Y yo lo refiero a Cristo y a la iglesia. En todo caso, que cada uno de ustedes ame a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete al esposo.



(14 de julio) ¿VIOLENCIA ALLÁ O AQUÍ?

La historia del hombre está llena de violencia. ¿Cómo están las cosas hoy en día? ¿Qué tanto hemos crecido? ¿Qué tanto nos hemos desarrollado como civilización? Los seres humanos que habitamos la tierra actualmente, ¿hemos cambiado? ¿Somos más pacíficos? ¡Pues no! Se sigue sufriendo de violencia y de mucha violencia. Se habla de combatirla pero en realidad no hacemos mucho al respecto. ¡Cuántos organismos, conferencias y discusiones procuran detener esta plaga en tal o cual punto del mundo!

Sin embargo, la violencia no es solo una cuestión de política internacional. En la escala local: ¿Cómo están interactuando los partidos políticos? ¿Cómo estamos comportándonos dentro de nuestras ciudades? ¿Cómo están las relaciones entre los vecinos? ¿Cómo nos tratamos en las calles? ¿Cómo manejamos en el tráfico? ¿Qué pasa en las escuelas? ¿Incluso dentro de las familias? Todos quisiéramos que desapareciese la violencia… pero la de allá afuera. No hacemos nada por la violencia que tenemos aquí adentro. Aquí, cerca de nosotros. Es un doble estándar. Queremos combatir la violencia lejana, pero fomentamos o no hacemos nada por la que tenemos al lado.
Dios es perfectamente consciente de los sufrimientos de la humanidad. Es paciente, pero se acerca el día en que pedirá cuenta a los hombres. Sacará a luz todos nuestros hechos. No juzgará según las leyes humanas que a veces son tan injustas permitiendo actos que Dios condena.
Si analizamos la situación honestamente, aun nuestra conciencia nos acusa. Pero quien reconoce que ha pecado y le da la razón a Dios en esto, sabe que Él dio una solución que es única: Jesucristo. Si seguimos a Jesús y nos mantenemos dentro de sus principios y valores y obedecemos “todo” lo que nos mandó, entonces caminaremos por la senda que conduce a la paz. Es sencillo: Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas. (Mateo 7:12)

Salmos 11:5
El Señor vigila a justos y a malvados, y odia con toda su alma a los que aman la violencia.

Isaías 13:11
El Señor dice: Voy a castigar al mundo por su maldad, a los malvados por sus crímenes. Voy a terminar con la altanería de los orgullosos, voy a humillar a los soberbios e insolentes.

Ezequiel 7:1011
¡Aquí está el día! ¡Ya llegó! ¡Vino la destrucción! La maldad triunfa por todas partes y es mucha la insolencia. La violencia aparece y produce maldad. Pero ellos no lograrán nada con sus riquezas y su griterío. No hay en ellos nada de valor.

Ezequiel 34:45
Ustedes no ayudan a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las que tienen alguna pata rota, ni hacen volver a las que se extravían, ni buscan a las que se pierden, sino que las tratan con dureza y crueldad. Mis ovejas se quedaron sin pastor y se dispersaron, y las fieras salvajes se las comieron.

Mateo 5:9
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.

Marcos 9:50
La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.

Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.



(15 de julio) CREACIÓN O CASUALIDAD

¿Has visto las asombrosas maravillas de nuestro universo? ¿Las galaxias, las estrellas, los sistemas solares, los planetas, los satélites? Todos están sincronizados en perfecta armonía. Cada cual permanece en su sitio y no gira sino en la órbita que le corresponde, por la trayectoria que le toca seguir y a la velocidad que le corresponde, ¡y sus recorridos se pueden calcular con precisión absoluta!

¿Has visto las asombrosas maravillas del microcosmos atómico? ¿Los átomos, los neutrones, los protones, los electrones? Todos están sincronizados en perfecta armonía. Cada cual permanece en su sitio y no gira sino en la órbita que le corresponde, por la trayectoria que le toca seguir y a la velocidad que le corresponde, ¡y sus recorridos se pueden calcular con precisión absoluta!

¿Te parece increíble como se parecen el universo y el microcosmos atómico?

¿Has visto los seres vivos? ¿Toda la naturaleza animal y vegetal, con todas sus especies? ¿Los sistemas orgánicos, las células, los cromosomas, el ADN? Todos están sincronizados en perfecta armonía. Cada cual permanece en su sitio y hace exactamente lo que le corresponde, ¡y sus funcionamientos se pueden calcular con precisión absoluta!

¿Cómo alguien puede decir que todo esto es producto sólo de la casualidad? Basta con contemplar la Creación para comprender que un ser supremo, un creador, tuvo que haber trazado el plan, haber diseñado todo, ponerlo todo en su lugar y ponerlo en marcha.

Si alguien dijera que el reloj, el automóvil o la computadora, se inventaron por sí mismos y se armaron por su cuenta, ¡lo darían por loco! Asimismo, tal como tuvo que haber un creador detrás de la sincronizada perfección de todo invento, ¡De igual modo detrás de la perfecta precisión de este universo hubo un Artífice y Creador Divino!

Salmos 33:69
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca, todos los astros. Él junta y almacena las aguas del mar profundo. Honren al Señor todos en la tierra; ¡hónrenlo todos los habitantes del mundo! Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme.

Salmos 148:56
Alaben el nombre del Señor, pues él dio una orden y todo fue creado; él lo estableció todo para siempre, y dictó una ley que no puede ser violada.

Eclesiastés 11:5
Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco sabes nada de lo que hace Dios, creador de todas las cosas.

Isaías 40:2526
El Dios Santo pregunta: ¿Con quién me van a comparar ustedes? ¿Quién puede ser igual a mí? Levanten los ojos al cielo y miren: ¿Quién creó todo eso? El que los distribuye uno por uno y a todos llama por su nombre. Tan grande es su poder y su fuerza que ninguno de ellos falta.

Juan 1:14
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.

Romanos 1:1920
Lo que de Dios se puede conocer, ellos lo conocen muy bien, porque él mismo se lo ha mostrado; pues lo invisible de Dios se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que él ha hecho. En efecto, desde que el mundo fue creado, claramente se ha podido ver que él es Dios y que su poder nunca tendrá fin. Por eso los malvados no tienen disculpa.



(16 de julio) LA CREACIÓN EN MÍ

Génesis 1:13
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces Dios dijo: ¡Que haya luz! Y hubo luz.

Hoy en día, nosotros tampoco tenemos ninguna forma y somos un mar profundo cubierto de oscuridad. Como al principio, el Espíritu de Dios se mueve sobre nosotros y un día dice: ¡Que haya luz! Y entonces la luz llega a nosotros y todo se ordena de acuerdo con Su Plan Divino. ¿Cómo logramos que el poder creador de Dios, cree la luz dentro de cada uno de nosotros? Salomón nos explica en Proverbios 8 que la sabiduría fue establecida desde la eternidad, antes de que existiera el mundo y dice que quien la encuentra halla la vida y quien la rechaza ama la muerte.

Proverbios 8:2236
El Señor me creó al principio de su obra, antes de que él comenzara a crearlo todo. Me formó en el principio del tiempo, antes de que creara la tierra. Me engendró antes de que existieran los grandes mares, antes de que brotaran los ríos y los manantiales. Antes de afirmar los cerros y los montes, el Señor ya me había engendrado; aún no había creado él la tierra y sus campos, ni el polvo de que el mundo está formado. Cuando él afirmó la bóveda del cielo sobre las aguas del gran mar, allí estaba yo. Cuando afirmó las nubes en el cielo y reforzó las fuentes del mar profundo, cuando ordenó a las aguas del mar no salirse de sus límites, cuando puso las bases de la tierra, allí estaba yo, fielmente, a su lado. Yo era su constante fuente de alegría, y jugueteaba en su presencia a todas horas; jugueteaba en el mundo creado, ¡me sentía feliz por el género humano! Y ahora, hijos míos, escúchenme; sigan mi ejemplo y serán felices. Atiendan a la instrucción; no rechacen la sabiduría. Feliz aquel que me escucha, y que día tras día se mantiene vigilante a las puertas de mi casa. Porque hallarme a mí es hallar la vida y ganarse la buena voluntad del Señor; pero apartarse de mí es poner la vida en peligro; ¡odiarme es amar la muerte!

¿Cuál es esa sabiduría? ¿Dónde la hallamos? Juan nos responde esa pregunta en el capítulo 1 de su Evangelio:

Juan 1:15
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.

Jesús es la palabra de Dios hecha hombre. Es la sabiduría de Dios y como dice en Proverbios 8: dichosos los que van por sus caminos. Atiendan la instrucción de Jesús y sean sabios. Dichosos los que lo escuchan a Él y a sus puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de su casa. Jesús es la luz y la vida. Cuando Jesús entra en nosotros, se hace la luz y todo queda ordenado.

¡Pídele a Jesús que entre en ti y sea tu luz!



(17 de julio) LA ADORACIÓN

¿Qué significa adorar a Dios? Significa someter a Él nuestra voluntad y manera de ser. Significa que estamos reconociendo la suprema autoridad de Dios sobre nosotros. Que estamos renunciando a nuestra propia voluntad a favor de la suya porque nos rendimos totalmente a Su voluntad. Aprender a adorar es aprender a decirle a Dios, de muchas maneras: No se haga mi voluntad sino la tuya.

Tenemos una disposición natural a hacer énfasis en nuestro derecho a adorar “a nuestra propia manera”. Sin embargo, la verdadera adoración es de acuerdo a los términos de Dios, no de acuerdo a los nuestros. Esto señala un hecho fundamental en cuanto a la verdadera adoración: Una vez que escojo al único Dios vivo como mi Dios, renuncio al derecho de adorar “a mi manera”. En el mismo hecho de llamarlo Dios, le concede el derecho de indicarnos cómo desea ser adorado.

Cuando estamos delante de nuestro Padre celestial, nuestro verdadero Padre, Rey de reyes y Señor de señores, solo podemos decir: ¿Qué deseas Padre mío? ¿Qué desea mi Señor? ¡Hágase solamente tu voluntad y no la mía! ¿Quién podría en presencia del Señor hacer su propia voluntad?

¿Dejarías todo lo que El Señor, tu Padre, te pida que dejes? No olvides que nadie te ama, ni te amará, como Él. Comprende que nadie sabe lo que realmente te conviene y lo que verdaderamente necesitas, como Él.

Si vas a adorar, no te arrodilles solo con el cuerpo, arrodíllate sobretodo con el alma.

Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.

Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

Mateo 12:50
Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Mateo 21:2831
Jesús les preguntó: ¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo. El hijo le contestó: ¡No quiero ir! Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Este contestó: Sí, señor, yo iré. Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? El primero, contestaron ellos. Y Jesús les dijo: Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos.

Mateo 26:39
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

Mateo 26:42
Por segunda vez se fue, y oró así: Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.

Juan 4:34
Pero Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo.

Juan 6:38
Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado.

Juan 9:31
Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad.



(18 de julio) QUE FRUTO QUIERES

¿Qué fruto quieres dar? Ya sabemos que el fruto depende del árbol. La pregunta es: ¿Qué tipo de árbol eres? Si eres dominado por el Espíritu, serás un árbol espiritual y darás el fruto del Espíritu. Si eres dominado por la carne, serás un árbol carnal y darás el fruto de la carne. Como bien sabes un árbol no puede dar el fruto de otro árbol. Un manzano no puede dar ciruelas. Si eres un árbol carnal no puedes dar el fruto del Espíritu.

¿Cuál es el fruto del Espíritu? Dice Pablo en el capítulo 5 de Gálatas: En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. ¿Cuál podría ser el fruto de la carne? Como la carne es opuesta al Espíritu, podríamos ver los opuestos al fruto del Espíritu y listaríamos: odio, tristeza, contienda, impaciencia, rudeza, maldad, infidelidad, soberbia y falta de dominio. En el mismo capítulo 5 de Gálatas Pablo dice: Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas.

Jesús nos enseñó que el espíritu puede estar dispuesto pero la carne es débil y debemos estar muy alertas para no caer en la tentación de la carne. Necesitamos pedir al Padre celestial que nos dé el Espíritu Santo para nacer de nuevo espiritualmente y desde ese momento vivir con nuestra mente fija en los deseos del Espíritu. Además debemos pedirle al Padre, que a través de Su Espíritu dirija nuestras vidas. Permitámosle al Espíritu Santo que sea Él quien obre a través de nosotros.

Si no tenemos discernimiento espiritual, nunca comprenderemos la palabra de Dios y no podremos actuar de acuerdo a Su voluntad.

Mateo 26:41
Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.

Marcos 14:38
Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles.

Lucas 11:13
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

Juan 3:58
Jesús le contestó: Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: Todos tienen que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu.

Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.

Romanos 8:59
Los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil, solo se preocupan por seguirlas; pero los que viven conforme al Espíritu, se preocupan por las cosas del Espíritu. Y preocuparse por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil lleva a la muerte; pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. Los que se preocupan por seguir las inclinaciones de la naturaleza débil son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley. Por eso, los que viven según las inclinaciones de la naturaleza débil no pueden agradar a Dios. Pero ustedes ya no viven según esas inclinaciones, sino según el Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.

1 Corintios 2:14
El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente.

Gálatas 5:1626
Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran. Pero si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley. Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se enojan fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios. En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos. Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe. No seamos orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.



(19 de julio) ACUMULACIÓN ABSURDA

Pareciera que estamos en una carrera por aprovisionarnos de cosas. Queremos tener el último modelo y con mucha variedad, si es posible, de todo aquello en que ponemos nuestros ojos: electrónica, muebles, adornos, relojes, joyas, accesorios, automóviles, casas, lentes de sol, ropa, equipos de sonido, viajes, comida gourmet, vinos y licores finos, etc. Se podría decir que esta moda de acumular es el nuevo paradigma de la prosperidad.

Sin embargo, existe ansiedad en el medio de ese paradigma. Para comenzar, esa acumulación de compras que hacemos, hace que nuestras finanzas se perjudiquen porque no todos tenemos la capacidad financiera para tener todas esas cosas, pero igual las quiero y entonces pido financiamiento, crédito, me endeudo y termino teniendo unos compromisos financieros que están por encima de mi capacidad real y ahí se inicia el proceso del stress y la ansiedad que sufro al tratar de distribuir mis ingresos. Es probable que al final deje de comprar algo que realmente era necesario porque tengo mi flujo de caja personal copado. Es la necesidad en el medio de la abundancia.

En otro análisis, habría que preguntarse si esta carrera por acumular cosas y estar siempre buscando tener el último modelo, el que está de moda y el que me hace lucir bien, es porque estamos intentando encontrar seguridad y llenar nuestros propios vacíos en la posesión material.

El Rey Salomón, el hombre más rico de la historia, cuando ya era viejo escribió en el capítulo 1 de Eclesiastés: Estos son los dichos del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalén. ¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión! ¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar en este mundo? Unos nacen, otros mueren, pero la tierra jamás cambia. Sale el sol, se oculta el sol, y vuelve pronto a su lugar para volver a salir. Sopla el viento hacia el sur, y gira luego hacia el norte. ¡Gira y gira el viento! ¡Gira y vuelve a girar! Los ríos van todos al mar, pero el mar nunca se llena; y vuelven los ríos a su origen para recorrer el mismo camino. No hay nadie capaz de expresar cuánto aburren todas las cosas; nadie ve ni oye lo suficiente como para quedar satisfecho. Nada habrá que antes no haya habido; nada se hará que antes no se haya hecho. ¡Nada hay nuevo en este mundo! Nunca faltará quien diga: ¡Esto sí que es algo nuevo! Pero aun eso ya ha existido siglos antes de nosotros. Las cosas pasadas han caído en el olvido, y en el olvido caerán las cosas futuras entre los que vengan después. (Eclesiastés 1:111)

Dice luego Salomón en el capítulo 2: También me dije a mí mismo: Ahora voy a hacer la prueba divirtiéndome; voy a darme buena vida. ¡Pero hasta eso resultó vana ilusión! 2 Y concluí que la risa es locura y que el placer de nada sirve. Con mi mente bajo el control de la sabiduría, quise probar el estímulo del vino, y me entregué a él para saber si eso es lo que más le conviene al hombre durante sus contados días en este mundo. Realicé grandes obras; me construí palacios; tuve mis propios viñedos. Cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales. Construí represas de agua para regar los árboles plantados; compré esclavos y esclavas, y aun tuve criados nacidos en mi casa; también tuve más vacas y ovejas que cualquiera otro antes de mí en Jerusalén. Junté montones de oro y plata, tesoros que antes fueron de otros reyes y de otras provincias. Tuve cantores y cantoras, placeres humanos y concubina tras concubina. Fui un gran personaje, y llegué a tener más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Además de eso, la sabiduría no me abandonaba. Nunca me negué ningún deseo; jamás me negué ninguna diversión. Gocé de corazón con todos mis trabajos, y ese gozo fue mi recompensa. Me puse luego a considerar mis propias obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y me di cuenta de que todo era vana ilusión, un querer atrapar el viento, y de que no hay nada de provecho en este mundo. (Eclesiastés 2:111)

Jesús nos advirtió acerca de la avaricia contándonos la historia de un hombre rico en el Evangelio de Lucas 12:1521
También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. Entonces les contó esta parábola: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.

La pobreza de propósitos es la peor pobreza que pueda haber.



(20 de julio) PODER ENGAÑOSO

¿Por qué nos apartamos de Dios? ¿Por qué queremos excluir a Dios en la fijación de las nuevas normas morales? Si queremos dejar de reconocer la autoridad de Dios y su potestad para fijar las reglas morales, entonces ya no respetamos a Dios e indirectamente no reconocemos su existencia. Es imposible desobedecer a Dios y mantener que creemos en Él y lo respetamos; y mucho menos podemos decir que lo amamos.

Decimos que creemos en Dios pero queremos ser autónomos y no rendirle cuentas. ¿Cómo es ese Dios en quien creemos? Nos hemos vuelto ateos y no nos hemos dado cuenta. Realmente nuestra sociedad ya no cree en Dios. Si creemos que Él es un Dios vivo, Creador de todo, Todopoderoso, Santo, Único Dueño de la Verdad y Modelo de Perfección, debemos obedecerlo sin vacilar. ¿Cómo no obedecerlo si sabemos quien es?

El gran pecado del ser humano es querer decidir lo que está bien y lo que está mal, tomando el lugar de Dios, para ser como Dios. El ser humano quiere el poder. El ser humano dios. El humanismo secular. Sin embargo, vemos como nuestra sociedad está declinando aceleradamente y como este humanismo secular no ha logrado resolver nada.

Esto pasa porque el ser humano no puede ser a la misma vez, juez y parte. Cuando somos juez y parte, vivimos para satisfacer nuestros propios deseos y caprichos. ¿Quién tiene derecho a decir qué se debe y qué no se debe hacer? Basándose en esas premisas, la gente acaba por hacer lo que la complace y lo que le viene en gana. Basta con observar el mundo de hoy para darse cuenta de las consecuencias de esa corriente de pensamiento. ¡Da miedo! Es por eso que necesitamos un ser superior a nosotros que determine el bien y el mal y juzgue sobre nosotros. Necesitamos a nuestro Creador. A nuestro Padre celestial.

En todo esto, ¿cuál es tu postura? No tienes por qué seguir la corriente general. Pídele a Dios que te ilumine y te guíe; te garantizo que lo hará. Luego simplemente actúa en consecuencia.

Génesis 2:1517
Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le dio esta orden: Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.

Génesis 3:16
La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer: ¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín? Y la mujer le contestó: Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos. Pero la serpiente le dijo a la mujer: No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios. La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.

Juan 3:21
Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.

Juan 14:23
Jesús le contestó: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.



(21 de julio) ¿ERES PARTE DE ESTO?
¿Quiénes son los cristianos? Llamamos cristianos a los que:

1. Creen que Dios Padre le dio a Jesucristo autoridad sobre todo mortal para que les conceda vida eterna.
2. Creen, aceptan y obedecen la palabra de Dios y creen que Jesucristo salió de Dios Padre, quien nos lo envió.
3. Creen que Dios Padre, Jesucristo y Espíritu Santo, son uno y que nosotros, los cristianos debemos también ser uno.

No importa quienes sean, de donde vengan o en que iglesia se congreguen. Si creen en los tres puntos anteriores, son cristianos, nuestros hermanos, miembros de la Iglesia de Cristo y “DEBEMOS ESTAR UNIDOS”. En la oración que hace Jesucristo en el capítulo 17 del Evangelio de Juan, encontramos lo siguiente:

Juan 17
Después de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: Padre, la hora ha llegado: glorifica a tu Hijo, para que también él te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo autoridad sobre todo hombre, para dar vida eterna a todos los que le diste. Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste. Yo te he glorificado aquí en el mundo, pues he terminado la obra que tú me confiaste. Ahora, pues, Padre, dame en tu presencia la misma gloria que yo tenía contigo desde antes que existiera el mundo. A los que escogiste del mundo para dármelos, les he hecho saber quién eres. Eran tuyos, y tú me los diste, y han hecho caso de tu palabra. Ahora saben que todo lo que me diste viene de ti; pues les he dado el mensaje que me diste, y ellos lo han aceptado. Se han dado cuenta de que en verdad he venido de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo te ruego por ellos; no ruego por los que son del mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío; y mi gloria se hace visible en ellos. Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Cuando yo estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura. Ahora voy a donde tú estás; pero digo estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo. Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, ellos tampoco son del mundo. Conságralos a ti mismo por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. Como me enviaste a mí entre los que son del mundo, también yo los envío a ellos entre los que son del mundo. Y por causa de ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad. No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí. Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. OH Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.
¡Jesús es Nuestro Señor!



(22 de julio) ¿QUIÉN ES TU AMIGO?

Tu amigo es quien te apoya cuando están pasando por un mal momento y busca ocasiones para compartir contigo tiempo de calidad. Tu verdadero amigo acepta tus equivocaciones y perdona tus ofensas. Además, siempre te acompaña en las ocasiones especiales, te visita cuando tienes problemas de salud y te ayuda a buscar soluciones a tus problemas.

¿Tienes un amigo así? No es fácil conseguir amigos tan especiales. Sin embargo, puedo recomendarte al mejor amigo que hay. Jesús es quien te apoya cuando están pasando por un mal momento y busca ocasiones para compartir contigo tiempo de calidad. Jesús siempre acepta tus equivocaciones y perdona tus ofensas. Además, nunca deja de acompañarte en las ocasiones especiales, no deja de visitarte cuando tienes problemas de salud y te ayuda a buscar soluciones a todos tus problemas. Jesús te da descanso y nunca te abandona. Jesús siempre está cerca de ti y en Él sí se puede confiar. Busca la amistad de Jesús, honrándolo, siendo íntegro, conociéndolo, creyéndole y colocándolo en el centro y control de tu vida. Recuerda que tú cuentas con su favor y Él te considera su amigo.

¡Busca su amistad! ¡Será tu mejor amigo!

Salmos 25:14
El Señor es amigo de quienes lo honran, y les da a conocer su alianza.

Proverbios 3:32
Porque al Señor le repugnan los malvados, pero a los buenos les brinda su confianza.

Juan 15:1315
El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.

Santiago 2:23
Así se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo. Y Abraham fue llamado amigo de Dios.

Santiago 4:4
¡OH gente infiel! ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.

Romanos 8:3839
Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!



(23 de julio) HÁBITOS DE CARÁCTER O CARÁCTER HABITUAL

Un hábito es un modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas. O sea, un hábito es una tendencia adquirida que recuerda nuestra conducta.

Los hábitos son adquiridos a través de la repetición y llegan a ser una pauta de comportamiento relativamente estable. Con la repetición, los hábitos tienden a hacerse más y más automáticos, haciendo que podamos tener hábitos, sin estar concientes de ellos. Además, los hábitos tienen un impacto importante en todo nuestro proceso de aprendizaje y sobretodo en la formación de nuestro carácter.

Todo se inicia en nuestros pensamientos. Pensamos en algo y ese pensamiento se transforma en un sentimiento, que se traduce en: ¡Quiero hacer…! o ¡Tengo ganas de…! De ahí pasamos a la acción y hacemos aquellos que se originó en nuestra mente como un pensamiento. La repetición de este ciclo es lo que forma el hábito. Por ejemplo: dormir 5 minutos más o levantarse a la hora, comer la cantidad necesaria o más de la cuenta, hacer o no hacer ejercicios, leer, conversar, salir o ver televisión, seguir instrucciones o no seguirlas, escuchar a otros con o sin interrupciones, ser proactivo o reactivo, dejar las cosas para mañana o hacerlas hoy, hacer lo que quiero o lo que debo, ahorrar o no ahorrar, fumar o no fumar, emborracharnos o no emborracharnos, consumir drogas o no consumirlas, mirar pornografía o dejar de hacerlo, tener relaciones sexuales casuales e ilícitas o mantener una vida sexual sana, pensar o no pensar antes de actuar, obedecer o ser desobedientes, etc.

Ahora necesitamos pensar en ¿Cuáles son nuestras pautas de comportamiento? ¿Cuáles con nuestras conductas automáticas? ¿Qué hábitos estamos alimentando con la repetición de nuestras acciones? ¿Cuáles son nuestros hábitos? ¿Podemos cambiar nuestros hábitos? Todo ser humano puede cambiar sus hábitos. Pero todo plan para cambiar de hábitos debe comenzar con el cambio del pensamiento. Si no cambias tu manera de pensar no puedes cambiar tu manera de actuar. No es que no puedas cambiar tus hábitos. El problema es que te gustan y piensas en ellos constantemente, los deseas, los anhelas, viven y se fortalecen en tus pensamientos. Necesitas arrepentirte, cambiar tu manera de pensar y comenzar el cambio en tu manera de actuar para que comiences a repetir conductas diferentes y puedas fomentar nuevos hábitos.

Tus hábitos forman tu carácter y tu carácter labra tu destino. ¡Cuida tus hábitos!

Jesús tenía como hábitos: orar, ayunar, leer la Biblia, madrugar, hacer vigilias, congregarse, estar en constante movimiento y visitar muchos poblados, enseñar la palabra de Dios, ayudar al prójimo, sanar y liberar. ¿Te dice algo esto? ¿Podemos aprender algo de los hábitos y el carácter de Jesús? Si lo seguimos a Él ¿Por qué no practicamos sus hábitos y buscamos tener su carácter?

Efesios 4:2224
Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.

1 Pedro 1:1417
Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: Sean ustedes santos, porque yo soy santo. Si ustedes llaman Padre a Dios, que juzga a cada uno según sus hechos y sin parcialidad, deben mostrarle reverencia durante todo el tiempo que vivan en este mundo.

2 Pedro 1:28
Reciban abundancia de gracia y de paz mediante el conocimiento que tienen de Dios y de Jesús, nuestro Señor. Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor. Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo.



(24 de julio) AMOR INCONDICIONAL

La frase “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, aparece en los Evangelios, literalmente escrita de esa manera, cuatro veces. La podemos leer en Mateo 19:19 y 22:39, en Marcos 12:31 y en Lucas 10:27. Mucho se ha escrito y predicado sobre esto, pero la pregunta es: ¿Lo comprendemos? ¿Lo aplicamos? ¿Obedecemos?

Jesús nos dijo que:
1. Es el mandamiento más importante.
2. Amar al prójimo como a ti mismo se parece a amar a Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente.
3. Toda la Biblia depende de ese gran mandamiento.
4. Es más importante que cualquier otra ofrenda a Dios.
5. Cumpliéndolo “viviremos”.

En el Evangelio de Juan, Jesús completa la idea al decirnos que debemos amarnos los unos a los otros de la misma manera que Él nos amó a nosotros y que al amarnos así seríamos sus “amigos” y entonces el Padre nos daría todo lo que le pidiéramos en Su nombre.

En la vida no importa como eres tú, ni como es tu prójimo. Debes apreciar a los demás por lo que son: hijos de Dios igual que tú y por esa razón son tus hermanos. Debes aceptarlos y amarlos incondicionalmente. De acuerdo con la primera carta a los Corintios escrita por Pablo: Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir.

Un verdadero amor de hermano es el que permanece, aunque el resto del mundo se vaya.

Mateo 19:1619
Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó: Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos. ¿Cuáles? preguntó el joven. Y Jesús le dijo: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.

Mateo 22:3640
Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.

Marcos 12:3034
Jesús le contestó: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Pero hay un segundo: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ningún mandamiento es más importante que estos. El maestro de la ley le dijo: Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.

Lucas 10:2528
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? El maestro de la ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida.

Juan 13:3435
Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.

Juan 15:917
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.

1 Corintios 13:48
Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos.



(25 de julio) ¿TE GUSTA EL CHISME?

El chisme es un comentario que puede estar basado en algo verdadero o falso y con el que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras. Nuestro conocimiento de un asunto es muy peligroso cuando lo usamos para empezar un chisme que cause algún tipo de malestar de alguien contra alguien. Contar un chisme es como arrojar barro a una pared limpia. Tal vez no se quede pegado, pero siempre dejará una mancha. No creas lo que escuchas sin tener evidencias y no repitas lo que no crees y sobre lo que no tienes total certeza. No escuches ni repitas comentarios insidiosos que hacen daño aunque estén revestidos de un aspecto inofensivo y justo. Uno de los hábitos más fáciles de adquirir para el ser humano, es el hábito de hacer daño con comentarios. Todo comentario dañino es un chisme. Siembra un chisme y recogerás una cosecha de pesares. Decide en tu corazón no hablar mal de nadie, ni aun teniendo motivos.

Mateo 12:3437
¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.

Mateo 15:11
Lo que entra por la boca del hombre no es lo que lo hace impuro. Al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca.

Mateo 15:18
Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro.



(26 de julio) LAS FINANZAS DE JESÚS

Las enseñanzas financieras de Jesucristo pueden ser confusas para el lector casual. Es necesario poner mucha atención para poder comprender el fondo del asunto. Entiendo que este es un tema muy poco popular porque a casi nadie le gusta escuchar las enseñanzas financieras de Jesús. Pero, escrito está.

Hay varias parábolas de Jesús que nos muestras los beneficios de la planificación, la prudencia, el ahorro y las inversiones. Si bien es cierto que estas parábolas de Jesús tienen primordialmente un mensaje espiritual, no podemos dejar de ver la excelente enseñanza que contienen, para el manejo de las finanzas.

Sin embargo, a pesar de esas enseñanzas que hablan de panificación, prudencia, ahorro e inversión, el mensaje financiero central de Jesús está dirigido al hecho de que no debemos aspirar a tener riquezas terrenales. ¿Entonces, hay aquí una contradicción? No, de ninguna manera. Nuestro Señor nos manda a multiplicar las riquezas, administrarlas muy bien y a ser prósperos, pero no para nuestro propio beneficio. Hay que utilizar esas riquezas terrenales para cumplir con Sus propósitos divinos. O sea, ¡Seamos excelentes generadores de riquezas y mejores administradores de esas riquezas que pertenecen a Nuestro Rey y que debemos utilizar para lo que Él nos mande!

¡Nuestro Señor es muy generoso, pero también es el mejor administrador del universo y quiere estar seguro de que cada centavo Suyo se utilice bien y para el propósito que Él tiene previsto!

Lucas 14:2832
Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, diciendo: Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar. O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil? Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz.

Mateo 25:113
Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo! Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando. Pero las muchachas previsoras contestaron: No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas. Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Pero él les contestó: Les aseguro que no las conozco.

Mateo 25:1430
Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra. Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané. El jefe le dijo: Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo. Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané. El jefe le dijo: Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo. Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo. El jefe le contestó: Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses. Y dijo a los que estaban allí: Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.

Mateo 6:24
Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.

Mateo 19:2324
Jesús dijo entonces a sus discípulos: Les aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Les repito que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.

Lucas 12:1521
También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. Entonces les contó esta parábola: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.

Lucas 16:913
Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas. El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece? Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.



(27 de julio) ¿Y CUÁL ES TU DESICIÓN?

Basta con tener un poco de experiencia en la vida para comprender perfectamente que las situaciones y circunstancias que suceden a nuestro alrededor escapan en gran medida a nuestro control y por lo tanto es poco lo que podemos hacer para tomar decisiones sobre ellas. Hay muchas situaciones y circunstancias que simplemente suceden sin que nosotros podamos tomar ninguna decisión sobre ellas. Por ejemplo: enfermedades, cambios en el clima, desastres naturales, tendencias en la economía nacional e internacional, accidentes, decisiones de otras personas, amenazas políticas, guerras, cambios de mercado, pérdidas financieras y nuestra genética, entre otros.

Al pensar en esto nos enfrentamos a un hecho inobjetable. Hay mucho sobre nuestro futuro que no depende de nosotros ni de nuestras decisiones. Eso nos hace sentir frágiles. ¿Verdad?

Sin embargo, hay algo que si está totalmente dentro de nuestro campo de decisión y bajo nuestro más absoluto control: La forma y manera en que reaccionamos a todas esas situaciones y circunstancias. ¡Ahí está nuestra fortaleza! ¿Cómo reaccionamos y cual es nuestra actitud cuando nos enfrentamos al tipo de circunstancias que describimos en el párrafo anterior? Podemos optar por el camino del odio, tristeza, enfrentamiento, pelea, nerviosismo, impaciencia, inquietud, temor, revancha, venganza, deslealtad, infidelidad, arrogancia, ira, enojo y descontrol. Por el contrario, podemos tomar el camino del amor, alegría, paz, paciencia, tranquilidad, seguridad, bondad, amabilidad, fidelidad, humildad y dominio propio. Víctor Frankl dijo: me pueden quitar todas mis libertades, menos la libertad de decidir como voy a reaccionar ante una situación.

El Señor quiere enseñarte sus caminos. Su camino es bueno y si lo tomas Él te dará la actitud correcta que te ayudará a enfrentar cualquier situación o circunstancia que se te presente, porque El Señor estará contigo.

¿Cuál es tu situación hoy? ¿Cuál es tu decisión? ¿Cuál es tu actitud?

Salmos 18:30
El camino de Dios es perfecto; la promesa del Señor es digna de confianza; ¡Dios protege a cuantos en él confían!

Salmos 32:8
El Señor dice: Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir.

Salmos 143:8
Por la mañana hazme saber de tu amor, porque en ti he puesto mi confianza. Hazme saber cuál debe ser mi conducta, porque a ti dirijo mis anhelos.

Proverbios 20:24
El Señor dirige los pasos del hombre; nadie conoce su propio destino.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(28 de julio) ¿CREES EN LA VIDA ETERNA?

¿Realmente crees en la vida eterna? ¿Crees que despues de la muerte de tu cuerpo físico, tu alma va a pasar el resto de la eternidad con Dios? ¿Crees que la muerte no es más que el comienzo de una nueva vida fuera de tu cuerpo físico y al lado de Dios? ¿Realmente crees en Dios lo suficiente como para creer en la vida eterna?

Si estos conceptos te incomodan es probable que haya que revisar algo en tu presente. Pero también debes estar conciente de que Dios oculta a los seres humanos la felicidad de la muerte para que puedan soportar la realidad de esta vida. No te confundas con tus sentimientos y revisa las promesas del Señor con respecto a tu vida eterna. La muerte no es más que el amanecer a otra vida mucho más real que la física que conoces.

¿Sabes que hubo alguien que murió y resucitó? ¡Pues Él te puede resucitar también a ti!

¿Qué fue Jesús? ¿Un loco? ¿Un mentiroso? El dijo ser el hijo de Dios e igual a Dios. No nos dejó muchas alternativas de interpretación. El fue lo que dijo ser o fue un loco o un mentiroso. No hay explicaciones intermedias. Jesús no fue solo un profeta o un gran maestro. El se dejó clavar en la cruz por sus palabras. Nunca se retractó. Todos sus seguidores se dejaron martirizar por Su mensaje. Nadie jamás se ha atrevido a decir que Jesús fue un loco o un mentiroso. ¿Entonces?

¡Si! El hijo de Dios. Dios hecho hombre, bajó a la tierra para traerte la salvación y darte la vida eterna. ¿Puedes creer eso? Aquí tienes las promesas. Aprópiate de ellas. Si haces tu parte El Señor hará la suya. Cree en Jesucristo y tendrás vida eterna. Creer significa seguirlo y obedecerlo. No podemos creer en alguien a quien no seguimos ni obedecemos. Si sigues y obedeces a Jesús, tendrás vida eterna.

Juan 3:16
Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.

Juan 4:14
El que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.

Juan 5:21
Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, también el Hijo da vida a quienes quiere dársela.

Juan 5:24
Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.

Juan 5:2829
No se admiren de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien, resucitarán para tener vida; pero los que hicieron el mal, resucitarán para ser condenados.

Juan 6:27
No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.

Juan 6:40
Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último.

Juan 6:47
Les aseguro que quien cree, tiene vida eterna.

Juan 6:54
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último.

Juan 10:2729
Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar.

Juan 11:2526
Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?

Juan 12:4950
Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.

Juan 17:13
Después de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: Padre, la hora ha llegado: glorifica a tu Hijo, para que también él te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo autoridad sobre todo hombre, para dar vida eterna a todos los que le diste. Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.



(29 de julio) ¿CUÁNTO CUESTA TU CASA?

¿Tienes casa propia? ¿Cuánto cuesta tu casa? ¿No tienes vivienda propia? ¿Quieres comprar una? ¿Cuánto te costaría comprar tu vivienda? ¿Sabes que un día vas a tener una vivienda que no te va a costar nada porque ya alguien pago por ella? No tendrás que pagar por el costo de la vivienda y tampoco tendrás que pagar por su mantenimiento, ni tendrás ningún gasto adicional, nada de nada, porque ya alguien lo pagó todo. Además, la vivienda estará en el lugar más hermoso que existe, el más precioso y paradisíaco. No hay mejor ubicación posible para tu vivienda.

Jesús dijo: En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. (Juan 14:2), y también dijo: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. (Juan 14:23).

Cuando partas de este mundo, habrá una vivienda eterna, maravillosa, hermosa y lista, esperando por ti, porque es sólo para ti. Fue hecha para ti, especialmente para ti y para que tu la disfrutes al máximo. Sin embargo, aunque no tendrás que pagar nada por tu vivienda eterna, tanto el sitio como la vivienda son muy exclusivos y la única manera de entrar es que haya amigos que te reciban y te lleven a tu nueva vivienda.

Por eso Jesús nos enseña: Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas. (Lucas 16:9).

Trabajar y esforzarse por tener una vivienda propia, aquí en este mundo, es definitivamente muy aconsejable. Pero lo que es realmente vital e indispensable, es que trabajemos y nos esforcemos por tener nuestra vivienda eterna propia.

Apocalipsis 21:17
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir. El que estaba sentado en el trono dijo: Yo hago nuevas todas las cosas. Y también dijo: Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. Después me dijo: Ya está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed le daré a beber del manantial del agua de la vida, sin que le cueste nada. El que salga vencedor recibirá todo esto como herencia; y yo seré su Dios y él será mi hijo.

Apocalipsis 21:2227
No vi ningún santuario en la ciudad, porque el Señor, el Dios todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero. La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios, y su lámpara es el Cordero. Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas. Sus puertas no se cerrarán de día, y en ella no habrá noche. Le entregarán las riquezas y el esplendor de las naciones; pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.



(30 de julio) ¡NO TE DES POR VENCIDO!

Pablo nos dice en la carta a los romanos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman. O sea, que si tú amas a Dios, todo estará dispuesto para tu bien. La pregunta es: ¿Qué significa amar a Dios? Hay varias respuestas posibles para esta pregunta, pero hay una que es definitiva. En el capítulo 14 del Evangelio de Juan aprendemos que demostramos nuestro amor a Dios, obedeciéndolo. Es lógico ¿quién podría decir que ama a su padre, pero no lo obedece? Sería un amor falso, no verdadero. Por lo tanto, si amamos a nuestro Padre celestial, nuestro único y verdadero Padre, debemos obedecerlo en todo y sin vacilar.

Por lo tanto, la enseñanza de Pablo en la carta a los romanos dice: Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo obedecen. Una de las principales actitudes de obediencia a Dios es aceptar Su voluntad. ¿Por qué? ¡Porque Dios sabe lo que hace! ¡El Señor siempre tiene una razón, un propósito! No es necesario que nosotros comprendamos. ¡Simplemente deja Dios haga su voluntad y que todo sirva a Sus propósitos perfectos!

Obedece Su palabra y acepta Su voluntad, siempre, sea lo que sea y te irá bien, porque El Señor lo dispondrá todo para tu bien. No siempre parece así. Muchas veces cuando están en el medio de la tormenta piensas que no lo vas a lograr, pero Dios consigue Sus mayores victorias en aparentes derrotas. Tal vez tu problema tenga el objetivo de fortalecerte y dotarte para que des fuerzas a los demás. Tal vez tu situación te lleve a una victoria muy superior, que aún no has visto, porque no tienes la perspectiva de Dios. Jesús en el jardín de getsemaní le pidió a Su Padre que evitara su martirio y crucifixión, pero que se hiciera su voluntad. Dios no evitó la muerte de Jesús, pero lo resucitó y le dio autoridad total sobre el cielo y la tierra.

De modo que, ¡No te des por vencido! ¡No te hundas en tus dudas y temores! ¡Haz de tus problemas, situaciones y circunstancias, tu esperanza y tu fortaleza de fidelidad a Dios! ¡Toma tu barca y hazte a la mar otra vez! ¡No temas a la tormenta que no tiene que ser el fin, sino el comienzo!

Romanos 8:28
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.

Juan 14:15
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.

Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

Juan 14:2324
El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama, no hace caso de mis palabras. Las palabras que ustedes están escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.

Juan 15:910
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Mateo 26:39
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.



(31 de julio) LA FE Y LA DUDA

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Eso es lo que nos enseña el primer versículo del capítulo 11 de la carta a los hebreos. ¿Cómo puedo tener la plena seguridad de recibir lo que se espera? ¿Cómo puedo estar convencido de la realidad de cosas que no veo? ¿Cómo se logra esta clase de fe?

Si tenemos plena confianza en nuestro Padre celestial y “no dudamos”, podemos tener la más absoluta seguridad de que podemos esperar que todas sus promesas se cumplirán y total certeza de que aunque no lo veamos, sucederá. Busca en la palabra de Nuestro Señor, todas las promesas que Él te ha hecho y créelas sin dudar. La seguridad es Él y la realidad está en Él, porque Dios no es un ser humano para mentir, ni cambiar de parecer. Él cumple lo que promete y lleva a cabo lo que dice.

La confianza en Él Señor te capacitará para ver lo invisible, creer lo increíble, aceptar lo imposible, arreglártelas sin lo indispensable y sobrellevar lo intolerable. Cree en Él y no dudes, aunque no lo veas, no lo sientas y pienses que Él Calla.

Tu fe nos permitirá que todas las circunstancias que te rodean sean escenarios en los que Él manifiesta toda Su gracia y todo Su poder. Los gigantes de la fe como Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Caleb, Samuel, David, Josafat, Ezequías, Josías, Daniel, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Elías y Eliseo, entre otros, fueron seres comunes y corrientes que hicieron grandes cosas para Dios porque tenían la certeza de que Él estaba con ellos y de que siempre cumpliría Su palabra. Si nos decidimos a tomar las promesas de Dios, al pie de la letra, descubriremos el mundo sobrenatural de nuestro Padre celestial.

No conocemos nuestro futuro pero si conocemos las promesas de Nuestro Señor, a quien sí conocemos. Por lo tanto no podemos dudar. La única fe posible es la que tiene plena confianza en Dios.

Mateo 8:2527
Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?

Mateo 14:2931
Ven, dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?

Mateo 21:2022
Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y preguntaron a Jesús: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante? Jesús les contestó: Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: Quítate de ahí y arrójate al mar, así sucederá. Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.

Santiago 1:68
Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta.



(1 de agosto) ¿POR QUÉ HABLAS ASÍ?

¿Por qué dices?: No puedo resolver las cosas. Cuando la realidad es: Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto. (Proverbios 3:56)

¿Por qué dices?: Es imposible. Cuando la realidad es: Jesús les contestó: Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. (Lucas 18:27)

¿Por qué dices?: Me siento muy solo. Cuando la realidad es que Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré." (Hebreos 13:5b)

¿Por qué dices?: Yo no lo puedo hacer. Cuando la realidad es: A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)

¿Por qué dices?: No merezco perdón. Cuando la realidad es: Si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1:9)

¿Por qué dices?: Tengo miedo. Cuando la realidad es: No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. (Isaías 41:10)

¿Por qué dices?: Estoy muy cansado. Cuando la realidad es: Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. (Mateo 11:28)

¿Por qué dices?: Nadie me ama de verdad. Cuando la realidad es: Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. (Juan 15:9)

¿Por qué dices?: No sé como seguir. Cuando la realidad es: Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. (Juan 14:6)

¿Por qué dices?: No se que es lo que quiere Dios. Cuando la realidad es: Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien. (2 Timoteo 3:1517)



(2 de agosto) LO MISMO QUE TU

Jesús dice que debes “amar a tu prójimo como a ti mismo”. Quiere decir que tu amor por los demás debe ser igual que tu amor por ti mismo. O sea que, ¿Tengo que amarme a mí mismo? Correcto. Si no aprendes a amarte a ti mismo, no serás capaz de amar a los demás adecuadamente. Quizá por eso le es tan difícil al ser humano amar al prójimo. Debemos comenzar por enseñar a las personas a amarse a sí mismas. Jesús no dijo: “Ama a tu prójimo en lugar de amarte a ti mismo” o “Ama a tu prójimo más que a ti mismo”. Jesús está queriendo decir algo así: “Ya te amas a ti mismo, y hacerlo correctamente es bueno. Ahora ve y ama a otros de esa misma manera”. Por favor, no confundas el amarte y cuidarte a ti mismo con “pensar sólo en ti mismo”. Amarte a ti mismo es amor vital y genuino. Pensar sólo en ti mismo es egoísmo y dista mucho del amor que Dios ha puesto en nuestros corazones.

Amarte a ti mismo significa alimentarte, cuidarte y protegerte de todo mal mental, físico o espiritual. Debes ser paciente y bondadoso contigo mismo, aceptar y disculpar tus defectos, soportarte y apoyarte a ti mismo, creer en ti y tener esperanza en ti. Nunca te engañes a ti mismo, no seas egoísta ni rudo contigo, no te enojes contigo mismo, ni te sientas indigno o que no mereces perdón y sobre todo “NUNCA TE ABANDONES A TI MISMO”. No sientas envidia de nadie porque te desprecias a ti mismo. Tampoco te jactes en tu propio orgullo porque te haces daño a ti mismo. Regocíjate en ti, en lo que eres y en lo que tienes. Dios te ama tal cual eres. Él es el que hace la obra en ti y dice que tú mereces ser amado. ¡No desprecies lo que Dios dice que es un tesoro! Fuiste hecho diferente a los demás pero a imagen y semejanza de Dios. El tesoro está dentro de ti. Rompe los paradigmas del mundo que te han catalogado y etiquetado. Deja que tu grandeza interior fluya y emane, para que de él fruto que Dios tiene planificado.

Si tu no sabes nadar, no puedes enseñar a nadar a otra persona y mucho menos salvarla si se está ahogando. Las instrucciones en los vuelos de avión dicen: Si el interior del avión de pronto sufre una pérdida de presión, lo primero que debe hacer es ponerse su propia máscara de oxígeno y entonces puede ayudar a los que están sentados a tu alrededor. Después de todo, si te falta el aire, no puedes ayudar a nadie, ni siquiera ayudarte a ti mismo. Igual pasa con el amor. Si no has aprendido a amarte y ese amor no está dentro de ti, no puede fluir hacia fuera y llegar a otros.

Lucas 10:2537
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? El maestro de la ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida. Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Jesús entonces le contestó: Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva. Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos? El maestro de la ley contestó: El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Pues ve y haz tú lo mismo.

Marcos 12:2934
Jesús le contestó: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Pero hay un segundo: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ningún mandamiento es más importante que estos. El maestro de la ley le dijo: Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.

Mateo 22:3740
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.



(3 de agosto) ¿SABES AMARTE?

Jesús dijo que amáramos a otros como nos amamos a nosotros mismos, porque el tipo apropiado de amor propio nos capacita para amar a otros. La pregunta es: ¿Qué tanto te amas? ¿Sabes amarte?

¿Amas tu cuerpo físico lo suficiente como para: abrocharte el cinturón de seguridad en tu vehículo, dejar de fumar, beber con moderación, decir “No” a las drogas, dormir bien, alimentarte sanamente, hacer ejercicios, llevar una vida sexual ordenada y hacerte chequeos médicos regularmente? ¿O nada de eso te importa?

¿Amas tu mente lo suficiente como para: evitar lecturas, páginas Web, programas de TV, videos, películas, conversaciones y actividades que contaminen tu mente? ¿Aceptarte como eres, creer en ti, perdonar, pedir perdón y aceptarlo? ¿O eres indiferente?

¿Amas tu espíritu lo suficiente como para: amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, buscarlo en oración diariamente, buscar Su palabra en la Biblia para obedecerla sin vacilar y arrepentirte de tu manera de actuar que es contraria a Su palabra? ¿Aceptar la voluntad de Dios, sea cual sea? ¿Contentarte con la provisión diaria que Dios te da? ¿Reunirte con otras personas que comparten tu decisión de buscar a Dios para fortalecerse mutuamente? ¿O eso es mucho para ti?

“El amor propio”, en el sentido que lo estamos usando aquí significa: invertir tiempo y esfuerzo en nuestro propio desarrollo de manera que realmente estemos alimentados en todos los aspectos físicos, mentales y espirituales. Que nos cuidemos y protejamos de todo lo que nos perjudica, ataca y destruye, y que sin lugar a dudas nos amemos a nosotros mismos, de verdad. Así y sólo así, estaremos preparados para amar y ayudar a otros, porque no podemos dar lo que no tenemos. Cuando nos amamos a nosotros mismos nos capacitamos para amar a otros como nos ordenó Cristo.

Si quieres ser obediente a Dios, comienza con obedecerlo en el mandamiento más importante. Además, debemos amarnos los unos a los otros tal y como Él nos ama a nosotros. Si Dios te ama, ¿Cómo puedes no amarte a ti mismo? Si Él nos ama a todos, ¿Cómo puedo yo no amar a mi prójimo?

Juan 15:917
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.

Mateo 22:3740
Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.



(4 de agosto) ¿ESTRESADO O ESCLAVISADO?

Si tu vida transcurre en un permanente estrés y sientes que vas a estallar, es hora de que tomes medidas al respecto. Está muy bien que estemos comprometidos con nuestras responsabilidades y actividades, pero, la sobrecarga crónica no es sana y puede producirnos pérdida de perspectiva e inclusive llegar al colapso. ¿Te ha quitado el estrés tu libertad?

Por favor, abandona la idea de que no hay nada que puedes hacer al respecto. Deja la autocompasión, libérate y retoma el control de tu vida, a través de retomar el control de tu agenda. Examina muy bien y con mucha conciencia, los compromisos que haces. Tienen que tener mucha disciplina y controlar esa tendencia a aceptar todas las responsabilidades y actividades que te quieren asignar, de asistir a todas reuniones a las que te invitan y de luchar por adquirir ese estándar de vida que te han convencido que es vital e indispensable para ti.

¿Cuáles son tus prioridades hoy? ¿Si te dijeran mañana que te queda un año de vida, mantendrías las mismas prioridades? ¿No cambiaría nada en tu vida? ¿A qué le has dado más importancia a las personas o al trabajo? ¿Qué contarán tus hijos sobre la vida que vivieron contigo cuando ellos eran niños? ¿Se siente tu cónyuge bien con su matrimonio? ¿Has sabido diferenciar entre importante y urgente? ¿A qué le has dedicado más esfuerzo? ¿A darle tiempo o a darle cosas, a tus seres queridos? ¿Qué trascendencia tienen las cosas que haces? ¿Quién las recordará después de que te hayas ido?

Necesitas revisar tus prioridades. ¿En tu lista de prioridades y en tu vida?:
1. ¿Qué lugar ocupa Dios?
2. ¿Qué lugar ocupa tu familia?
3. ¿Qué lugar ocupa tu bienestar físico, mental, emocional y espiritual?
4. ¿Qué lugar ocupa tu comunidad y círculo de influencia personal?
5. ¿Qué lugar ocupa tu trabajo?
6. ¿Qué lugar ocupa tu crecimiento y diversidad personal?
7. ¿Qué lugar ocupa tu responsabilidad social y cívica?

Debes entender que para tener una vida balanceada hay que renunciar a algunas cosas. Hay que saber decir: “NO”. Para muchas personas renunciar y decir no, es difícil porque sienten que no están comprometidos y que se han vuelto insensibles. Pero la realidad es que la sociedad nos ha programado para ser los esclavos del siglo 21 y nos han hecho creer que lo único que hay que hacer es trabajar, trabajar y trabajar. Como los esclavos de antes, pero con cadenas que ahora son mentales y culturales.

No dejes que el ladrón te robe tu libertad y destruya tu vida. Libérate. Protege tu horario. Protege tu dedicación de tiempo. Protege tus prioridades. No te sometas al mundo y a su nuevo estilo de esclavitud. Se libre. Dios tiene libertad para ti. Jesús vino para que fueras libre. Busca su palabra y aprende sobre lo que es la libertad.

Juan 8:3132
Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

Juan 8:36
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres.

Mateo 6:2534
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Mateo 16:26
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?

Juan 6:27
No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.

Juan 6:35
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.

Juan 10:10
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.



(5 de agosto) ESCALA DE VALORES

¿Cuál es la escala de valores del mundo? ¿Cuál es tu escala de valores? ¿Hay diferencias entre la escala de valores del mundo y la de Cristo? ¿Hay diferencias entre tu escala de valores y los valores cristianos?

Por escala de valores nos referimos a todo lo que buscas, deseas, anhelas, persigues, cultivas, admiras y atesoras. Todo aquello por lo que luchas. Aquello por lo que haces esfuerzos. Tus metas. Todo lo que quieres.

Los cristianos seguimos a Jesucristo, quien alteró la escala de valores de su época. A pesar de que hace 2000 años que tenemos sus enseñanzas y ejemplo, los valores del mundo no han cambiado importantemente y más aún, muchos de los cristianos que dicen seguir a Jesús, no utilizan la escala de valores que Él nos enseñó.

La venida de Jesucristo a este mundo demuestra esa alteración de la escala de valores. Él, quien es el hijo de Dios, igual al Padre, que estuvo con El Padre desde la creación del mundo, Rey de reyes y Señor de señores, se humilló al hacerse hombre. Nació en un establo y vivió en la pobreza. No tuvo títulos honorarios ni de nobleza. No fue rey de ninguna nación ni un gobernante famoso. No acumuló riquezas. No buscó poder ni fama, No anheló una vida de placeres ni trató de hacer su vida fácil y divertida. Escogió la compañía de gente sencilla, humilde y trabajadora. Le tendió su mano a los indeseables y menospreciados, como prostitutas, recaudadores de impuestos, enfermos, leprosos y a los más pobres. No vino para ser servido sino para servir. Lo persiguieron y apresaron porque no negoció sus principios. Murió crucificado entre dos ladrones como un vulgar delincuente.
¿Por qué Jesús prefirió a los que están al margen de la sociedad, antes que a los que se estiman superiores a los demás? ¿Por qué no buscó poder, fama y fortuna?

Su vida nos cuenta sobre sus valores: Juan, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores a que le preguntaran si él era de veras el que había de venir, o si debían esperar a otro. Jesús les contestó: Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. (Mateo 11:25) Un día dijo en la sinagoga, leyendo de Isaías: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos. (Lucas 4:18)

Definitivamente la búsqueda de la riqueza material no estaba en su lista. El le dijo a un rico: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. (Mateo 19:21) Y también dijo: No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.. (Lucas 12:3234)

También dijo Jesús a alguien que lo había invitado: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten. (Lucas 14:1214) Finalmente sentenció sobre la avaricia: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. Entonces les contó esta parábola: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios. (Lucas 12:1521)

Terminamos nuestro pensamiento con la parábola de Lázaro y el hombre rico que encontramos en Lucas 16:1925: Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado. Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: ¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego. Pero Abraham le contestó: Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres.

¿Será que necesitamos revisar nuestra escala de valores? ¿Será que el mundo ha tenido más influencia en nosotros que las propias palabras de Jesús?

Medita en esto. ¡Es de vital importancia!



(6 de agosto) ¿ESTÁS SEGURO DE TU FE?

La definición de fe, como ya sabemos, está en el libro de Hebreos, en el capítulo 11, versículo 1, y dice: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.

El problema es que partiendo de esta definición y aplicando una interpretación muy particular, hemos transformado el concepto de fe en algo que no se ajusta al contexto bíblico integral. De acuerdo con la Biblia “en su totalidad”, Dios quiere nuestra salvación y pide nuestra obediencia absoluta a su palabra y a su voluntad. Dios es misericordioso y aunque fallemos en nuestra obediencia a su palabra y a su voluntad, Él está dispuesto a perdonarnos tantas veces como sea necesario, con la única condición de que nos arrepintamos “de corazón”. Solo Dios sabe si nuestro arrepentimiento es honesto, porque solo Dios conoce el corazón del ser humano.

Ahora bien, utilizando las palabras de Hebreos 11:1, hemos llegado a pensar y a enseñar que todo aquello que pidamos con fe, lo recibiremos. O sea que, hay que con la plena seguridad de recibir lo que se espera; orar convencidos de la realidad de cosas que no vemos, y entonces se hará realidad. Pero, ¿Y dónde queda la voluntad de Dios? ¿Qué tal si lo que yo estoy pidiendo no está de acuerdo con su voluntad? Dios puede responder a cualquier oración con un “Si”, con un “Si, pero ahora no” o con un “No”. Un buen ejemplo de cómo la voluntad de Dios está sobre cualquier petición humana, lo vemos en el pasaje que podemos leer en Mateo 20:2023: La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda. Jesús contestó: Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo? Ellos dijeron: Podemos. Jesús les respondió: Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.

Por lo tanto, en el contexto bíblico, la definición: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera y es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos., aplica a la garantía de que lo que Dios ha dicho y prometido, lo podemos esperar, con la certeza de que aunque no lo veamos ahora, sucederá. Cuando Dios dice “No” o “Sí, pero no ahora”, está haciendo Su voluntad y nosotros debemos aceptarlo, porque hemos decidido ser sus hijos obedientes y porque sabemos que aunque no lo entendamos, Él lo hace todo por nuestro bien.

Las promesas de Dios son nuestra propiedad porque Él nos las dio a nosotros y tenemos el título de propiedad en Su palabra. Usa tu propiedad. Usa las promesas de Dios. Para eso es la fe. Para creer que Sus promesas se cumplirán aunque parezca que imposible y las circunstancias adversas nos rodeen. La fe “no” es para pedir todo lo que se nos antoje y pensar que porque lo pedimos con fe, lo debemos recibir.

Jesús dijo:
Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan! (Mateo 7:711) Jesús aclara que nos dará cosas buenas y no todo lo que pedimos es bueno para nosotros. Sólo Dios lo sabe.

Ese mismo pasaje en el Evangelio de Lucas dice:
Así que yo les digo: Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso alguno de ustedes, que sea padre, sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado, o de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! (Lucas 11:913) Aquí Jesús dice que así como un padre bueno da cosas buenas a sus hijos, nuestro Padre celestial nos dará el Espíritu Santo si se lo pedimos. No habla de nuestros anhelos y antojos.

Lo mismo sucede con esta promesa de Jesús:
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. (Juan 14:1214) Es claro que Jesús está hablando de que cuando estemos haciendo Su obra, lo que pidamos en Su nombre, para hacer Su obra, Él lo hará.

Y cuando Jesús dice:
Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. (Juan 15:7) Si permanecemos en Jesús y sus palabras permanecen en nosotros, podemos pedir lo que queramos y se nos concederá. ¿Qué puedo pedir si permanezco en Jesús y sus palabras permanecen en mi?

La respuesta está en Mateo 6:2534:
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Dentro del contexto bíblico, podemos comprender estas poderosas palabras de Jesús:
Jesús les contestó: Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: Quítate de ahí y arrójate al mar, así sucederá. Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán. (Mateo 21:2122)



(7 de agosto) ¿AMOR CON CHISME?

Quizá no te has dado cuenta pero el chisme no nace del amor. El chisme es una palabra de crítica no dicha abiertamente, es un ataque traicionero sobre una persona, con palabras dichas a sus espaldas y sólo es posible cuando hay falta de amor en quién genera el chisme y se esconde detrás de él, porque es un odio disimulado, no declarado. La práctica del chisme está basada en el encubrimiento como método de efectividad. Además, cuando el chismoso habla con la persona objeto de su ataque, le habla con amabilidad y dulzura, lo cual además de ser una hipocresía, es un gran engaño.

El chisme es traicionero, hipócrita y engañador, porque es un arma de ataque encubierta y por la espalda, que se usa con máscara. Además, el chismoso en su proceder se hace experto es el arte del chisme y casi siempre es muy efectivo en lograr que sea muy oportuno y que se expanda muy rápidamente. El chisme nace de la falta de amor, no fomenta el amor, promueve la división y alienta la traición.

Si eres el objeto de un chisme, no te defiendas y sobretodo no busques la venganza. Trabaja por la paz y Dios premiará tu obediencia y lealtad. El Señor saldrá en tu defensa, no tengas miedo, él está contigo. Pero, sobretodo, no seas tu quien genera un chisme ni prestes tu oído para los chismes de otros. Cuídate. Cuida tu corazón. Si te guste el chisme, analízate, porque hay falta de amor en tu corazón y piensa en que tu corazón necesita ser limpiado para que dejes esa tendencia.

Proverbios 16:28
El perverso provoca peleas; el chismoso es causa de enemistades.

Proverbios 20:19
El chismoso no sabe guardar un secreto, así que no te juntes con gente chismosa.

Proverbios 26:2028
Sin leña se apaga el fuego, y sin chismes se acaba el pleito. Para hacer brasas, el carbón; para hacer fuego, la leña; y para entablar pleitos, el pendenciero. Los chismes son como golosinas, pero calan hasta lo más profundo. Baño de plata sobre olla de barro son las palabras suaves que llevan mala intención. El que odia, lo disimula cuando habla, pero en su interior hace planes malvados. No le creas si te habla con ternura, pues su mente está llena de maldad; aunque trate de ocultar su odio, su maldad se descubrirá ante todos. El que cava una fosa, en ella cae; al que hace rodar una roca, la roca lo aplasta. El mentiroso odia la verdad, el de suaves palabras provoca el desorden.

Romanos 1:2831
Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben. Están llenos de toda clase de injusticia, perversidad, avaricia y maldad. Son envidiosos, asesinos, pendencieros, engañadores, perversos y chismosos. Hablan mal de los demás, son enemigos de Dios, insolentes, vanidosos y orgullosos; inventan maldades, desobedecen a sus padres, no quieren entender, no cumplen su palabra, no sienten cariño por nadie, no sienten compasión.

2 Corintios 12:20
Porque temo que cuando vaya a verlos, quizá no los encuentre como quisiera, y que tampoco ustedes me encuentren a mí como ustedes quisieran. Temo que haya discordias, envidias, enojos, egoísmos, chismes, críticas, orgullos y desórdenes.



(8 de agosto) ¿DE QUIÉN ES EL PRIMER TURNO?

Cuando analizas la condición en que está el mundo, ¿Te sientes desilusionado, frustrado, defraudado y pesimista? ¡No te des por vencido! Es mucho el bien que podemos realizar en el mundo si ayudamos a la gente a encontrar paz. O sea, libertad. Y aunque no lo creas, tú personalmente puedes empezar a cambiar el mundo. ¿Cómo? Trata de llevar la paz a una sola persona y si lo logras podrás impactar con la paz a todo el mundo.

Si se puede transformar una vida, queda demostrado que es posible transformar otras vidas, y que el mundo se puede cambiar empezando por una sola persona. ¿Con quién comenzamos? ¿De quién es el primer turno? ¡Pues es tuyo! Comienza contigo mismo. Tú eres la persona más importante de tu entorno porque con que sólo logres cambiar tu propia vida, podrás cambiar a todo el mundo que te rodea. Tu mundo particular. La esfera en que vives. Puede que al principio tu cambio no parezca más que un pequeño brote, apenas un retoño. ¿Qué es eso en comparación con todo el cambio que hace falta? Pues bien, ¡Es el principio del milagro de una nueva vida! Tu nueva vida de paz. Entonces, ¿Por qué no intentarlo?

¿Cómo se hace ese cambio en ti mismo? ¿Cómo puedes tú encontrar la paz? Siembra las semillas de la palabras de Jesús en tu corazón y Dios hará crecer esas semillas y esto transformará tu vida y aunque sólo hayas transformado tu vida con el poder del amor de Dios, habrás transformado parte del mundo. Tu mundo. Además, habrás demostrado que hay esperanza de poder cambiarlo todo y tu ejemplo puede traer mayores cambios a tu alrededor. Serás luz para otros. Jesús es el camino para conseguir la paz y también para encontrar la salvación que está en la siguiente puerta despues de la paz.

Mateo 5:9
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.

Marcos 9:50
La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.

Juan 1:9
La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.

Juan 8:32
Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

Juan 14:6
Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.



(9 de agosto) LA PARADOJA DE LAS DECISIONES

Para tomar buenas decisiones hace falta tener experiencia y para realmente tener una buena y sólida experiencia es necesario haber tomado malas decisiones. ¿Parece una paradoja? ¿Verdad?
Nosotros siempre queremos tomar buenas decisiones, no cometer errores y lograr el éxito. Tomar malas decisiones, cometer errores y fracasar, no es nada agradable. Sin embargo, es poco lo que se aprende de las buenas decisiones, los aciertos y el éxito. En la otra cara de la moneda, es muchísimo lo que se aprende de las malas decisiones, los errores y el fracaso.

¿No sientes la suficiente confianza como para tomar una decisión, ya que tienes miedo de cometer algún error? ¿Te has sentido mal últimamente por algún error que hayas cometido? Obviamente no vamos a decirte que tomes muchas malas decisiones y cometas muchos errores porque así aprenderás. Tampoco vamos a decirte que te sientas orgulloso de tus equivocaciones y digas al final del día: hoy he tenido un gran día… me equivoque muchísimo. Es claro que esa no es la actitud correcta.

Lo que si queremos recomendarte es que independientemente de cuantas veces te equivoques, cuantos errores cometas y todas las malas decisiones que hayas tomado, ¡NO TE QUEDES AHÍ! Conversa con Dios sobre lo sucedido. Pídele a Dios que te ayude a analizar lo que puedes aprender y que te de sabiduría para asimilar la lección. Arrepiéntete. Pídele perdón a Dios por tu error. Pídele perdón a cualquier persona que hayas afectado con tu decisión y acción. No te olvides de perdónate a ti mismo. Tu Padre celestial te perdonó. ¿Por qué no te vas a perdonar a ti mismo? Ahora ¡LEVANTATE Y SIGUE ADELANTE! La experiencia que has vivido te convierte en una persona más sabia y con mejor capacidad para avanzar con más seguridad y potencial de éxito.

El problema no está en caer. El problema está en no saber levantarse. Recuerda que El Señor siempre estará listo para sostenerte con Su poderosa mano, si tu extiendes la tuya en busca de ayuda.

Salmos 18:6
En mi angustia llamé al Señor, pedí ayuda a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mis gritos llegaron a sus oídos!

Salmos 42:5
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!
Salmos 55:22
Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece.

Mateo 6:3334
Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Juan 14:1
No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí.



(10 de agosto) ¿Y CÓMO ES TU PADRE?

Jesús nos dijo: Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. Eso podemos leerlo en Mateo 23:9. Si mi único y verdadero padre es mi Padre celestial, entonces debo aprender a relacionarme con Él como un hijo. Pero la pregunta es: ¿Y cómo es mi Padre? ¿Cómo es Dios como Padre? ¿Qué referencia tengo sobre Él para poder relacionarme?

En el pasaje del hijo pródigo que podemos leer en el Evangelio de Lucas, Jesús nos muestra la naturaleza de Dios como Padre y de ahí podemos extraer las referencias para comprender su actitud paternal hacia nosotros. En esa parábola el joven hijo, decidió unilateralmente apartarse de su padre, tomar su propio camino y vivir la vida a su manera. No le fue bien. Cometió errores y fracasó. Le fue tan mal que tocó fondo y entonces se arrepintió de su manera de actuar y como su arrepentimiento era genuino y verdadero, decidió volver a su padre, pedirle perdón y sin hacer ningún tipo de exigencias, pedirle que lo aceptara de nuevo en su casa. Su papá lo recibió con alegría, no le echó en cara sus errores, lo perdonó de inmediato y le devolvió sus derechos de hijo, en medio de una celebración. Su felicidad radicaba en que su hijo estaba muerto, pero ahora había vuelto a la vida; se había perdido, pero había encontrado su camino de regreso a casa. Eso era motivo suficiente de celebración. ¿Actuamos así los padres terrenales? No muy a menudo lamentablemente. Pero nuestro Padre celestial si actúa así. Nosotros nos apartamos de Él por decisión unilateral, tomamos nuestro propio camino y vivimos la vida a nuestra manera sin tomar en cuenta sus normas. Cuando nos va mal, fracasamos, tocamos fondo y lo buscamos con arrepentimiento genuino y verdadero, Él nos acepta, nos limpia de toda culpa, nos perdona y nos recibe de nuevo en Su casa. Este es el pasaje del hijo pródigo:

Lucas 15:1132
Jesús contó esto también: Un hombre tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me toca. Entonces el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se fue lejos, a otro país, donde todo lo derrochó llevando una vida desenfrenada. Pero cuando ya se lo había gastado todo, hubo una gran escasez de comida en aquel país, y él comenzó a pasar hambre. Fue a pedir trabajo a un hombre del lugar, que lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y tenía ganas de llenarse con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a pensar: ¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores. Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y besos. El hijo le dijo: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo. Pero el padre ordenó a sus criados: Saquen pronto la mejor ropa y vístanlo; pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Vamos a celebrar esto con un banquete! Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado. Comenzaron la fiesta. Entre tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando regresó y llegó cerca de la casa, oyó la música y el baile. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. El criado le dijo: Es que su hermano ha vuelto; y su padre ha mandado matar el becerro más gordo, porque lo recobró sano y salvo. Pero tanto se enojó el hermano mayor, que no quería entrar, así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciera. Le dijo a su padre: Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un cabrito para tener una comida con mis amigos. En cambio, ahora llega este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, y matas para él el becerro más gordo. El padre le contestó: Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero había que celebrar esto con un banquete y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.

Nuestro Padre celestial puede darnos muchas cosas y nos quiere dar todo lo que necesitemos, pero no quiere que lo busquemos por las cosas que nos puede dar. Él quiere que lo busquemos porque lo amamos, queremos obedecerlo y hacer su voluntad. Él en su perfecta sabiduría nos dará todo lo que necesitemos. Sin embargo, debemos comprender que hay una diferencia entre lo que necesitamos para nuestro bien y nuestros caprichos y anhelos. Aceptemos Su Divina Voluntad.

Mateo 6:3133
Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.

Lucas 11:1113
¿Acaso alguno de ustedes, que sea padre, sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado, o de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

Lucas 12:15
También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.

Lucas 22:42
Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.



(11 de agosto) ¿ERES ORGULLOSO?

Orgullo significa: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas. ¿Ayuda en algo ser orgulloso? ¿Para qué sirve el orgullo? ¿Es bueno el orgullo?

No es fácil encontrar situaciones en el que el orgullo haya sido de algún provecho. Es más, los fracasos más resonantes que aparecen en la historia son los de aquellos "grandes personajes" que creyeron poder resolver las cosas apoyados en su gran capacidad personal, para terminar cayendo de bruces y fallando. Muchos personajes históricos han venido de abajo, de un comienzo pequeño y humilde. Trabajado duro, buscaron la ayuda de Dios, hubo personas que los ayudaron en su labor, cuando de pronto la vida los exalta por medio de grandes hazañas y logros. Entonces se vuelven orgullosos y comienzan a confiar en sí mismos, a apoyarse en su propia prudencia y en su propia fuerza, en vez de continuar confiando en sus colaboradores del comienzo y continuar buscando la ayuda del Señor. Olvidan que El Señor toma en cuenta a los humildes pero mira de lejos a los orgullosos, se olvidan de que la humildad trae sabiduría pero el orgullo oscurece en entendimiento. Por eso Nuestro Señor nos dice que al orgullo le sigue la destrucción y el fracaso.

Son tantos los casos en la historia del mundo que se pueden explicar con el párrafo anterior que no nos queda ninguna duda sobre la carga espiritual que representa “el orgullo”. Sólo nos queda pedirle al Padre celestial que nos de la suficiente sabiduría para mantener puesta en Él nuestra mirada, a pesar de los triunfos y éxitos que puedan inflar nuestro orgullo y que sea su Santo Espíritu el que nos llene para que no haya ningún espacio disponible dentro de nosotros para el orgullo y así no tropecemos ni caigamos. Ayúdanos a no enorgullecernos en ningún modo, Señor. Líbranos de ese espíritu de orgullo que es tan horrible. ¡Permítenos comprender y aceptar que somos poca cosa comparados contigo y que todo lo que hacemos y logramos es porque Tú lo permites. Por eso en Gálatas 6:3 Pablo nos alerta: Si alguien se cree ser algo, cuando no es nada, a sí mismo se engaña.

Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios. 1 Corintios 1:2729.

Salmos 138:6
Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde, y de lejos reconoce al orgulloso.

Proverbios 11:2
El orgullo acarrea deshonra; la sabiduría está con los humildes.

Proverbios 13:10
El orgullo solo provoca peleas; la sabiduría está con los humildes.

Proverbios 16:18
Tras el orgullo viene el fracaso; tras la altanería, la caída.

Lucas 1:5052
Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes.

Mateo 5:5
Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.

Mateo 11:29
Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso.

Mateo 21:5
Digan a la ciudad de Sión: Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.

Mateo 25:40
El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.



(12 de agosto) ¿QUÉ PIDES? ¿QUÉ QUIERES?

Cuando hablamos con nuestro Padre celestial, ¿Qué le pedimos? ¿Abundancia? ¿Éxito? ¿Amor?

No se puede generalizar, pero, por lo que escucho de las personas pienso que lo que más pedimos es abundancia y éxito. La pregunta es: ¿Por qué no pedimos más amor? Es probable que no pidamos más amor porque desconocemos la palabra de Dios y no comprendemos lo que realmente necesitamos y nos conviene.

El concepto de abundancia incluye elementos como prosperidad, riqueza, bienestar, tener algo en grandes cantidades y gozar de un gran bienestar económico. Sobre la abundancia Jesús nos dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. (Lucas 12:15) y también dijo: El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10).

El concepto de éxito se refiere al fin o terminación de un negocio, asunto o actuación con un resultado feliz. Sobre el éxito Jesús nos enseñó la parábola del rico insensato: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? (Lucas 12:1620) y también nos enseñó que como dice el refrán: Unos siembran y otros cosechan. Y yo los envié a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo; otros fueron los que trabajaron, y ustedes son los que se han beneficiado del trabajo de ellos. (Juan 4:3738).

El concepto de amor que es muy amplio habla de un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser, incluyendo el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Finalmente tenemos un aspecto muy importante del amor que dice que es el sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Una vez, a Jesús le hicieron una pregunta: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas. (Mateo 22:3640). Además Jesús nos mandó a amarnos unos a otros: Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. (Juan 13:3435 y 15:12)

El amor debe triunfar, permanecer y alimentarse de la obediencia: Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (Juan 15:910). Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos. (Juan 17:26).

Pídele a tu Padre celestial que te dé mucho amor. Amor por ti mismo, por tu familia, por tus amigos, por tus vecinos, por tus compañeros de trabajo, por tus superiores, por tus gobernantes, por tus enemigos, aún por los desconocidos, por todo el mundo. Mucho amor que salga de ti como un manantial de agua viva.

Entonces conocerás la verdadera abundancia y el verdadero éxito, porque conocerás la verdad y la verdad te hará libre (Juan 8:32).

Juan 4:14
Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.



(13 de agosto) BUENOS DÍAS ¿CÓMO ESTÁS?

¿Tienes problemas? ¿Sufres de estrés? ¿No te sientes muy joven? ¿Hay angustia en tu corazón? ¿Ya no tienes fuerzas? ¿Te rodean el temor y el miedo?

¡Detente! No comiences el día así. Echa fuera de tu mente todos los pensamientos negativos e ideas ingratas. ¿Estás sólo? ¡No estás sólo! Y si crees estar sólo, estás en un error. No continúes pensando así. Jesús camina contigo cada día. Lo veas o no. Lo sientas o no. Él dijo que estaría con nosotros siempre, hasta el fin del mundo. Jesús dice vengan a mí si están cansados y agobiados y yo les daré descanso. Jesús es tu amigo.

Busca a Jesús. Él está al lado tuyo y pídele que entre en tu vida en tu corazón. Él te dará nuevas fuerzas, te aliviará las cargas, quitará toda angustia de tu corazón y el miedo huirá. Su luz hará retroceder las tinieblas que te rodean y el cielo se abrirá para ti porque decidiste creer en Él y hacerlo tu aliado en la batalla.

Tus ojos se abrirán y podrás ver y apreciar las cosas bellas y personas hermosas que te rodean. Tu corazón se ablandará y podrás sentir todo Su amor.

Ahora sí. ¡Que tengan un buen día!

Mateo 28:20b
Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Juan 14:18
No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes.

Mateo 9:36
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.

Mateo 11:28
Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.

Juan 15:15
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.

Isaías 40:31
Pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse.



(14 de agosto) ¿POR QUÉ CONFIAR EN EL HOMBRE?

Los gobiernos del mundo están en serios problemas y pareciera que el mundo se derrumba. El problema está en que el pensamiento, las palabras y las acciones de los gobiernos son contrarios a la voluntad del Señor. Los gobernantes se sublevan, conspiran, confabulan y se rebelan contra El Señor para tratar de librarse de la obediencia que ellos le deben al Rey de reyes.

Te has preguntado: ¿Son justos los gobernantes? ¿Actúan con rectitud? ¿Son leales los gobernantes con sus electores? ¿Debes confiar en los gobernantes del mundo? ¿Son íntegros en el manejo del dinero? ¿Buscan los gobernantes riquezas deshonestas? ¿Tratan con justicia al pobre, al desvalido, al débil? ¿Abusan de la autoridad?

Si eres un gobernante o de alguna forma eres parte de algún gobierno, debes pensar en esto: ¿Demuestra tu actuación como gobernante que amas al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con toda tu mente y con todas tus fuerzas y que amas a tu prójimo como a ti mismo? ¿Cuándo gobiernas utilizas criterios basados en la palabra de Dios? ¿Quieres hacer tu voluntad o la voluntad de Dios? Quizá no seas un gobernante pero participas de una u otra forma en la selección de los gobernantes. ¿Eres equilibrado en tu actitud, poniendo a Dios por encima de cualquier consideración? ¿Eres parcializado en tus opiniones apoyando a un gobernante sólo porque has decidido darle tu apoyo por razones humanas?

Para finalizar, no mezclemos a Dios en cuestiones de política. Nosotros, los hijos de Dios, debemos seguir a Dios y no a los hombres. Es obvio que los gobernantes son necesarios porque alguien tiene que asumir la responsabilidad, el problema es que el poder humano nos envuelve y nos olvidamos de Dios. Si le toca a un hijo de Dios ser gobernante, debe rendirle cuentas a su Padre celestial antes que a ningún ser humano, pero no mezclar a Dios en los asuntos terrenales. Una cosa es obedecer a Dios y otra meterlo en el medio de las discusiones y discursos. Jesús vivió en una época sumamente activa y candente desde el punto de vista político. Su país había sido invadido y colonizado por una potencia extranjera que los oprimía con abuso de autoridad y con impuestos excesivos, además de violar sus sitios sagrados. Sin embargo, Jesús nunca dio un discurso político. Sigamos Su ejemplo: hablemos a los hombres sobre el reino de Dios y no metamos a Dios en el reino de los hombres. Mateo 22:21, Marcos 12:17 y Lucas 20:15, Entonces denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.

Salmo 2
¿Por qué se alborotan los pueblos paganos? ¿Por qué hacen planes sin sentido? Los reyes y gobernantes de la tierra se rebelan, y juntos conspiran contra el Señor y su rey escogido. Y gritan: ¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras! El Señor, el que reina en el cielo, se ríe de ellos; luego, enojado, los asusta; lleno de furor les dice: Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo. Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡los harás pedazos como a ollas de barro! Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia; inclínense ante él con temblor, no sea que se enoje y ustedes mueran en el camino, pues su furor se enciende fácilmente. ¡Felices los que buscan protección en él!

Salmo 58:1
Ustedes, los poderosos, ¿en verdad dictan sentencias justas y juzgan rectamente a los hombres?

Salmo 118:8
Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre.

Salmo 146:3
No pongan su confianza en hombres importantes, en simples hombres que no pueden salvar.

Proverbios 29:26
Muchos buscan el favor del gobernante, pero solo el Señor hace justicia.

Isaías 1:23
Tus gobernantes son rebeldes y amigos de bandidos. Todos se dejan comprar con dinero y buscan que les hagan regalos. No hacen justicia al huérfano ni les importan los derechos de la viuda.

Jeremías 51:46
No se asusten, no tengan miedo por los rumores que corren en el país. Cada año correrán rumores diferentes, rumores de violencia en el país y de luchas entre gobernantes.

Mateo 20:25
Pero Jesús los llamó, y les dijo: Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos.



(15 de agosto) NECESITAS CONOCERLO

¿Qué significa amar a Jesús? ¿Cómo le entrego mi corazón? Primero necesito conocerlo. No puedo amar a un desconocido. ¿Cómo conozco a Jesús? Puedo pedirle a alguien que lo conoce que me hable sobre Él. Puedo leer su historia. Puedo decirle a Jesús que lo quiero conocer, que quiero tener un encuentro con Él para conocerlo. Pienso que los tres caminos son buenos y necesarios, pero sin lugar a dudas el tercero es el más poderoso. Yo les recomiendo que tomen ese camino sin dejar de recorrer los otros dos. Es edificante escuchar a alguien que ya lo conoce hace tiempo y es también muy constructivo leer los Evangelios, pero un encuentro con Él es lo máximo.

Una vez que lo conozco, voy a comprender que Jesús es el hijo del Dios Padre, enviado por el Padre, Igual al Padre, que estuvo con el Padre desde el principio, que es el Señor de todos los señores, el Rey de todos los reyes, que vino al mundo para salvarme a mi, que es mi maestro, que es mi amigo, que me amó antes de que yo lo amara a Él y que no hay nada que yo pueda hacer que haga que su amor por mi se extinga. ¿Cómo no amar a alguien así? Pero, ¿Cómo lo amo? ¿Cómo le demuestro mi amor?

Esto es lo que Él dijo sobre como amarlo:
· Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. (Juan 14:15)
· El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él. (Juan 14:21)
· El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. (Juan 14:23)
· Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (Juan 15:10)

Tiene sentido. Si lo he conocido y reconozco quien es Él y eso me hace amarlo, ¿Cómo no obedecerlo? ¿Cómo no hacer lo que el Hijo de Dios, que es igual a Dios, que estuvo presente en la creación del mundo, Señor y Rey de toda la creación, mi maestro y mi amigo que murió por mí, me dice que debo hacer? No tendría sentido. No sería verdadero amor. Sería hipocresía.

Jesús también nos dijo que además de obedecerlo debíamos enseñar a otros a obedecerlo. Él dijo:
· Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. (Mateo 28:1820)

No es fácil. Sabemos que no es fácil. Definitivamente no es fácil y Jesús lo sabe. Él nos advirtió sobre eso: Luego dijo Jesús a sus discípulos:
· El que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. (Mateo 10:38)
· Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. (Mateo 16:24)
· El que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:27)

Pero también es un honor poder seguir a Jesús, servirlo y ser su discípulo:
· Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad. (Juan 8:12)
· Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. (Juan 10:27)
· Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. (Juan 12:26)

Pero, un paso a la vez. Un día a la vez. Hay que comenzar por conocerlo a Él personalmente. Enciérrate en un sitio donde nadie te moleste, en un momento del día en que no haya interrupciones y dile a Jesús que lo quieres conocer, que quieres tener un encuentro personal con Él. Que se revele a ti. Puede ser que en ese momento sientas algo y puede ser que no. Sin embargo, no te detengas ahí. Comienza a leer los Evangelios todos los días y busca a alguien que ya lo conozca y te pueda hablar sobre Él. Tu vida nunca será igual. Este es un camino sin retorno, pero nunca te arrepentirás de haberlo tomado.



(16 de agosto) LIBERTAD TRANSFORMADORA

Si leemos la historia de la liberación del endemoniado que encontramos en Marcos 5:120 y en Lucas 8:2639, vemos el extraordinario poder transformador de Jesús. Este hombre endemoniado no se vestía, vivía en los sepulcros y andaba por las colinas, gritando y golpeándose con piedras. Terrible situación para un ser humano que era cautivo de unos demonios.

¿Cuáles habían sido los métodos que habían usado los vecinos del sector para solucionar el problema del endemoniado? Le habían atado los pies y las manos con cadenas y grilletes, y lo mantenían bajo custodia para tratar de controlarlo. Ninguno de estos métodos se caracterizaba por misericordia o compasión. Más bien, tenían una clase de agresividad o violencia. Estos métodos trataban de controlar al hombre cautivo y dejaban libres a los demonios que lo controlaban y torturaban.

Nuestro Señor actuó diferente. Controló a los demonios y dejó libre al hombre cautivo. El Señor liberó al hombre, para proporcionarle una vida nueva y transformada. Una libertad transformadora. Queremos resaltar la profundidad de ese cambio. Cuando los vecinos de la zona llegaron encontraron al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su sano juicio. Antes andaba por las colinas, gritando y golpeándose con piedras; ahora estaba sentado. Antes andaba desnudo; ahora estaba vestido. Antes era un demente sin juicio; ahora estaba en su sano juicio. ¡Qué tremenda transformación! Es precisamente su condición transformada la que impactó tan profundamente a los habitantes del lugar.

Ante el triste y trágico cuadro de una humanidad que va hacia su destrucción, controlada y guiada por el diablo y los demonios que lo siguen, tenemos a Jesucristo Nuestro Señor, ante quién huyen y piden clemencia todos los demonios y el diablo mismo. Si eres cautivo de la droga, el alcohol, el cigarrillo, la depresión, la lujuria, la comida, la avaricia, la envidia, la ira, el odio, la contienda, la impaciencia, la irritabilidad, la maldad, la arrogancia, la soberbia, el orgullo, la infidelidad, la deslealtad, el miedo, la falta de voluntad y dominio propio o de cualquier otra cosa, sólo Jesús puede ofrecerle una liberación total. Una liberación transformadora. Esa es la clase de cambios que Jesús quiere producir en la vida de todos nosotros. Ten fe en Él y pídele que te libere. Búscalo. Corre hacia Él. Pídele un encuentro personal, dondequiera que te encuentres, empleando tus propias palabras, pero como lo harías cuando hablas con un amigo que sabes que te ama.

Jesús te liberará y tu vida será transformada. Entonces, diles a todos lo que el Señor ha hecho por ti y cuéntales que Jesús te liberó.

Marcos 5:120
Llegaron al otro lado del lago, a la tierra de Gerasa. En cuanto Jesús bajó de la barca, se le acercó un hombre que tenía un espíritu impuro. Este hombre había salido de entre las tumbas, porque vivía en ellas. Nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Pues aunque muchas veces lo habían atado de pies y manos con cadenas, siempre las había hecho pedazos, sin que nadie lo pudiera dominar. Andaba de día y de noche por los cerros y las tumbas, gritando y golpeándose con piedras. Pero cuando vio de lejos a Jesús, echó a correr, y poniéndose de rodillas delante de él le dijo a gritos: ¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego por Dios que no me atormentes! Hablaba así porque Jesús le había dicho: ¡Espíritu impuro, deja a ese hombre! Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Él contestó: Me llamo Legión, porque somos muchos. Y rogaba mucho a Jesús que no enviara los espíritus fuera de aquella región. Y como cerca de allí, junto al cerro, había gran número de cerdos comiendo, los espíritus le rogaron: Mándanos a los cerdos y déjanos entrar en ellos. Jesús les dio permiso, y los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Estos, que eran unos dos mil, echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron. Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y fueron a contar en el pueblo y por los campos lo sucedido. La gente acudió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su cabal juicio al endemoniado que había tenido la legión de espíritus. La gente estaba asustada, y los que habían visto lo sucedido con el endemoniado y con los cerdos, se lo contaron a los demás. Entonces comenzaron a rogarle a Jesús que se fuera de aquellos lugares. Al volver Jesús a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogó que lo dejara ir con él. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho, y cómo ha tenido compasión de ti. El hombre se fue, y comenzó a contar por los pueblos de Decápolis lo que Jesús había hecho por él; y todos se quedaron admirados.

Lucas 8:2639
Por fin llegaron a la tierra de Gerasa, que está al otro lado del lago, frente a Galilea. Al bajar Jesús a tierra, salió del pueblo un hombre que estaba endemoniado, y se le acercó. Hacía mucho tiempo que no se ponía ropa ni vivía en una casa, sino entre las tumbas. Cuando vio a Jesús, cayó de rodillas delante de él, gritando: ¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego que no me atormentes! Dijo esto porque Jesús había ordenado al espíritu impuro que saliera de él. Muchas veces el demonio se había apoderado de él; y aunque la gente le sujetaba las manos y los pies con cadenas para tenerlo seguro, él las rompía y el demonio lo hacía huir a lugares desiertos. Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él contestó: Me llamo Legión. Dijo esto porque eran muchos los demonios que habían entrado en él, los cuales pidieron a Jesús que no los mandara al abismo. Como había muchos cerdos comiendo en el cerro, los espíritus le rogaron que los dejara entrar en ellos; y Jesús les dio permiso. Los demonios salieron entonces del hombre y entraron en los cerdos, y estos echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron. Los que cuidaban de los cerdos, cuando vieron lo sucedido, salieron huyendo y fueron a contarlo en el pueblo y por el campo. La gente salió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, encontraron sentado a sus pies al hombre de quien habían salido los demonios, vestido y en su cabal juicio; y tuvieron miedo. Y los que habían visto lo sucedido, les contaron cómo había sido sanado aquel endemoniado. Toda la gente de la región de Gerasa comenzó entonces a rogar a Jesús que se fuera de allí, porque tenían mucho miedo. Así que Jesús entró en la barca y se fue. El hombre de quien habían salido los demonios le rogó que le permitiera ir con él, pero Jesús le ordenó que se quedara, y le dijo: Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. El hombre se fue y contó por todo el pueblo lo que Jesús había hecho por él.



(17 de agosto) TIENES UN AMIGO

Todos conocemos la frase que dice que cuando naces ya tienes una familia, pero que los amigo te los ganas tú. Sin embargo yo te digo que cuando naces ya tienes a tu mejor amigo, quien será siempre tu mejor amigo, independientemente de cualquier situación, circunstancia o actitud tuya, él siempre estará a tu lado para apoyarte y ayudarte.

Con tu amigo puedes atreverte a ser tú mismo, porque con él no necesitas aparentar nada ni usar máscaras. Él te conoce muy bien, sabe como eres y te acepta. Sin embargo, aunque te acepta, ve claramente tus debilidades, defectos y equivocaciones y siempre estará pendiente de ayudarte a mejorar, a crecer, a fortalecerte y guiarte por los mejores caminos. Antes de que hables ya él sabe como estás, como te sientes y lo que necesitas. Y cuando te sientes mal, triste y derrotado, él está a tu lado para abrazarte, consolarte y levantarte. La compañía de tu amigo hace posible resistir la soledad, la enfermedad y la confusión, aunque a veces no entiendas como el te puede ayudar, él siempre lo hará.

Nada pude separarte de tu amigo, ni la distancia, ni el tiempo, ni la reclusión, ni la guerra, ni el sufrimiento, ni el silencio. Es allí en donde más hondamente arraiga. “Estar contigo para quedarse” es su concepto de la amistad. Siempre podrás tener la seguridad de saber que puedes contar con él. Tu amigo cambiará tus limitaciones en nuevas capacidades y te enseñará a caminar de una manera serena y feliz entre las sombras y dificultades que te puedan rodear.

Tu amigo podría ahorrarte toda pena, todo fallo y todo fracaso. Pero entonces no crecerías. Tu amigo sabe que tu fortaleza y crecimiento tienen sus cimientos en aprender a manejar los problemas y el dolor. Él sabe que una persona que nunca ha tenido que enfrentar una situación difícil y nunca ha sentido dolor, es una persona débil y sin capacidad para apreciar la verdadera felicidad. Lo que tu amigo siempre te dará es paz en lo más profundo de tu vida, para que tu caminar sea sereno y firme independientemente de la circunstancia que atravieses.

Te dará mucha felicidad, pero no la felicidad que se compra dando la espalda al mundo. Ni la felicidad que se compra renunciando tus sueños. Te una clase de felicidad que a veces no comprenderás como la de hacer todas las cosas lo mejor que puedas. De intentar lo imposible. De aprender a dar y compartir. De aprender el verdadero significado de amar. De ser feliz con lo que necesitas y no con lo que anhelas.

Gracias a nuestro Padre celestial por darnos un amigo así. Con él llegaré a tener lo que nunca pude llegar a imaginar, desear, anhelar y muy superior a mis sueños más ambiciosos.

Gracias Jesús por ser mi amigo.

Mateo 11:1619
¿A qué compararé la gente de este tiempo? Se parece a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron. Porque vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados.

Juan 15:1315
El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.

Romanos 8:3839
Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!



(18 de agosto) PROCESO DE CAPACITACIÓN

No hay duda que los métodos de enseñanza que Dios aplica para guiarnos en su voluntad, rebasan nuestra capacidad de comprensión. Por algo, Dios por medio del profeta Isaías dice lo siguiente: Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma. Isaías 55:8

Basados en esta afirmación anterior, te diré que Dios sabe cómo y por qué permite ciertas cosas que para ti ahora se constituyen en un enorme signo de interrogación:

Dios sabe que procedimiento aplicar para:
· Arrancar de ti todos aquellos obstáculos que te impiden caminar en su voluntad. Resulta doloroso, pero es necesario.
· Conducirte hacia situaciones áridas, para que en medio de ellas aprendas a valorar muchas cosas que en condiciones normales no valorabas. Veras que lo que antes carecía de valor para ti, ahora tiene un valor incalculable.
· Hacer que le creas aunque te encuentres navegando en el mar de lo imposible. Recuerda siempre que, para creerle a Dios es necesario que transites por situaciones en las que humanamente hablando ya no se puede hacer nada, como por las que tal vez estas pasando en este momento.
· Que aprendas a amar y perdonar a aquellos que te han herido en lo mas profundo de tu ser.
· Permitirte situaciones en extremo desesperantes, en las que sientes que tu paciencia esta por reventar. Únicamente así podrás esperar en Dios aun en contra de todo pronóstico. Entenderás al final que nunca es demasiado tarde aunque tú así lo creas.
· Hacerte ver que la prioridad máxima que has de tener en tus objetivos, es la de ser un agente activo y eficaz en el campo donde Él te ha colocado hoy. Tu labor en el Campo de Dios no puede ser significativo, sin antes no te ha forjado en el desierto.

Todas estas actitudes quedan solamente en el papel, si en realidad no se viven. Es necesario no solo creer y conocer ciertos conceptos, sino vivirlos. Así que no te desanimes cuando ves que las cosas no te salen como esperas, sino que tómalo todo como parte del proceso de capacitación que Dios te esta impartiendo. Dios quiere hacer de ti un valioso y productivo medio de bendición para otras personas, pero es necesario que antes pases por este proceso formativo que quizás ya no soportas.

¡Vamos! ¡Adelante! ¡Si vale la pena!

Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.

Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

Mateo 11:26
Sí, Padre, porque así lo has querido.

Mateo 26:42
Por segunda vez se fue, y oró así: Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.

Lucas 12:32
No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino.

Juan 4:34
Pero Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo.

Juan 6:38
Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado.



(19 de agosto) ¿QUIERES VER A DIOS?

Si quieres poder ver a Dios necesitas mantener limpio tu corazón. Jesús dijo: Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios. Esta promesa de Jesús la leemos en Mateo 5:8.

Jesús revolucionó el concepto de la santidad. No son nuestras acciones lo que hace la santidad, sino lo que hay en nuestro corazón. La limpieza de corazón se refiere a los pensamientos que habitan en nuestra mente y que están allí, presentes, desde antes de cometer la acción e inclusive pueden permanecer allí, aunque nunca se cometa la acción. Las palabras que pronunciamos y las acciones que cometemos, nacieron de esos pensamientos y fluyeron de nuestra mente. Es en los pensamientos donde se inicia el proceso de limpieza de corazón y entonces nuestras palabras y acciones reflejarán nuestra condición interior de limpieza y santidad. Lee lo que dijo Jesús:

Mateo 5:2122
Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo: No mates, pues el que mate será condenado. Pero yo les digo que cualquiera que se enoje con su hermano, será condenado. Al que insulte a su hermano, lo juzgará la Junta Suprema; y el que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno.

Mateo 5:2728
Ustedes han oído que se dijo: No cometas adulterio. Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseo a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

La implicación es clara
Los actos externos son condenables pero la santidad se logra con la limpieza y pureza de corazón.

La siguiente implicación es un resultado de la anterior
Nuestra vida religiosa que está basada en ritos, formas, normas, disciplina y comportamientos externos del ser humano, puede impresionar a las personas que nos rodean, pero a Dios no lo impresiona ni lo conmueve. Él no mira la parte externa, visible del ser humano, sino que mira los corazones. Aquello que está escondido a los ojos de la mayoría es lo que mayor valor tiene en para Él y Su reino.

Erróneamente creemos que solamente a través de la oración, la intercesión, el clamor y el ayuno, lograremos la manifestación de Dios entre nosotros. Debemos practicar esto sin descuidar la santidad interior. Necesitamos leer las palabras del profeta Isaías: Pero las maldades cometidas por ustedes han levantado una barrera entre ustedes y Dios; sus pecados han hecho que él se cubra la cara y que no los quiera oír. (Isaías 59:2–3).

Hacemos de nuevo la pregunta: ¿Quieres Ver a Dios? Una vida de pureza interior te permitirá ver a Dios, pues el Señor es Santo y nadie que vive en un estado de impureza podrá contemplarlo a él.

Pidámosle a Dios que limpie nuestra mente, nuestro corazón. Pidámosle a nuestro Padre celestial que examine nuestros pensamientos y purifique nuestros corazones. Señor líbranos de los pecados que nos son ocultos.

Ahora calla y quédate en silencio para que nuestro Padre celestial nos hable.

Mateo 23:2528
¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera! ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. Así son ustedes: por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

Mateo 12:3436
¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado.

Mateo 15:8
Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí.

Mateo 15:18
Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro.



(20 de agosto) TU VISIÓN Y MISIÓN

¿Tienes una Visión y una Misión de vida? Si no la tienes te recomiendo que desarrolles una Visión y Misión para tu vida y que la escribas. Tu Visión muestra hacia donde vas, a donde quieres llegar y tu Misión muestra como vas a lograr tu Visión, que vas a hacer, a que te vas a dedicar.

La mejor manera de desarrollar una Visión y Misión de vida es con el consejo de tu Padre celestial. Habla con Él. Pídele que te dé discernimiento y sabiduría para comprender el plan que tiene contigo. Tu Padre celestial te dio la vida con un propósito muy definido aunque tú no lo entiendas y aunque no lo quieras aceptar. Eso es un hecho. Quizá aún no hayas logrado el propósito de Dios en tu vida y es muy posible que no lo hayas hecho porque no sabes cual es. Y no puedes saber cual es Su propósito contigo si no le preguntas directamente a Él. Habla con Dios y pídele que te muestre hacia donde Él quiere que vayas y hasta donde quiere que llegues. Esa es tu Visión. Luego dile que te muestre lo que Él quiere que tú hagas para lograr esa visión que te dio. Esa es tu Misión.

Una vez que hayas desarrollado y escrito tu Visión y Misión, ponla en ejecución de inmediato. Mantente firme en esa Visión y esa Misión. No la cambies. No la distorsiones. No respondas a deseos, anhelos o caprichos momentáneos e ilusorios que te desvíen. Nunca pierdas de vista tu meta y el camino que te llevará a ella. No busques alternativas ni opciones. No te detengas. No te estanques. No permitas que nada ni nadie te estorbe, obstruya, detenga o ate y no negocies nada de esa Visión y Misión con nadie, porque eso es lo que Dios te ha encomendado y puesto en tu corazón.

Siempre habrá un enemigo dispuesto a seducirte a cambiar tu rumbo y lo hará de una manera que luce muy justificada, agradable y apetecible, para apartarte astutamente de la obra que estas llevando a cabo. Cuando eso suceda, cuéntaselo a tu Padre Celestial. Denuncia toda estrategia en contra de tu Visión y Misión. Tu Padre es Dios y Él peleará por ti. El es capaz de frustrar todo plan estratégico contrario a tu Visión y Misión. Pero será necesario que busques en oración la fortaleza, la sabiduría y el auxilio oportuno de Dios. Sin Su ayuda no podrás vencer.

Nada ni nadie podrá contra los propósitos de Dios en tu vida.

Proverbios 29:18
Donde no hay dirección divina, no hay orden; ¡feliz el pueblo que cumple la ley de Dios!

Habacuc 2:23
El Señor me contestó: Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar, de modo que pueda leerse de corrido. Aún no ha llegado el momento de que esta visión se cumpla; pero no dejará de cumplirse. Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso.

Mateo 28:1620
Así pues, los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado. Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo: Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.



(21 de agosto) ¿ESTÁS EQUILIBRADO?

Tu vida tiene diferentes aspectos, aristas, necesidades, responsabilidades, deberes y derechos, y todos pueden agruparse dentro de estas categorías:

1. Tu vida espiritual y tu relación personal con Dios.
2. Tu salud física, mental y emocional.
3. Tu esposa, hijos y el resto de tu familia.
4. Tu trabajo, tu carrera profesional y tus finanzas personales.
5. Tus amigos, vecinos y tu relación con la comunidad en general.

¿Cómo está tu balance entre estos cinco grupos? ¿Cómo está tu equilibrio en cantidad y calidad de tiempo y esfuerzos en los cinco grupos? ¿Cuáles son tus prioridades? Si revisamos tu agenda de los últimos 30 días ¿veríamos equilibrio? Si vemos tu planificación de los próximos 30 días ¿Qué encontraríamos?

Obviamente los cinco grupos requieren de diferentes dedicaciones de tiempos y esfuerzos, pero el equilibrio se nota en los resultados: ¿Tienes amigos? ¿Has compartido con tus vecinos? ¿Participas en alguna actividad comunitaria? ¿Cómo están tu carrera profesional y tus finanzas personales? Si conversamos con tu esposa, hijos y familia cercana ¿Qué nos contarían sobre ti? ¿Les dedicas tiempo y calidad de tiempo a ellos? ¿Cuidas tu salud? ¿Te alimentas balanceadamente? ¿Haces ejercicios? ¿Fumas? ¿Bebes? ¿Descansas apropiadamente? ¿Dedicas tiempo a tu entretenimiento y diversión? ¿Cómo está tu relación personal con Dios? ¿Cómo está tu vida espiritual? ¿Es Dios el centro de tu vida? ¿Es para ti lo más importante?

No es fácil. El equilibrio hay que ganarlo con mucho esfuerzo y disciplina y cada uno de nosotros buscará y desarrollará diferentes caminos para lograr ese, tan necesario, equilibrio.

Hay algunos factores que debemos tomar en cuenta y que nos ayudarán de una manera significativa en el logro del equilibrio:
1. No te compares con otras personas.
2. No tengas objetivos que te han fijado otras personas.
3. Para asignar prioridades escucha a tu corazón.
4. Vive en el presente. No dependas del pasado, ni te obsesiones con el futuro.
5. No te rindas demasiado fácil.
6. No trates de ser perfecto y mucho menos tratar de demostrarlo a los demás.
7. No huyas de los riesgos, Todas las buenas metas tienen riesgos implícitos.
8. Has del amor una meta de vida. Regálalo sin esperar nada a cambio y déjalo libre.
9. No te apresures en la vida. Disfruta donde estás y ten paciencia para llegar a donde quieres llegar.
10. Nunca pienses que ya no hay nada que aprender. Mantén un saludable apetito por nuevos conocimientos.

Romanos 13:814
La responsabilidad hacia los demás: No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. Porque los mandamientos que dicen: «No cometas adulterio», «No mates», «No robes», «No codicies», y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley. Hagan todo esto estando conscientes del tiempo en que vivimos. Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos. La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz. Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en disensiones y envidias. Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa.

Gálatas 6:110
La ayuda mutua: Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie. Que cada uno cargue con su propia responsabilidad. El que recibe instrucción en la palabra de Dios, comparta todo lo bueno con quien le enseña. No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.

1 Tesalonicenses 4:112
La vida que agrada a Dios: Por lo demás, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están practicando. Ustedes saben cuáles son las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios; y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido. Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo. En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros. En efecto, ustedes aman a todos los hermanos que viven en Macedonia. No obstante, hermanos, les animamos a amarse aún más, a procurar vivir en paz con todos, a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Así les he mandado, para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes, y no tengan que depender de nadie.



(22 de agosto) TU PRÓJIMO

Prójimo significa próximo. O sea, el que está próximo a ti, a tu lado. Tu esposa es tu prójimo, tus hijos son tu prójimo, tus padres son tu prójimo, toda tu familia es tu prójimo, también tus vecinos, tus amigos y tus compañeros de trabajo. Cuando ese vagabundo, recoge latas, pordiosero, sucio, maloliente y posiblemente maleante, se detiene a tu lado, también es tu prójimo. Todo aquel que esté a tu lado en algún momento por cualquier circunstancia, es tu prójimo. Nada sucede por casualidad y cuando un ser humano llega a tu lado es posible que sea Dios quien lo hace para que ayudemos.

Nunca tendremos todas las respuestas para sus preguntas, ni tendremos soluciones para todos tus problemas, pero siempre los podemos escuchar, darles un consejo y compartir con ellos lo que tengamos que los pueda ayudar. No puedo impedir sus dudas, miedos y temores, pero siempre podemos hacer un esfuerzo para estar a su lado para acompañarlos y fortalecerlos. No podemos cambiar el pasado ni tenemos control sobre el futuro, pero si podemos hacer algo por ellos, hoy. Ellos pueden equivocarse y cometer errores por su propia cuenta y nosotros no estamos aquí para juzgarlos sino para darles una mano amiga en el momento en que más lo necesiten.

El sufrimiento de nuestro prójimo puede ser ajeno a nosotros, pero está ahí, a nuestro lado y en ese momento es nuestro prójimo. No importa quien sea, ni como sea, ni que haya hecho, debemos amarlo ahí mismo, en ese momento y en ese lugar.

En el tiempo de Jesús, los samaritanos eran tan despreciados por los judíos que les llamaban perros porque no respetaban todas las tradiciones judías. Sin embargo, Jesús utilizó a un samaritano para la parábola del amor al prójimo. Su mensaje es que el corazón dispuesto a amar y que agrada a Dios, no depende de la tradición religiosa.

Dispón tu corazón para amar al prójimo. Recuerda que cuando Dios pone a un ser humano a tu lado, espera lo mejor de ti. No le falles.

Lucas 10:2537
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? El maestro de la ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida. Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Jesús entonces le contestó: Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva. Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos? El maestro de la ley contestó: El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Pues ve y haz tú lo mismo.

Mateo 22:3640
Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.

Marcos 12:3034
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Pero hay un segundo: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ningún mandamiento es más importante que estos. El maestro de la ley le dijo: Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.



(23 de agosto) ¿VACIO?

¿Sientes en tu interior un vacío que no puedes explicar? ¿Nada de lo que haces llena ese vacío? ¿Aunque estés con mucha gente te sientes un tanto solo? ¿Has logrado mucho en la vida pero a pesar de eso te sientes insatisfecho?

Esta es la explicación: Tú no eres solamente carne y mente. Además de tu cuerpo físico y la mente donde residen los pensamientos, las emociones, los recuerdos, el consciente, subconsciente y el inconsciente, hay algo más. Tú tienes un espíritu. Es muy probable que estés muy pendiente de alimentar, fortalecer y desarrollar tu cuerpo y tu mente. Pero, ¿Haces algo para alimentar, fortalecer y desarrollar tu espíritu? Tu espíritu nunca se sentirá satisfecho con lo que haces para alimentar, fortalecer y desarrollar tu cuerpo y tu mente. Tu espíritu necesita alimento, fortaleza y desarrollo espiritual. Tu espíritu necesita a Dios. Por eso sientes ese vacío. El vacío que sientes solo se puede llenar con lo espiritual. Únicamente tu Padre celestial y Su amor auténtico pueden llenar tu doloroso vacío espiritual. Necesitas buscar a Dios, estar con Dios, hablar con Dios, llenarte de Dios.

Tu Padre celestial te creó y lo hizo por amor. Recibe el amor que Dios te da a través de Su Hijo Jesucristo. Recíbelo en tu corazón, mediante una decisión individual concreta. Él te perdonará todos tus errores y equivocaciones, te limpiará de toda culpa y pecado. Con Él tendrás el amor que siempre anhelaste, felicidad y alegría de vivir, paz espiritual, paciencia para soportar toda prueba, bondad en tu corazón, amabilidad hacia todos lo que te rodean, integridad y fidelidad, humildad fortalecedora, dominio propio, salud integral y la vida eterna a Su lado. Es así de maravilloso y así de sencillo ¡Acéptalo hoy mismo!

Mateo 4:4
Pero Jesús le contestó: La Escritura dice: 'No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios.

Juan 3:121
Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él. Jesús le dijo: Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le preguntó: ¿Y cómo puede uno nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer? Jesús le contestó: Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: Todos tienen que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu. Nicodemo volvió a preguntarle: ¿Cómo puede ser esto? Jesús le contestó: ¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.

Juan 4:14
El que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.

Juan 5:24
Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.

Juan 6:3133
Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio a comer pan del cielo. Jesús les contestó: Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.

Juan 6:4858
Yo soy el pan que da vida. Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; pero yo hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo. Los judíos se pusieron a discutir unos con otros: ¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne? Jesús les dijo: Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre.

Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Juan 10:10
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(24 de agosto) DECISIÓN IRREVOCABLE

El amor es sin lugar a dudas un sentimiento muy profundo, bello y quizá enigmático. Pero carece de toda fuerza, integridad y verdad, si ese sentimiento no está apoyado en una decisión irrevocable, de parte nuestra, de amar.

Amar a nuestras esposas, hijos y a nuestra familia, es necesario y requiere de diferentes tipos de amor, pero todo carece de sentido si no tenemos la decisión irrevocable de estar a su servicio, apoyarlos, serles fieles y leales en toda situación, amigos incondicionales además de esposos y padres y entregados por completo a velar por su bienestar.

Amar al prójimo puede requerir de un sentimiento muy sublime hacia nuestros hermanos, pero tiene que estar en nosotros la decisión irrevocable de perdonar cualquier ofensa, compartir lo que tenemos y ayudar sin reservas a los que nos necesiten.

Amar a Dios es el mandamiento más importante y todos amamos al Señor, pero eso son solo palabras, si no existe en nosotros la decisión irrevocable de hacer su voluntad, obedecer su palabra, aceptar sus designios, someternos a Él y dejar que tome el control de nuestras vidas.

Si quieres tomar la mejor decisión, decide amar y pídele al Señor que te enseñe a amar de verdad y que te dé la sabiduría para que sea una decisión irrevocable.

Juan 15:917
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.

Romanos 13:810
No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. Los mandamientos dicen: No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies; pero estos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: Ama a tu prójimo como a ti mismo. El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley.

1 Corintios 13.113
Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve. Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto. Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí. Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor.



(25 de agosto) OPTA POR EL PERDÓN

Dios nos manda a perdonar, porque es necesario, bueno para nosotros y perfectamente posible. Perdonar es como liberar a un prisionero, y descubrir que el prisionero era uno mismo. Perdonar es difícil, ya que por naturaleza uno quiere desquitarse de lo sufrido y a veces nos confundimos porque el perdón puede entenderse como opuesto a la justicia por su apariencia de “concesión”. Esto nos lleva a persistir en la ira, castigando a los demás una y otra vez en nuestros pensamientos por el dolor que nos han causado.

Veamos los motivos por los que el perdón es necesario y bueno para nosotros:

1. Olvidar no es perdonar: El que quiera olvidar lo que le han hecho descubrirá que no puede. Los pensamientos y heridas vuelven de vez en cuando. La curación no puede empezar hasta que se perdona.
2. Perdonar es una decisión personal: Dios dice que nunca hay que tomarse la justicia por la propia mano. Confía en que Él tratará de forma justa a quien te ha agraviado.
3. Perdona por tu bien, para ser libre: El perdón es ante todo una cuestión de obediencia a Dios. Él quiere que seas libre. Él quiere que tu herida sane.
4. Perdonar es aceptar las consecuencias de los errores y equivocaciones ajenos: Hay que acostumbrarse a esas consecuencias, aunque no nos gusten. Hay que decidir entre hacerlo en la esclavitud del resentimiento o en la libertad del perdón. Te preguntarás dónde entra en juego la justicia. La justicia se encuentra en la cruz, que hace el perdón justo desde el punto de vista legal y moral.
5. No esperes a que el otro te pida perdón: Jesús no esperó a que le pidieran perdón los que lo crucificaron para perdonarlos. Rogó: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34).
6. Perdona de corazón: Con demasiada frecuencia tenemos miedo al dolor, y esto nos lleva a enterrar las emociones muy adentro. Dejemos que Dios las saque a la superficie para que pueda empezar a sanar el daño emocional.
7. Perdonar es optar por no guardar rencor a quien nos hizo mal: Deja atrás el pasado, niégate a sacar a relucir rencillas viejas con quien te agravió o con otros que te quieran escuchar. Rechaza todo pensamiento vengativo.
8. No esperes a tener deseos de perdonar: Jamás los tendrás. Toma la difícil decisión de perdonar aunque no te apetezca. Una vez que decidas perdonar, Satanás perderá poder sobre ti en ese sentido, y el toque sanador de Dios tendrá libertad para actuar.

Perdonar a los enemigos no es señal de ser pusilánime, sino de poseer un alma fuerte. Además está dentro del principio de la siembre y la cosecha. Para ser perdonado hay que perdonar. Si Dios nos perdona ¿Quienes somos nosotros para no perdonar?

Haz esta oración: Señor, opto por perdonar a (nombre de la persona) por (lo que haya hecho) aunque me haya hecho sentir (expresa el sentimiento doloroso). Elijo, Señor, dejar de guardar rencor a (nombre). Te doy gracias por librarme de la esclavitud del resentimiento hacia (nombre). Te pido que bendigas a (nombre) y te pido que me reveles cualquier otra persona a quien deba perdonar y que en este momento no recuerde. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

Mateo 6:12
Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal.

Mateo 6:1415
Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados.

Mateo 18:2135
Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo. Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad. Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: ¡Págame lo que me debes! El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: ¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tú también debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti. Y tanto se enojó el rey, que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía. Jesús añadió: Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano.

Mateo 26:28
Porque esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangre que es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados.

Marcos 11:25
Y cuando estén orando, perdonen lo que tengan contra otro, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.

Lucas 6:37
No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará.

Lucas 23:34
Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.



(26 de agosto) ¡HOLA! YO SOY TU AMIGO

Hola te escribe tu amigo,

Quiero que sepas que tu amistad es para mí un preciado tesoro. Me alegra que me hayas permitido entrar en tu vida. Como amigo mío puedes contar conmigo siempre, no solamente en los buenos momentos, de éxito, felicidad y triunfo, sino también en aquellos momentos difíciles de fracaso, tristeza, dolor y derrota. Estaré a tu lado siempre.

Para mí es importante saber que nuestra amistad se basa en amor mutuo, y eso es maravilloso porque nuestra amistad la podremos cultivar por toda la eternidad. Por esa razón te decía al principio de esta carta que tu amistad es para mí muy apreciada.

Quiero llenar tu vida con amor, alegría, paz, paciencia, bondad, amabilidad, fidelidad, humildad y dominio propio. Quiero darte una vida equilibrada, con plenitud y prosperidad integral. Sin embargo, siempre evitaré darte algo que te aleje de mí. Nada puede alejarme a mí de tí, pero como sé que tú si puedes alejarte de mí, cuidaré que nada que yo te dé te aleje a tí de mí.

Recuerda que siempre estoy aquí, para escucharte, apoyarte, alentarte y compartir toda tu vida. Eres muy importante para mí y por eso te cuido con tanto esmero.

Te amo profundamente,

Jesús

Mateo 11:19
Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados.

Lucas 7:34
Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma.

Juan 15:1315
El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.



(27 de agosto) AMOR PERFECTO

Todos necesitamos recordar cómo nos ama Jesús. Independientemente de que lo hayamos conocido durante toda la vida o recientemente, la necesidad de comprender el amor que nos tiene es la misma. Con el ajetreo de la vida y el trabajo es fácil olvidar lo real que es, lo cercano que está, cuánto se interesa en todos los detalles de nuestra vida y que Él desea que conozcas Su corazón.

Tener confianza en cuánto nos ama Jesús no solo nos hace felices, sino que es una fuerza estabilizadora en nuestra vida. Cuando nos garantiza con frecuencia que nos ama, y lo creemos y confiamos en ello, esa paz y seguridad nos serena, aunque afrontemos desilusiones, dificultades, sufrimientos o cualquier otra cosa que nos depare la vida. Su amor es lo bastante fuerte para sacarnos adelante en toda dificultad y es perdurable, digno de confianza y eterno.

Su amor es perfecto
Es lo único en este mundo que es absolutamente perfecto. Hay muchas cosas que son bonitas, hermosas y maravillosas, pero nada es tan perfecto como Su amor. Vivimos en un mundo imperfecto, con humanos imperfectos y en circunstancias imperfectas, pero el amor de Él nos permite remontar las dificultades de la vida. Él es perfecto, igual que Su amor.

Su amor es gratuito
No hay que esforzarse para obtenerlo ni tratar de demostrarle que lo merecemos. Eso también es bueno, porque todos pecamos y cometemos errores. Si tuviéramos que granjearnos el amor de Jesús, ninguno lo lograríamos, ya que todos somos humanos con debilidades parecidas y metemos la pata. Él, en Su divina providencia y sabiduría, lo sabía, y decidió amarnos sin compromisos.

Su amor es incondicional
No solo nos ama cuando todo va bien. No solo cuando encaramos la vida con entusiasmo, somos felices y obedientes, hacemos progresos espiritualmente o dejamos huella. Nos ama cuando estamos contentos y cuando estamos tristes. Nos ama cuando estamos enfermos y cuando estamos sanos. Nos ama cuando hacemos cosas dignas de Su alabanza y cuando hacemos otras que lo entristecen.

Su amor es eterno
El amor de Jesús no tiene fecha de caducidad. No nos lo pueden quitar ni robar. No se desgasta ni pasa de moda al cabo de unos años. Si bien es tradicional e histórico, al mismo tiempo es moderno y actual. Siempre está vigente. Nos amaba hasta antes de que lo conociéramos. Nos amó desde el principio de la vida y seguirá haciéndolo por la eternidad.

Jesús está en el pensamiento que albergas en la mente, en el sueño más profundo de tu corazón, es tu compañero constante y va a dondequiera que vayas.

Juan 13:1
Era antes de la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que había llegado la hora de que él dejara este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.

Juan 13:34
Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros.

Juan 15:9
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo.

1 Juan 4:10
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.

1 Juan 4:19
Nosotros amamos porque él nos amó primero.

Romanos 8:3839
Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!



(28 de agosto) EL SECRETO PARA SER FELIZ

Existe un gran secreto que te hará triunfar en todos los aspectos de tu vida y que te convertirá en la persona más feliz del mundo. En realidad es secreto está en cultivar en tu mente y en tu corazón 7 actitudes que debes mantener durante el resto de tu vida, independientemente de las circunstancias que te rodeen.

1. Ten la certeza de que Dios está presente en todas las cosas de tu vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todo lo que te suceda. Sea lo que sea. Porque nada de lo que te suceda es para mal aunque las apariencias te confundan.
2. Debes amarte y estimarte a ti mismo, recordar que eres importante y que tienes mucho valor porque fuiste hecho a la imagen y semejanza de Dios y eres su hijo. Eres el hijo del Rey del universo, del Señor de señores, de Dios. No dejes que nadie te haga creer que eres menos que eso. Aunque las apariencias te confundan.
3. Actúa con integridad. Que tus acciones estén de acuerdo con tus palabras y que tus palabras estén de acuerdo con tus pensamientos. Y sobre todo que tus pensamientos estén basados en los principios de tu Padre celestial.
4. No envidies nada de nadie. Todos fuimos creados por el mismo Padre y con un propósito que Él ha determinado. La envidia juzga los propósitos de Dios y eso es muy malo para tu salud espiritual.
5. No guardes en tu corazón rencor ni odio hacia nadie. Dios nos manda a no juzgar a nadie porque de Él es la justicia, la misericordia y el perdón. Deja que las leyes de Dios hagan justicia y tú perdona y olvida.
6. Nunca tomes nada que no es tuyo. Si no lo tienes es porque no está en el plan de Dios que tú lo tengas.
7. Trata a los demás como quieres que ellos te traten a ti. No debes maltratar a nadie; todos los seres humanos tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera. Ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir algo a cambio

Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito, piensa en las bendiciones que tienes, mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y comparte con ellos el secreto para ser feliz.



(29 de agosto) ¿Y AHORA, QUÉ TE FALTA?

Cuando somos niños y adolescentes estamos convencidos que la verdadera felicidad viene cuando seamos adultos y libres. Al llegar a los 18 años, nos damos cuenta de que es bueno ser adultos, pero nos falta algo. Entonces pensamos, cuando nos graduemos y seamos profesionales, seremos muy felices. Cuando llegamos a ser profesionales, nos damos cuenta de que es bueno ser profesionales, pero nos falta algo. ¡Ah! Lo que necesitamos es el empleo de nuestros sueños y cuando lo conseguimos vemos que es un buen empleo con mucho potencial, pero nos falta algo.

Ahí viene la conclusión típica. Lo que necesitamos es casarnos. Cuando conseguimos la pareja ideal y nos casamos, comprobamos que el matrimonio es muy bueno, pero nos falta algo. Entonces vienen los hijos, porque los hijos si van a hacernos felices. Y cuando los tenemos vemos que en efecto tener hijos es maravilloso, pero nos falta algo. La lista sigue con: la casa propia, el carro nuevo, adelgazar, el viaje da vacaciones, la empresa propia, el plan de retiro, etc. Todo lo vamos logrando en la vida y todo lo que vamos logrando es bueno, pero nunca vamos a estar completos. Siempre nos va a faltar algo.

Ese vacío que sentimos se va acumulando a través de la vida y va creciendo. A más edad, más vacío. Ese sentimiento que no sabemos manejar nos va cambiando y dejamos de ser los niños libres que éramos y nos convertimos en adultos con cargas y ataduras. Todo esto nos lleva a veces a revisar lo que hemos logrado y esto puede suceder en varias etapas de la vida. Usualmente se inicia despues del matrimonio y hace crisis alrededor de los 40 años de edad.

Entonces comenzamos a pensar que tal vez no escogimos la profesión correcta, el empleo correcto, el cónyuge correcto, la casa correcta, las vacaciones correctas, la empresa propia correcta y el plan de retiros correcto. Podemos llegar al extremo de pensar que no tenemos a los hijos correctos. Lamentablemente, en ese estado es muy frecuente que comencemos a hacer cambios en nuestra vida, buscando la felicidad que perdimos por culpa de nuestras escogencias incorrectas.

Veamos que nos dice el Rey Salomón sobre esto:

Eclesiastés 1:118
Estos son los dichos del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalén. ¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión! ¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar en este mundo? Unos nacen, otros mueren, pero la tierra jamás cambia. Sale el sol, se oculta el sol, y vuelve pronto a su lugar para volver a salir. Sopla el viento hacia el sur, y gira luego hacia el norte. ¡Gira y gira el viento! ¡Gira y vuelve a girar! Los ríos van todos al mar, pero el mar nunca se llena; y vuelven los ríos a su origen para recorrer el mismo camino. No hay nadie capaz de expresar cuánto aburren todas las cosas; nadie ve ni oye lo suficiente como para quedar satisfecho. Nada habrá que antes no haya habido; nada se hará que antes no se haya hecho. ¡Nada hay nuevo en este mundo! Nunca faltará quien diga: ¡Esto sí que es algo nuevo! Pero aun eso ya ha existido siglos antes de nosotros. Las cosas pasadas han caído en el olvido, y en el olvido caerán las cosas futuras entre los que vengan después. Yo, el Predicador, fui rey de Israel en Jerusalén, y me entregué de lleno a investigar y estudiar con sabiduría todo lo que se hace en este mundo. ¡Vaya carga pesada que ha puesto Dios sobre los hombres para humillarlos con ella! Y pude darme cuenta de que todo lo que se hace en este mundo es vana ilusión, es querer atrapar el viento. ¡Ni se puede enderezar lo torcido, ni hacer cuentas con lo que no se tiene! Entonces me dije a mí mismo: Aquí me tienen, hecho un gran personaje, más sabio que todos los que antes de mí reinaron en Jerusalén; entregado por completo a profundizar en la sabiduría y el conocimiento, y también en la estupidez y la necedad, tan solo para darme cuenta de que también esto es querer atrapar el viento. En realidad, a mayor sabiduría, mayores molestias; cuanto más se sabe, más se sufre.

Eclesiastés 2:111
También me dije a mí mismo: Ahora voy a hacer la prueba divirtiéndome; voy a darme buena vida. ¡Pero hasta eso resultó vana ilusión! Y concluí que la risa es locura y que el placer de nada sirve. Con mi mente bajo el control de la sabiduría, quise probar el estímulo del vino, y me entregué a él para saber si eso es lo que más le conviene al hombre durante sus contados días en este mundo. Realicé grandes obras; me construí palacios; tuve mis propios viñedos. Cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales. Construí represas de agua para regar los árboles plantados; compré esclavos y esclavas, y aun tuve criados nacidos en mi casa; también tuve más vacas y ovejas que cualquiera otro antes de mí en Jerusalén. Junté montones de oro y plata, tesoros que antes fueron de otros reyes y de otras provincias. Tuve cantores y cantoras, placeres humanos y concubina tras concubina. Fui un gran personaje, y llegué a tener más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Además de eso, la sabiduría no me abandonaba. Nunca me negué ningún deseo; jamás me negué ninguna diversión. Gocé de corazón con todos mis trabajos, y ese gozo fue mi recompensa. Me puse luego a considerar mis propias obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y me di cuenta de que todo era vana ilusión, un querer atrapar el viento, y de que no hay nada de provecho en este mundo.

Ahora veamos que nos ha dicho Jesús sobre este mismo tema:

Mateo 6:2534
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. ¿Si no es ahora, entonces cuándo? Siempre habrá un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, sin embargo, esos obstáculos no son tu vida. La felicidad es un trayecto, no un destino. Y el trayecto de la felicidad lo describió Jesús muy bien: Busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas les serán añadidas.

Las cosas que vienen de la mano de Dios porque estamos unidos a Él en una hermosa relación personal, son las que producen la verdadera felicidad.



(30 de agosto) SIGUE CREYENDO

Si estás pasando por una experiencia difícil o una circunstancia dura de afrontar, si te ves rodeado de obstáculos, si sientes que estás en el desierto, te acompaña la soledad, no sabes hacia donde ir y no sabes que hacer, es posible que te sientas también separado de Dios. Puedes llegar a creer que Dios te ha abandonado.

Si te encuentras en esa situación, en vez de preguntarte ¿Dónde está Dios? ¡Sigue creyendo y alabando a tu Padre celestial! Fortalece tu fe con Su Palabra. ¡Pídele a Dios que te muestre que quiere Él que aprendas de esta situación! Dile a tu Padre celestial lo mismo que le dijo Jesús en Getsemaní: Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

Jesús pasó por el trago amargo, pero su victoria final fue absoluta, porque la voluntad de Dios para nosotros siempre es lo mejor, lo óptimo, lo excelente. A veces no comprendemos lo que El Señor está haciendo y creemos lo peor, nos ponemos negativos y asumimos una mala actitud. Sin embargo ¡No te rindas nunca, no desistas, nunca te desanimes! Tal vez pienses que estás perdiendo el juego, pero ¡Sigue creyendo! ¡La tempestad debe terminar, y el arco iris saldrá al final, confía en Su promesa de amor, sigue creyendo y alaba al Señor!

Pídele a Dios que te de discernimiento y te permita avanzar con el poder de Su Espíritu hasta la gloriosa victoria de tu destino celestial ¡Sigue aferrándote a Sus promesas! ¡Y pase lo que pase, sigue adelante por Jesús y con Jesús!

Mateo 28:20
Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Juan 14:1618
Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes.

Marcos 9:23
Jesús le dijo: ¿Cómo que si puedes? ¡Todo es posible para el que cree!

Isaías 55:811
Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma. Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.



(31 de agosto) ¿ERES RICO O POBRE?

Si te preguntaran si eres rico o pobre: ¿En qué pensarías? Probablemente en el nivel de tus activos, pasivos y capital neto y el nivel de vida relativo, dentro de tu sociedad, que ese capital neto te permite tener.

Pero, si te preguntaran si eres rico o pobre en espíritu: ¿En qué pensarías? Jesús dijo en la primera bienaventuranza: Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Independientemente de lo que pensemos sobre las riquezas materiales, de esa primera bienaventuranza parece desprenderse una lógica conclusión: ser pobres en espíritu, hace que el cielo nos pertenezca y por reversa, ser ricos en espíritu, hace que el cielo no nos pertenezca.

Si así son las cosas, pienso que todos estamos muy interesados en ser pobres en espíritu ¿Cierto? Pero ¿Cómo es eso? ¿Qué significa ser pobres en espíritu? Ser pobres en espíritu significa reconocer la pobreza de nuestra propia condición espiritual. Es cuando, estando a solas con el Señor, nos vemos tal cual él nos ve: en un estado, no de pobreza, sino de total bancarrota espiritual. Esto es lo que nos lleva al genuino y verdadero arrepentimiento, sin el cual no podemos presentarnos ante el Señor.

Esta es una situación que debemos revisar periódicamente con el Señor, porque a medida que caminamos por la vida, volveremos a caer en la vanidad, el orgullo, la soberbia y la altivez espiritual, que debilitan nuestro espíritu por ser contrarias al Espíritu de Dios. Es entonces cuando debemos volver a percibir nuestra verdadera condición espiritual. Esa fue la experiencia de Pedro que quiso dar testimonio de su fidelidad a Jesús diciendo que estaba dispuesto a entregar su vida por él. La dura realidad le demostró cuan lejos estaba su espíritu en ese momento, de la entrega que había prometido.

Esta postura solamente la logramos cuando el Señor quiebra en nosotros los malos hábitos aprendidos en el mundo, donde no hay premio ni gratificación para la humildad, la debilidad y la pobreza. Jesús dio su ejemplo, su palabra y su vida para enseñarnos que el paradigma del mundo no se parece en nada al paradigma celestial y que con Dios la humildad, la debilidad, el sometimiento y la pobreza, es el camino del éxito, del premio y la gratificación. Ahí está la vida.

Lucas 18:914
Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos por considerarse justos, despreciaban a los demás: Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma. El fariseo, de pie, oraba así: Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte de todo lo que gano. Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: ¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador! Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.

Mateo 26:3135
Y Jesús les dijo: Todos ustedes van a perder su fe en mí esta noche. Así lo dicen las Escrituras: Mataré al pastor, y las ovejas se dispersarán. Pero cuando yo resucite, los volveré a reunir en Galilea. Pedro le contestó: Aunque todos pierdan su fe en ti, yo no la perderé. Jesús le dijo: Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Pedro afirmó: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos decían lo mismo.

Mateo 26:6975
Pedro, entre tanto, estaba sentado afuera, en el patio. En esto, una sirvienta se le acercó y le dijo: Tú también andabas con Jesús, el de Galilea. Pero Pedro lo negó delante de todos, diciendo: No sé de qué estás hablando. Luego se fue a la puerta, donde otra lo vio y dijo a los demás: Ese andaba con Jesús, el de Nazaret. De nuevo Pedro lo negó, jurando: ¡No conozco a ese hombre! Poco después, los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron: Seguro que tú también eres uno de ellos. Hasta en tu manera de hablar se te nota. Entonces él comenzó a jurar y perjurar, diciendo: ¡No conozco a ese hombre! En aquel mismo momento cantó un gallo, y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y salió Pedro de allí, y lloró amargamente.

Isaías 55:811
Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma. Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.



(1 de septiembre) GRACIAS = GRATIS

Sabías que la gratitud no cuesta nada, es gratuita. Si, en efecto, dar gracias es gratis. No hay muchas cosas gratis en la vida. Es más, hay personas que te dicen que ya no hay nada gratis y la verdad es que hoy en día ya ni el agua es gratis. Pero dar gracias, ser agradecido y tener una actitud de gratitud, es completamente gratis. Cuesta trabajo creer que algo tan bueno y que nos haga tanto bien, pueda ser gratis. ¿Por qué será que no lo aprovechamos si es gratis?

La mejor manera de prevenir el escepticismo, la duda, el negativismo, la resignación y la depresión, es dedicar un tiempo cada día en hacer un inventario de todas las cosas buenas que tienes y por las que deberías estar agradecido. Por ejemplo todo lo bueno, agradable, sano y hermoso que has visto, escuchado, olido, probado, y tocado. Tus cinco sentidos te han permitido disfrutar de la extraordinaria creación que te rodea. Hay que dar gracias por todo eso. Por estar a nuestra disposición y por la capacidad que tenemos para disfrutarlo.

Las experiencias vividas, los conocimientos adquiridos, nuestro crecimiento y desarrollo personal, nuestra salud física y emocional, nuestra familia, nuestros amigos, el amor que recibimos, nuestro trabajo, la provisión diaria de que disponemos, y muchas cosas más, son motivo diario de agradecimiento. Por supuesto que en algún momento de nuestra vida, algo nos puede faltar, pero lo demás seguirá estando allí. El asunto está en enfocarnos en todo lo que tenemos y no en lo que nos falta. Allí radica el secreto de la gratitud. No seamos como los niños que lo tienen todo y cuando les falta algo, se sienten miserables y les da una “pataleta”.

La gratitud cambia la forma en que vemos la vida y a nosotros mismos. Situaciones difíciles que antes parecían intolerables e imposibles de cambiar, son transformadas. En el momento que comenzamos a sentir gratitud, la situación comienza a mejorar y podemos ver las oportunidades para efectuar cambios. Nos sentimos mejor acerca de nosotros mismos y nuestra habilidad para efectuar cambios positivos en nuestro ambiente y el mundo. La depresión se disipa, el conflicto se convierte en armonía y el estrés es reemplazado con paz.

Además, la gratitud produce salud y juventud. Observa el rostro de alguien que ha vivido con resentimientos por muchos años. Esas personas se ven demacradas y envejecidas. Entonces observa a alguien que ha vivido una vida llena de gratitud. Ellos se ven radiantes, con salud y llenos de vida. Eso sucede porque la gratitud viene del amor. Es la expresión natural de un corazón amoroso. El dar gracias propaga energía curativa. Así que, cuando expresamos gratitud nos alineamos con el poder del amor que nos sana y rejuvenece. No es posible estar agradecido y ser infeliz al mismo tiempo.

Ahora, la principal razón para vivir agradecidos es tener un Dios maravilloso, todopoderoso, justo, misericordioso y que nos ama profundamente. ¿Quién puede aspirar atener más que eso? Los que tienen a Dios en su corazón, son todos igualmente ricos, porque esa es la máxima riqueza posible en este mundo. El Señor es nuestra eterna fuente de bienestar y cuando recurrimos a Él, ya sea en gozo o tristezas, con una actitud de agradecimiento, comenzamos a trascender los límites de la existencia física y terrenal, para anclarnos en la existencia sobrenatural de vida abundante y amor infinito que durará para siempre.

Debemos dar gracias por los eventos y desafíos que se presentan en la vida, sabiendo que a través de ellos estamos siendo bendecidos con sabiduría y experiencia. El mismo hecho de que demostramos gratitud transforma cualquier experiencia negativa en una positiva. Demos gracias a Dios por todo.

Marcos 8:67
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y se los iba dando a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente, y así lo hicieron. Tenían también unos cuantos pescaditos; Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y también mandó repartirlos.

Lucas 2:38
Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

Lucas 17:16
Y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle las gracias. Este hombre era de Samaria.

Lucas 22:17
Entonces tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, dijo: Tomen esto y repártanlo entre ustedes.

Lucas 22:19
Después tomó el pan en sus manos y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: Esto es mi cuerpo, entregado a muerte en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.

Juan 6:23
Mientras tanto, otras barcas llegaron de la ciudad de Tiberias a un lugar cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias.

Juan 11:41
Quitaron la piedra, y Jesús, mirando al cielo, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado.



(2 de septiembre) 10 PASOS PARA UNA VIDA PRODUCTIVA

1. Voy a ser feliz: La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará contigo. Voy a enfocarme en lo único que puedo controlar en el mundo: mis pensamientos y mi decisión de como reaccionar ante cada circunstancia.
2. Voy a tener una postura de victoria: Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz. Voy a sonreír a la vida.
3. Voy a vivir cada momento: La única realidad de la vida es la que se encuentra en cada momento. Voy a aprender a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro. Voy a aprender que la felicidad y la vida no son una meta sino un trayecto. Disfrutaré de cada momento.
4. Voy a aceptarme y a amarme: Voy a aprender a amarme a mí mismo como soy. Voy a creer en mi mismo. Sólo al querernos podemos abrir el corazón a que nos quieran. Cuanto más te conozcas, en mayor medida podrás darte a los demás.
5. Voy a establecerme metas: Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que está fuera de la realidad. Voy a atreverme a soñar, pero voy a atreverme también a esforzarme por lograr que esos sueños se hagan realidad. Y si tengo una meta difícil o un sueño imposible, voy a aprender que el éxito es la recompensa de los que se esfuerzan y perseveran.
6. Voy a relacionarme con otras personas: Voy a aprender que sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas. Voy a comprender que si dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia, basada en la comunicación y empatía se manifiestan naturalmente. Voy a trata de entender a las personas que me rodean. Voy a aprender a querer a mi familia y a mis amigos como son, sin intentar cambiarlos. Así que voy cultivar mis relaciones personales. Junto a ellos lograré mis metas.
7. Voy a perdonar: Mientras mantenga odios y resentimientos en mi corazón, será imposible ser feliz. Lo maravilloso del perdón es que me libera de un sufrimiento en mi alma y la vida es muy bella y muy corta como para mantener sentimientos negativos en nuestro camino.
8. Voy a sembrar para poder cosechar: Voy a aprender a dar sin esperar nada a cambio. Quien ama de verdad da todo de sí por hacer feliz a los que ama. Sólo el que aprende a dar desinteresadamente, está en camino de descubrir la verdadera felicidad. Además, si doy odio, recibiré odio tarde o temprano, pero si doy amor, recibiré multiplicado ese amor. Voy a amar a mi prójimo. Voy a tratar a los demás como quiero que ellos me traten a mí.
9. Voy a creer que recibiré lo que espero, aunque no lo vea todavía: Voy a liberar mi alma de dudas, preocupaciones, ansiedad y miedos. Voy a tener fe en todos los proyectos que voy a emprender.
10. Voy a buscar a Dios: Voy a Amar al Señor mi Dios con todo mi corazón, con todo mi ser, con toda mi mente, con toda mi alma, y con todas mis fuerzas. Voy a hacer de Dios en centro de mi vida. Voy a entregarle el control de mi vida. Voy a vivir de acuerdo con Su voluntad. Sólo así lograré los nueve pasos anteriores.

Mateo 28:1920
Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Lucas 11:28
Él contestó: ¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!

Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

Juan 14:23
Jesús le contestó: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.



(3 de septiembre) ¿DÓNDE LA ENCUENTRO?

¿Cómo se adquiere la fe? La fe proviene de Jesús y está a tu alcance y al de cualquiera que la busque. El problema está en que la gente no busca la fe y cuando la necesita, descubre que no la tiene, o que no tiene suficiente. Sin embargo, la pregunta de muchas personas es ¿Y dónde la consigo? ¿Dónde la encuentro?

La Palabra de Jesús es el fundamento de la fe. Así como todo edificio firme tiene unas buenas fundaciones, no existe la fe sin la Palabra de Dios, porque la fe en Dios, se fundamenta en ella. Por eso, si te sientes débil en la fe, el remedio es muy sencillo: la Palabra de Dios te la aumentará. A medida que la leas y estudies, medites en ella y hasta te la aprendas de memoria, cada palabra te motivará, fortalecerá y aumentará tu fe.

Llena tu mente y tu corazón con pensamientos basados en Palabra de Jesús, y te sorprenderás de la fe que lograrás alcanzar: una fe verdadera, una fe capaz de soportar cualquier prueba, una fe que hace milagros. Pero tú no puedes lograrlo solo, esforzarse por tener fe es el camino equivocado. Aceptar la fe que nos viene “de gratis” por medio de la Palabra de Jesús es el único camino posible. Las Palabras de Jesús están imbuidas de un poder sobrenatural que se activa al darles entrada en nuestra mente y corazón.

Lee lo que dijo Jesús todos los días, acéptalo y permítele entrar en tu corazón, para que transforme tu mente y tengas suficiente fe para enfrentar el mundo y todas sus circunstancias.

Romanos 10:17
Así pues, la fe nace al oir el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

Lucas 6:4649
¿Por qué me llaman ustedes, Señor, Señor, y no hacen lo que les digo? Voy a decirles a quién se parece el que viene a mí y me oye y hace lo que digo: se parece a un hombre que para construir una casa cavó primero bien hondo, y puso la base sobre la roca. Cuando creció el río, el agua dio con fuerza contra la casa, pero ni moverla pudo, porque estaba bien construida. Pero el que me oye y no hace lo que digo, se parece a un hombre que construyó su casa sobre la tierra y sin cimientos; y cuando el río creció y dio con fuerza contra ella, se derrumbó y quedó completamente destruida.

Juan 4:4142
Y muchos más creyeron al oír lo que él mismo decía. Y dijeron a la mujer: Ahora creemos, no solamente por lo que tú nos dijiste, sino también porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que de veras es el Salvador del mundo.

Juan 5:24
Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.

Juan 14:10
¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras.



(4 de septiembre) RUTINA O ESCLAVITUD

¿Cuál es tu rutina? Cada mañana cuando suena la alarma del reloj despertador, la apagas y duermes un poco más. Piensas que lamentablemente hay que levantarse para ir a trabajar. No te has levantado todavía y ya sientes el cansancio. El día no ha comenzado aun y ya sientes las preocupaciones, el estrés. Pero no tenemos opción, hay que levantarse.

Vas al baño, te cepillas los dientes, te bañas, te vistes, acomodas lo que tienes que llevar y ya está todo listo para ir a trabajar. Desayunas alguna cosa corriendo antes de salir de casa o te comes algo en el camino, batallas con el tráfico, llegas a la oficina y comienza el día laboral. Ocho a diez horas continuas de trabajo con un pequeño descanso para almorzar, aunque a veces perdemos algo de tiempo en el día conversando, dormitando, leyendo, etc. Algunas veces, necesitamos trabajar tiempo extra.

Luchando con los documentos, los proyectos, los problemas, los casos, las emergencias, las urgencias, los caprichos, las prioridades, las ineficiencias, la burocracia, las leyes y la rutina, hasta que sentimos morirnos. Algunas veces parecemos muertos sin estarlo. Aburridos. Siempre estamos viendo el calendario, buscando sábados, domingos o días festivos. Porque en esos días la rutina cambia, hacemos cosas diferentes, dormimos más, nos divertimos y hacemos lo que nos gusta hacer.

Esa es nuestra vida. Tal y como la describimos aquí, es una rutina triste pero cierta. Sin embargo, la vida es lo que nosotros hacemos de ella y no lo que permitimos que nos pase. Si estás atrapado en una rutina es porque algo te ata a ella. Si algo te ata puedes desatarte. Rompe las cadenas que te impiden salir de la rutina. No aceptes la esclavitud del siglo 21. No desperdicies tu vida. Rompe los paradigmas con los que te formaron. No eres un número más. No eres el próximo en la fila. La vida te ofrece mucho más.

Revisa tu vida ahora mismo. Pregúntate: ¿Cómo tratas a tu familia y seres queridos? ¿Cuáles son tus principios y valores? ¿Cuáles son tus metas? ¿Te has vendido alguna vez? ¿A quién has ayudado? ¿Qué enseñas y a quién? ¿Tienes amigos? ¿Usas lo mejor de tus habilidades y dedicación en todo lo que emprendes? ¿Por qué luchas? ¿Cómo tratas a tus vecinos, a tu prójimo? ¿Cuál es tu carácter? ¿Cumples con tu palabra? ¿Eres íntegro?

¿Cuánto tiempo piensas que vas a vivir? ¿Qué será de ti cuándo llegue el final? ¿Qué pasará contigo cuando la vida termine? ¿Cuál es la oferta? ¿Cuál es la propuesta? ¿Hay un camino mejor? ¿Cómo puedes caer en la rutina, si el tiempo pasa tan rápido que la rutina se comerá tu vida? ¡Libérate! ¡Busca el camino! Naciste para ser libre, no esclavo. No aceptes las cadenas.

Juan 8:3132
Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

Juan 8:36
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres.

Mateo 7:14
Pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.

Mateo 16:26
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?

Juan 6:27
No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.

Juan 10:10
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Mateo 6:2534
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.



(5 de septiembre) ¡ADELANTE! PERO CON PASO FIRME

El trabajo, los negocios, las actividades humanas y toda la acción creadora y generadora del ser humano, son básicamente una parte importante del plan de Dios para nosotros y para este mundo que habitamos, y por lo tanto, dependemos de Dios aunque no lo entendamos y además, todo lo hacemos para Él aunque no lo comprendamos muy claramente. Ahora ¿Qué sucede con el trabajo que hacemos y del que no vemos resultados inmediatos? ¿O más aun, que sucede con el trabajo que hacemos y no resulta, se pierde y sale mal? ¿Jesús nos da ayuda y consejo sobre la manera de enfrentar el trabajo y las actividades humanas? Si, Jesús tiene mucha ayuda y consejo. Aquí hemos sacado solamente de las parábolas del sembrador, de la mala hierba y de las monedas, tres principios que podemos aplicar a cualquier actividad que pensemos realizar. Hay muchas más en las enseñanzas de nuestro Señor, pero por ahora veamos estas. Les aseguro que nuestro trabajo nunca es en vano, aunque en algún momento así lo podemos sentir.

1. Siembra en buena tierra: No junto al camino, ni en terreno pedregoso, ni entre espinos (Mateo 13:19).
· Junto al camino: Sembrar junto a camino es sembrar donde la semilla no es apreciada. Cualquiera la puede pisar y los pájaros vienen y se la comen porque nadie la cuida. Por lo tanto tu trabajo o tu negocio y tus acciones, no deben ser hechos donde no son apreciados y donde pueden ser “pisoteados” o donde no pueden ser cuidados y otro se los “come”. Evalúa para quien trabajas y quien cuida lo que haces.
· En terreno pedregoso: Sembrar en terreno pedregoso es sembrar donde no hay mucha tierra. Es posible que la planta brote muy pronto, justamente por esa falta de tierra, pero se seca rápido. Por lo tanto, tú trabajo o negocio no debe ser hecho de una manera superficial que comience rápido pero que se seque igual de rápido. Tu trabajo y negocio deben tener buena profundidad de tierra. Analízalo bien y evalúa las “raíces” que puedes echar. Si no tienes espacio donde establecer buenas raíces en el futuro, se te puede secar antes de tiempo.
· Entre espinos: Sembrar entre espinos es sembrar donde la semilla al crecer va a ser ahogada por otras plantas más fuertes y agresivas. Por lo tanto, tú trabajo o negocio no debe ser hecho al lado de otros más agresivos y fuertes que te puedan ahogar, o en condiciones muy fuertes y agresivas que te puedan ahogar. Evalúa al lado de quien desarrollas tu trabajo y en que condiciones.
2. Cuando recibas ataques y cuando algo sale mal: concéntrate y no te desvíes (Mateo 13:2430).
· Si ves circunstancias negativas, si algo sale mal o si alguien te ataca en tu trabajo o negocio, concéntrate en lo tuyo y no te dejes distraer.
· Muchas veces las situaciones o circunstancias negativas que nos rodean o los ataques recibidos, nos distraen de nuestra visión y misión y el daño mayor no viene de la situación, circunstancia o ataque, sino de nuestra actitud al distraernos de nuestro rumbo principal. No te distraigas. No te desvíes. No te dejes engañar.
3. Utiliza todos tus recursos intelectuales, físicos, académicos, financieros y de tiempo (Mateo 25:1430).
· No le niegues a tu trabajo o negocio ningún recurso que esté a tu disposición. Todos tus recursos disponibles deben ser “sembrados” para que se reproduzcan y crezcan.
· Por supuesto, esto no aplica solamente para el trabajo remunerado sino para todas las actividades que una persona debe desarrollar para tener una vida balanceada.
· Todo lo que tengas ponlo a trabajar para algo que crezca.

Siembra, siempre siembra. No caigas en rutinas, ni creas en paradigmas. No te dejes engañar. ¡Siembra!

Mateo 13:19
Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas. Les dijo: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan.

Mateo 13:2430
Jesús les contó esta otra parábola: Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba? El dueño les dijo: Algún enemigo ha hecho esto. Los trabajadores le preguntaron: ¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba? Pero él les dijo: No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.

Mateo 25:1430
Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra. Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané. El jefe le dijo: Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo. Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané. El jefe le dijo: Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo. Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo. El jefe le contestó: Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses. Y dijo a los que estaban allí: Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.



(6 de septiembre) LA VIDA ES UN REFLEJO DEL AMOR DEL SEÑOR

¿Qué es lo mejor, lo máximo, lo excelente, que hay en la vida? Escoge:

· Aprender a esperar.
· Aprender a no estresarse.
· Comprender y ayudar a alguien.
· El amor en todas sus dimensiones y expresiones.
· El camino y curso de la vida.
· El dominio propio.
· El libre albedrío
· La alegría y la felicidad.
· La amabilidad sin límites.
· La belleza interior.
· La bondad como forma de vida.
· La capacidad para decidir mi estado de ánimo.
· La creación que nos rodea.
· La experiencia adquirida viviendo.
· La fidelidad y la integridad.
· La humildad.
· La inocencia.
· La paz verdadera.
· La risa, la sonrisa y el buen humor.
· Las oportunidades y regalos de la vida.
· Los pequeños detalles que hacen la diferencia.
· Los placeres sensoriales.
· No usar máscaras ni escudos.
· Perdonar y ser perdonados.
· Todo lo que el dinero no puede comprar.
· Tratar a los demás como a uno mismo.
· Vivir libre de juicios y prejuicios.
· Poder hablar con Dios.

¿Cuál escogiste? ¿Agregaste alguna nueva? Puede haber muchas perspectivas y opiniones, pero cualquier lista que se haga con lo mejor de la vida, muestra el resultado del inmenso amor que Dios nos tiene. Todo lo que incluyamos en esa lista es producto del amor de Dios por nosotros. ¿Por qué nos ama tanto Dios? Esto es un misterio maravilloso, solo podemos estar profundamente agradecidos por su amor.

¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en nosotros?: A través de todo aquello que es bueno y:
1. Nos ayuda a mejorar
2. Nos impide perdernos.

Aunque a veces duela.

Te damos gracias Señor por todo lo bueno, lo mejor, lo excelente, que Tú nos permites disfrutar en esta vida.

Salmos 92:5
OH Señor, ¡qué grandes son tus obras!, ¡qué profundos tus pensamientos!

Isaías 55:811
Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma. Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.

Juan 3:16
Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.

Juan 13:1
Era antes de la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que había llegado la hora de que él dejara este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.

Romanos 5:5
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.

Efesios 2:45
Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande, que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación.

1 Juan 4:8
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.



(7 de septiembre) RECETA PARA SALUD

A lo largo de la historia, los hombres más sabios han sido conscientes de la relación entre las buenas actitudes y la buena salud. Cuatrocientos años antes de Cristo, Hipócrates, al que se considera padre de la medicina, enseñó a sus discípulos a observar el estado emocional y antecedentes generales de sus pacientes. Creía que el estado de ánimo influía en la salud y que para estar sano era necesario la armonía con uno mismo y con el mundo que lo rodeaba.

La receta para la salud es una fórmula de Dios. La Biblia nos enseña que una actitud espiritual positiva mejora la salud. Dedicar atención a la Palabra de Dios y sus principios se da como el secreto de la vida para los que las hallan y medicina para todo su cuerpo. Los efectos terapéuticos de la risa y la alegría son objeto de elogio en el libro de Proverbios que dice que un buen remedio es el corazón alegre, pero que el ánimo triste resta energías.

Muchos médicos han observado la conexión entre la vida emocional de los pacientes y su enfermedad. Si el historial del paciente revela fracasos, falta de armonía en la familia y nerviosismo, en general tienen un pronóstico negativo. Por otro lado, si los pacientes son optimistas y no se preocupaban con facilidad, en general tienen un pronóstico positivo y se recuperan.

Cada vez está más generalizada la opinión de que la mente y las emociones influyen bastante en nuestra salud y bienestar. En muchos casos se ha demostrado que si los factores sicológicos pueden contribuir a la enfermedad, también pueden conducir a la curación. Existe definitivamente una estrecha relación entre actitud y salud.

La Biblia enseña claramente cómo valerse de la mente para dar salud al cuerpo: Naturalmente, nadie es inmune a los problemas y avatares de la vida. Con todo, si contraemos alguna enfermedad, recordemos que Dios es la fuente de la salud.


Marcos 5:2534
Entre la multitud había una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, sin que le hubiera servido de nada. Al contrario, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Jesús, esta mujer se le acercó por detrás, entre la gente, y le tocó la capa. Porque pensaba: Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana. Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad. Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de él, se volvió a mirar a la gente, y preguntó: ¿Quién me ha tocado la ropa? Sus discípulos le dijeron: Ves que la gente te oprime por todos lados, y preguntas ¿Quién me ha tocado? Pero Jesús seguía mirando a su alrededor, para ver quién lo había tocado. Entonces la mujer, temblando de miedo y sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y le contó toda la verdad. Jesús le dijo: Hija, por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad.

Proverbios 3:78
No te creas demasiado sabio; honra al Señor y apártate del mal: ¡esa es la mejor medicina para fortalecer tu cuerpo!

Proverbios 4:23
Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida.

Proverbios 17:22
Buen remedio es el corazón alegre, pero el ánimo triste resta energías.

Mateo 15:31
De modo que la gente estaba admirada al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos podían ver. Y comenzaron a alabar al Dios de Israel.

Marcos 16:1718
Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.



(8 de septiembre) ¿PARA QUÉ SIRVE UN HIJO?

¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve un hijo? Un hijo sirve para: Aprender a reír y a dar amor desinteresado. Dar y recibir inagotables besos y abrazos. Descubrir la naturaleza a través de ojos de un niño. Divertirte sin límites. Jugar con tierra, piedras y cometas. Maravillarte con los peces y las aves. Disfrutar un zoológico. Adivinar las formas de las nubes. Hacer y comer galletas calientes. Sostener una mano que necesita ayuda. Hacer burbujas y castillos en la arena. Jugar con agua y mojarte. Reírte de ti mismo. Ver la luz en sus ojos cuando aprenden algo. Enseñarlos a montar bicicleta y a nadar. Disfrutar navidades especiales. Leer cuentos, ver dibujos animados y películas infantiles. Pegar dibujos con los imanes del refrigerador. Coleccionar tareas escolares. Recibir tarjetas de felicitación hechas por niños. Ser un héroe. Sacar astillas de los dedos. Llenar piscinas inflables. Cargarlos a caballito. Dormirlos en los brazos. Ser entrenador deportivo. Tener una excusa para comer helados y dulces. Despertar con ellos saltando en tu cama. Ser testigo del primer paso, la primera palabra, el primer diente que sale y el que se cae. La primera oración. Proyectarte en el futuro a través de tu descendencia. Tomar clases prácticas de psicología, nutrición, justicia, enfermería, comunicaciones, como sanar un llanto, como espantar monstruos, remendar cosas y organizar una fiesta. Amar, amar, amar más y seguir amando. Disfrutar la vida al máximo. Asumir la responsabilidad que Dios nos delega para formarlos y ver las señales de la existencia de Dios a través de ellos, cada día, todos los días.

¿Cómo puede alguien sentarse a calcular el costo de tener un niño? ¿Cómo puede alguien tomar la decisión de no permitirles nacer? ¿Qué ha hecho tan ciego al mundo?

Mateo 7:911
¿Acaso alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!

Mateo 10:2930
¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno.

Mateo 18:15
En aquella misma ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.

Mateo 19:14
Entonces Jesús dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.

Lucas 11:1113
¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!



(9 de septiembre) ¿CUÁNTO EQUIPAJE LLEVAS?

Cuando vas de viaje, ¿Cuánto equipaje llevas? ¿Eres del tipo de persona que le gusta llevar “todo” lo necesario y además aceptar encargos de los amigos y termina viajando con un equipaje tremendamente voluminoso y pesado? o ¿Eres del tipo de persona que le gusta viajar ligero y liviano y por lo tanto planifica con cuidado lo que va a llevar y tiene precaución en los encargos que acepta?

Igual sucede con el corazón de las personas, en su mente, en su interior. Cada quien decide lo que va a cargar en su mente y las cargas que acepta de otras personas. Cada día, en cada momento, tú puedes escoger que emociones o sentimientos quieres cargar en tu corazón: Alegría o tristeza, amor u odio, paz o contienda, paciencia o impaciencia, bondad o maldad, amabilidad o agresividad, fidelidad o infidelidad, humildad o soberbia, dominio propio o descontrol, fe o incredulidad, esperanza o desaliento, y lo que elijas llevar, lo tendrás hasta que decidas dejarlo. Además, si otra persona te ofrece sus cargas negativas y decides no aceptarlas, continuarán perteneciendo a quién los llevaba consigo y no tendrás que llevar esa carga.
Lamentablemente, son muchas las personas que andan por la vida llevando voluminosas y pesadas cargas, que ellas mismas has decidido llevar o que han aceptado de otras personas. Sin embargo, nuestra principal y más grande libertad es la de decidir que cargas aceptamos en nuestra mente. Es la mayor libertad que nos ha dado Dios. Tenemos la opción de decidir si nos sentimos bien o mal en nuestro interior. ¿Qué escoges tú? ¿Qué decides tú?

Proverbios 4:23
Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida.

Proverbios 15:13
Corazón alegre, cara feliz; corazón enfermo, semblante triste.

Proverbios 17:22
Buen remedio es el corazón alegre, pero el ánimo triste resta energías.

Proverbios 27:19
Así como las caras se reflejan en el agua, así también los hombres se reflejan en su mente.

Eclesiastés 10:2
La mente del sabio se inclina al bien, pero la del necio se inclina al mal.

Mateo 12:3435
¡Raza de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si ustedes mismos son malos? De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él.

Mateo 15:1819
Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro. Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos.

Lucas 6:45
El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.



(10 de septiembre) YO SOY

¿Me necesitas? Estoy aquí contigo. No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver. No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz. No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos. Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos. Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.

No soy una visión extraña. No soy un misterio. Sólo en silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe. Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo y todavía te contesto. Aunque me niegues, estoy contigo. En los momentos de mayor soledad en que crees encontrarte, Yo estoy contigo.

Aún en tus temores, estoy contigo. Aún en tu dolor, estoy contigo. Estoy contigo cuando oras y cuando no oras. Estoy en ti y tú estas en Mí. Sólo en tu mente puedes sentirte separado de Mí, pues solo en tu mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío". Sin embargo, tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.

Vacía tu corazón de temores ignorantes. Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo. Tu mismo no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo. Yo estoy en todo. Aunque no puedas ver el bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí. Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma; Sólo por Mí el mundo sigue adelante. Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte. Aunque tu fe en Mi es insegura. Mi fe en ti nunca flaquea. Porque te conozco, porque te amo. Estoy aquí, contigo.

Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el crecimiento de toda célula viva. Soy el amor que es el cumplimiento de la ley. Soy seguridad, Soy paz, Soy unificación, Soy la ley por la cual vives. Soy el amor en el que puedes confiar. Soy tu seguridad. Soy tu paz, Soy uno contigo, YO SOY.

JESÚS

Juan 1:15
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.

Juan 6:35
Yo soy el pan de vida, declaró Jesús. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.

Juan 6:51
Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Juan 10:9
Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos.

Juan 11:25
Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá

Juan 12:46
Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(11 de septiembre) ¿HECHOS O FE?

Las obras son la evidencia más tangible de un corazón que ha sido tocado por el amor de Dios. Sin embargo, la iglesia de Jesucristo, en la actualidad, parece que se inclinara hacia una espiritualidad egoísta, que excluye del ejercicio de su fe, las acciones concretas de amor hacia los demás.

El propio Jesucristo nos dio el ejemplo en decenas de situaciones en las que Su Espíritu lleno de amor y ternura, se traducía en acciones concretas hacia aquellos que estaban a su alrededor. Una de esas ocasiones fue cuando Jesús alimentó a los cinco mil. Mateo nos cuenta que Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino. Jesús tendría mil cosas en su mente es ese momento y sin duda alguna que no estaba libre de ocupaciones y preocupaciones. Sin embargo, la situación de las cinco mil personas que estaban escuchándolo, no escapó de su gran discernimiento y fue movido a la acción por la compasión.

La compasión es una de las características que distingue a la persona cuyo corazón ha sido tocado por el amor de Dios. A diferencia de la lástima, la compasión traduce el sentimiento de angustia por la necesidad del prójimo en una acción concreta que busca aliviar dicha situación. La compasión te moviliza al igual que en el caso de Jesús, a la acción y eso está en línea con el corazón bondadoso del Padre. Encontramos una expresión típica de su ternura en Deuteronomio 15:78: Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te da veas a un hermano hebreo pobre, no endurezcas tu corazón ni le cierres tu mano. Antes bien, tiéndele la mano y préstale generosamente lo que necesite.

Salgamos de nuestra isla espiritual cristiana y nademos hacia la tierra firme del mundo que está llena de personas que nos necesitan y llenémonos de la compasión que el amor de Dios ha puesto en nuestros corazones. Entonces, la acción y las obras de fe, serán una consecuencia lógica de nuestro estilo de vida cristiano.

Mateo 15:2938
Jesús salió de allí y llegó a la orilla del Lago de Galilea; luego subió a un cerro y se sentó. Mucha gente se reunió donde él estaba. Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos, que pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó. De modo que la gente estaba admirada al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos podían ver. Y comenzaron a alabar al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. No quiero mandarlos sin comer a sus casas, porque pueden desmayarse por el camino. Sus discípulos le dijeron: Pero ¿cómo podremos encontrar comida para tanta gente, en un lugar como este, donde no vive nadie? Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tienen ustedes? Siete, y unos pocos pescaditos, contestaron ellos. Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y aun llenaron siete canastas con los pedazos sobrantes. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Mateo 25:3146
Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme. Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron. Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme. Entonces ellos le preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos? El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron. Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Santiago 2:1418
Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; si uno de ustedes les dice: Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta. Uno podrá decir: Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.



(12 de septiembre) EL MUNDO Y EL AMOR

¿Qué conseguimos en el mundo? ¿Qué ofrece el mundo?: Poder, riquezas, fama, placeres, resultados y competencia. Sin embargo, todo esto que el mundo ofrece muy frecuentemente viene acompañado de orgullo, soberbia, rudeza, egoísmo, rencor, maldad, mentiras, envidia, contienda, enojo e infidelidad.

Cuando entramos en la vida nos sentimos decididos y con ganas de conquistar ese mundo difícil, salvaje e indomable. Desde muy jóvenes nos dedicamos a eso, porque nos enseñaron desde muy pequeños que eso es lo que debemos hacer.

¿Qué conseguimos en el amor? ¿Qué ofrece el amor?: Misericordia , contentamiento, renuncia, servicio, paciencia, ayuda, colaboración, humildad, delicadeza, amabilidad, bondad, generosidad, paz, perdón, verdad, fidelidad, fe, esperanza y caridad.

Cuando entramos en la vida no nos sentimos muy atraídos por estas cosas y no nos sentimos ni decididos, ni con ganas de conquistar ese mundo de amor y ternura, porque nos enseñaron que eso es para los débiles y para aquellos que no tienen agallas.

Sin embargo, lamentablemente nos encerraron en un paradigma incorrecto. La verdad es que si al elegir entre el mundo y el amor, eliges el mundo, es posible que logres mucho de lo que el mundo ofrece, pero puedes quedarte sin amor y perder la vida como resultado.

Pero, si eliges el amor, tendrás la vida y la vida es la mayor conquista que podemos lograr en este mundo.

Mateo 16:26
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?

Lucas 9:25
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?

Juan 14:1618
Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes.

Juan 14:27
Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

Juan 18:36
Jesús le contestó: Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, tendría gente a mi servicio que pelearía para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.



(13 de septiembre) RESPUESTAS

Cuando uno le habla a alguien de Jesucristo y su mensaje de salvación, este es el tipo de respuestas que uno usualmente recibe:

1. Otro día, debo hacer algo antes.
2. Es muy difícil seguir el camino de Dios.
3. ¿Quien dice que Jesucristo es el único camino de salvación?
4. Estoy ocupado en mis negocios y no tengo tiempo para eso.
5. No creo que me haga falta, yo estoy bien y soy una buena persona.
6. Yo no creo en esas fabulas.
7. Yo necesito pruebas. Ver para creer.
8. A mi no me cambia nadie.
9. Mi problema, nadie lo arregla.
10. A mi no me hace falta, eso es para los débiles y pobres.

Sin embargo, Jesús responde así:

Mateo 13:311,1823
Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas. Les dijo: Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.

Lucas 12:1621
Entonces les contó esta parábola: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.

Mateo 6:2534
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Mateo 21:2832
Jesús les preguntó: ¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo. El hijo le contestó: ¡No quiero ir! Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Este contestó: Sí, señor, yo iré. Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? El primero, contestaron ellos. Y Jesús les dijo: Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos. Porque Juan el Bautista vino a enseñarles el camino de la justicia, y ustedes no le creyeron; en cambio, esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le creyeron. Pero ustedes, aunque vieron todo esto, no cambiaron de actitud para creerle.

Juan 20:29
Jesús le dijo: ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!

Juan 1:1213
Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.

Juan 6:35
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Juan 6:51
Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Juan 8:2324
Jesús les dijo: Ustedes son de aquí abajo, pero yo soy de arriba; ustedes son de este mundo, pero yo no soy de este mundo. Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados.

Juan 10:710
Jesús volvió a decirles: Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí, fueron unos ladrones y unos bandidos; pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos. El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 11:2526
Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(14 de septiembre) EL PADRE NUESTRO

¿Conoces “El Padre Nuestro”? ¿Te lo sabes? ¿Lo repites mecánicamente? ¿Lo comprendes? Veamos que fue lo que Jesús nos enseñó:

Mateo 6:913
Ustedes deben orar así: "Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno."

Consideraciones:
1. ¿Es una oración para ser repetida mecánicamente, como un deber, para sentirte bien?
2. ¿Es algo que queremos decirle a nuestro Padre celestial de todo corazón?
3. “Padre nuestro”: ¿Comprendes que dentro de “nuestro” se incluye a todos tus hermanos, todos los hijos de Dios? ¿Tienes alguna consideración por tus hermanos? ¿Los aceptas como tus hermanos?
4. “Que estás en el cielo”: Tu Padre no está en la tierra, está en el cielo y por lo tanto no se rige por parámetros terrenales, sino por los celestiales de amor, alegría, paz, paciencia, bondad, amabilidad, fidelidad, humildad, dominio propio, integridad, verdad absoluta y justicia perfecta. ¿Puedes aceptar a un Padre así?
5. “Santificado sea Tu nombre”: Santo significa perfecto y libre de toda mancha o culpa, que está especialmente dedicado, apartado o consagrado a Dios. Por lo tanto, el nombre de Dios y su identidad que es inherente al nombre es perfecto y apartado y consagrado a Él. ¿Respetamos el nombre de Dios? Yo soy el que soy, le respondió Dios a Moisés cuando este le pregunto su nombre.
6. “Venga tu reino”: Cuando le pides que venga Su reino ¿Qué estás pidiendo? Si el reino de Dios llega a nosotros, a nuestra familia, a nuestros negocios, a nuestras iglesias, a nuestros países, ¿Qué pasaría? ¿Podríamos seguir pensando, hablando y actuando igual? ¿Nos someteríamos a las normas de Su reino? No te quedaría otra opción. Por eso Jesús dijo: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.
7. “Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo”: ¿Y que haces tú para que eso suceda? Obviamente es bueno que el Señor tenga un control de todo lo que aconteciese en el cielo y en la tierra. Pero ¿Tiene control sobre ti? ¿Qué tal el modo en que tratas a tus hermanos, la forma en que gastas tu dinero, La manera en que usas tu tiempo, los pensamientos que permites, las cosas de dices, tu forma de actuar, el estilo de vida que persigues, y el poco tiempo que le dedicas al Señor tu Dios? ¿Realmente quieres que Dios haga su voluntad en el cielo, en la tierra y sobre ti? ¿La aceptas, sea lo que sea? o ¿Te quejas y reclamas por todo?
8. "Danos hoy nuestro pan cotidiano": ¿Te conformas con que El Señor te provea el pan de cada día o le pides también el de mañana, el mes que viene, el año que viene, el de toda tu vida? ¿Te conformas con el de hoy? ¿Recuerdas a los que no tienen pan? ¿Pides el pan material y también el espiritual? ¿De qué tipo de pan habla esta oración? Recuerda que: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Ten conciencia del pan que pides para cada día.
9. “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”: ¿Has realmente perdonado a los que te han ofendido? ¿Sientes rencor por alguien? ¿Hay alguien a quien no has podido perdonar? ¿buscas venganza contra alguien? Pero ¿Y tu oración? ¿Qué quieres decir con: Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores? No es bueno cargar con el peso de la ira dentro de ti. ¿Entiendes? La venganza no es tan buena como parece, porque siempre deja el recuerdo, la tristeza y la carga. Dios puedo cambiar todo para ti, basta con que tú quieras. Perdona a tu hermano, Dios te perdonaré a ti y tu carga desaparecerá. Si no puedes perdonar, entonces no pidas perdón. Busca la paz de Dios. Pídele al Señor que te ayude para conseguir el camino del perdón.
10. “Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”: Es bueno que le pidas a Dios que no te deje caer en tentación y que te libre de maligno. Pero tú también debes evitar ponerte en situaciones donde puedas ser tentado. Deja de andar en compañía de personas que te llevan a participar de cosas sucias e incorrectas, abandona la maldad, el odio, la lascivia y la mentira, porque todo eso te lleva al camino errado. ¡No uses a Dios como salida de emergencia! No escojas a propósito el camino equivocado para luego correr a pedirle a Dios que te ayude y te libre de la situación. Has tu parte de evitar la tentación y pídele a Dios que te fortalezca para no caer y que te libre del maligno.

Ahora debes decir “Amén” porque aceptas todo lo que Dios quiere y concuerdas con Su voluntad. Porque quieres que todo sea tal y como dijiste en tu oración, comprendiendo lo que dijiste y con la intención de que así sea.



(15 de septiembre) AL INICIAR EL DÍA

Padre Celestial, al iniciar este Nuevo día, deseo presentarme ante ti, para darte gracias por este nuevo día. Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para este día. Te pido que bendigas todo lo que hable, piense, decida y haga durante el día de hoy. Bendice todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean de acuerdo a tu voluntad y testimonio de tu misericordia, reino, poder y gloria. Bendice, también Señor, a todas las personas con las que tendré contacto en este día, mi cónyuge, mis hijos, mi familia, mis vecinos, mis amigos, mis compañeros de trabajo y todos Tus hijos que son mis hermanos y a la vez son mi prójimo.

Dame la capacidad y renueva mis fuerzas para cumplir con mis obligaciones de la mejor forma posible y de acuerdo con los principios y valores que he aprendido de tus enseñanzas. En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades. La actitud correcta para lo mejor en toda circunstancia que se presente y para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí. Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los chismes, murmuraciones, rumores y palabras ofensivas.

Especialmente, Señor, enséñame las verdades que se encuentran en Tu palabra y dame una voluntad decidida para pensar, hablar y actuar de acuerdo a ella. Padre bueno, Señor, si hay confusión en mí, ilumíname y guíame. Si hay en mí, debilidad y cansancio, fortaléceme. Y sobre todo lléname con tu Espíritu Santo. Te pido que en este día todo lo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con Tu palabra y Tus mandamientos. Y te pido, Señor, que cuando termine mis labores del día, me conduzcas con seguridad hasta mi hogar. Bendice y cuida mi hogar para que tu Espíritu reine en él.

Señor, te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida, por todo lo que haces y por todo lo que harás. En el nombre de Jesús, te doy las gracias por los dones y la provisión con que me bendecirás el día de hoy. Ayúdame a usarlos con responsabilidad y en Tu honor.

Amén.



(16 de septiembre) ¡LEA LAS INSTRUCCIONES!

Cuando usted compra algún tipo de artefacto nuevo, siempre trae en la caja de embalaje un folleto de instrucciones. Si usted abre ese folleto de instrucciones, usualmente tiene esta leyenda, en la primera página: ¡Lea cuidadosamente estas instrucciones antes de utilizar este aparato! Toda persona inteligente y responsable estudia las instrucciones sobre un aparato antes de siquiera tocarlo o intentar hacerlo funcionar. Leer las instrucciones ahorra mucho tiempo en el aprendizaje de uso del aparato, llegando al extremo de que algunas personas, por no leer las instrucciones, nunca llegan a conocer algunas de las características y funcionalidades del aparato. Además, existe la posibilidad de causar al aparato algún daño irreparable. Pero quienes son demasiado impacientes para consultar primero el manual, o se imaginan que ya saben hacerlo funcionar, los que se niegan a confesar que necesitan la ayuda, por lo general no leen las instrucciones.

Lo mismo pasa con la vida. Muchas personas se esfuerzan innecesariamente en la difícil tarea de vivir y hacer funcionar su propio cuerpo, mente y espíritu. ¿Para qué esforzarte innecesariamente en esta vida cuando “El Gran Fabricante”, “El Gran Creador”, que creó todo, incluyéndonos a nosotros, ya hizo que varios de Sus hombres escribieran un manual de instrucciones que contiene esquemas detallados e indicaciones claras y específicas, para poder desempeñar la difícil tarea de vivir y hacer funcionar tu propio cuerpo, mente y espíritu?

El “aparato nuevo” que recibiste al nacer es tu propia vida, que incluye tu cuerpo físico, tu mente y tu espíritu. Podrías ahorrar mucho tiempo y esfuerzo en aprender a “vivir”, conocer todas las características de uso de “la vida” y evitar causar mucho daño, a ti mismo y a los demás, si te detienes primero a leer el libro de instrucciones, la Palabra de Dios, La Biblia. Así, podrás aprender bien cómo funcionas tú y el mundo y así poder usar la vida de acuerdo para el uso que el Fabricante propuso, o sea, de acuerdo al Plan de Dios. No uses mal, no abuses y no desperdicies tu vida. ¡No te arriesgues! ¡Lee el Libro y sigue sus instrucciones! Dios tiene un plan para ti.

Mateo 15:6
Así pues, ustedes han anulado la palabra de Dios para seguir sus propias tradiciones.

Lucas 8:11
Éste es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

Lucas 8:21
Esto es lo que quiere decir la parábola: La semilla representa el mensaje de Dios.

Lucas 11:28
Él contestó: ¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!

Mateo 22:29
Jesús les contestó: ¡Qué equivocados están, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios!

Juan 7:38
El último día de la fiesta era el más importante. Aquél día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte: Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.

Mateo 5:1718
No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento.



(17 de septiembre) ¿DÓNDE ESTÁ JESÚS?

¿Dónde está Jesús? ¿Dónde podemos encontrar a Jesús? ¿En un planeta? ¿En alguna región de la tierra? ¿En un país? ¿En un lugar específico? ¿En un edificio? ¿En una iglesia? ¿En un templo? ¿En una casa? ¿En un objeto? ¿En una imagen? ¿En una religión? ¿En una organización? ¿En un libro? ¿En una cultura? ¿En una filosofía? ¿En un pensamiento? ¿En una idea? ¿En un conjunto de principios y valores? ¿En una enseñanza? ¿Dónde está? ¿Dónde lo podemos encontrar?

¿Qué dijo Jesús acerca de esto? ¿Dónde dijo Él que estaría?:

Mateo 18:20
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Juan 14:20
En aquel día, ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes están en mí, y yo en ustedes.

Juan 14:23
Jesús le contestó: El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.

Juan 17:21
Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.

Juan 17:26
Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.

Mateo 28:20
Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Jesús de depende de un lugar geográfico, ni de un aposento, ni de ningún objeto. Jesús no depende de nada porque es El Señor de señores, Rey de reyes, igual al Padre, de la misma naturaleza del Padre, Dios. Y Él dijo que estaría en nosotros. Nosotros somos Su nación, Su iglesia y Su templo, porque vino por nosotros para ser parte de su reino y del nuevo pacto.

El mundo puede viajar a otros planetas, invadir regiones y países, derribar y quemar edificios, iglesias, templos y casas, encarcelar y matar los cristianos, prohibir el cristianismo y quemar todas las Biblias. Pero, no puede tocar a Jesucristo. Él vive eternamente. Vive en mi corazón, ¡no me lo puede quitar! Si me matan, estaré con él para siempre.
¿Comprendes esta diferencia? La religión es un conjunto de ritos, una organización influida por un contexto social y cultural, señalada por errores y debilidades humanas. En cambio, la fe es una relación verdadera y personal con un Dios vivo; significa conocer a Jesucristo, el Hijo de Dios, amarle y vivir para él.El apóstol Pablo escribió: Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí. (Gálatas 2:1920).

Mientras enseñemos que Jesús está en un lugar, enseñamos una religión que puede ser destruida.



(18 de septiembre) SABER PEDIR

Nuestra cultura de soluciones instantáneas, salidas fáciles y resultados con el mínimo esfuerzo, han afectado nuestra relación con nuestro Padre celestial porque siempre estamos pidiendo a Dios que arregle todo, mágicamente, instantáneamente, ya, ahora y sin nosotros cambiar o sacrificar nada.

No debemos hacer peticiones a Dios de esa manera, no es correcto que nos relacionemos con nuestro Padre así. El, como buen Padre quiere darnos todo lo que necesitemos, pero también está interesado en nuestra formación y en que no perdamos nuestro camino de regreso a su casa.

Por eso, muchas veces nos enseña a trabajar con lo que tenemos aunque él puede darnos una solución instantánea. No siempre hace multiplicación de los bienes porque Él sabe que nunca quedamos satisfechos y por ende nunca sería suficiente y corremos el riesgo de caer en la avaricia que Él detesta.
Nuestro Padre espera que seamos humildes y como niños muy pequeños delante de Él, aceptando Su voluntad, lo que el nos de cada día en su perfecta sabiduría. Por eso muchas veces nos parece que Dios no nos escucha, pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando, siendo egoístas y siempre queremos de todo para nosotros. Nuestro Padre tiene que enseñarnos que ese no es el camino.
Seremos felices el día que aprendamos que la forma de relacionarnos con nuestro Padre y hacerle peticiones es ser humildes y como niños muy pequeños.
Aprende a ser muy pequeño delante de Dios ¡Haz la prueba!

Mateo 6:8
No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.

Lucas 11:13
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

Lucas 12:15
También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.

Mateo 11:25
En aquel tiempo, Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.

Mateo 18:35
Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.

Mateo 19:14
Entonces Jesús dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.

Lucas 18:17
Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.



(19 de septiembre) ES PARA CRECER Y MEJORAR

Siempre estamos observando como nuestros hijos se esfuerzan para lograr crecer, mejorar y prosperar. Cada edad tiene sus dificultades y retos, desde que son bebés hasta que se convierten en adultos y aun después. También podemos observar esfuerzos similares durante la vida de nuestra familia, amigos y seres queridos. Inclusive, nosotros mismos vivimos en un constante batallar para avanzar lentamente a través de la vida, superando obstáculos, venciendo dificultades, resolviendo problemas, ayudando a otros y buscando oportunidades.

¿Por qué la vida es así? ¿Por qué la vida no puede ser más fácil? ¿Por qué Dios ha hecho las cosas así?

Hay algo en el plan de general Dios que debemos comprender: ¿Qué pasa con las plantas que no soportan las inclemencias del tiempo? ¿Qué pasa con los animales en cautiverio que no necesitan defenderse del medio ambiente? ¿Qué pasa con las personas que son protegidas y apartadas de toda dificultad desde que nacen?

Vencer dificultades nos hace fuertes.
Resolver problemas nos da conocimientos y sabiduría.
Superar obstáculos nos da determinación y fuerza de voluntad.
Buscar oportunidades estimula nuestra inteligencia y creatividad.
Ayudar a otros enciende y genera nuestro amor al prójimo.

Necesitamos estas circunstancias en nuestra vida para poder crecer, mejorar y prosperar, como personas, familias, comunidades y países. Si Dios nos permitiera pasar por nuestras vidas sin circunstancias adversas, seríamos débiles. No llegaríamos a ser tan fuertes como Él planificó. A través de estas circunstancias Dios nos da todo lo que necesitamos.

¿Qué hace un entrenador para lograr que el atleta gane la medalla de oro y para que el equipo gane el campeonato? ¿Les hace fácil las cosas? ¿Qué hace el profesor para lograr que sus alumnos lleguen a ser excelentes profesionales? ¿Les pone poco trabajo y muy fácil? ¿Qué hace el comandante para lograr que su batallón esté preparado para la batalla? ¿Qué hace nuestro amado Padre celestial para lograr lo mejor de nosotros? ¿Comprendes la idea?

Acepta el entrenamiento, la enseñanza, la capacitación que tu Dios te da a través de las circunstancias adversas que atraviesas para que tengas más fortaleza, conocimientos, sabiduría, determinación, fuerza de voluntad, inteligencia, creatividad y amor. Él te dará tu premio, tu trofeo y tu corona. Nuestro Padre es bueno.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

Mateo 7:1314
Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.

Romanos 8:18
Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Jesús es nuestra luz y fortaleza en tiempo de dificultades. Deja que Él te guíe siempre.



(20 de septiembre) LOS OJOS Y EL CAMINO

Nuestra capacidad para caminar, montar bicicleta o motocicleta, manejar un automóvil, una embarcación o una aeronave, depende en buena parte de la capacidad de nuestros ojos para ver por donde vamos y leer los instrumentos. Si uno mira hacia un camino secundario, un camino peligroso, una ruta con tormenta o un camino rodeado de amenazas y decide dirigirse hacia allá, pues sin lugar a dudas, iremos hacia ese destino.

En el campo espiritual el asunto en más complicado porque hay caminos que perecen muy seguros y agradables pero que conducen a destinos terribles. Entonces, nuestro destino en la vida está determinado por la capacidad de nuestros ojos espirituales para ver y “discernir” el camino que debemos tomar. Cuando los ojos espirituales no funcionan, o están enfocados en los caminos incorrectos o en los valores materiales del mundo, nuestra capacidad para lograr nuestro verdadero destino se ve perjudicada grandemente.

Jesús nos alerta para que no permitamos que nuestros ojos físicos nos hagan pecar y nos dice que los ojos son la lámpara que le da luz al cuerpo, son como la linterna que nos permite ver claramente el buen camino en un mundo de oscuridad. Estos son ojos “espirituales”. También nos dice que nuestras propias faltas nublan nuestra visión espiritual y pueden llegar a dejarnos como ciegos espirituales, al no poder contar con la luz de nuestros ojos espirituales.

Todo buen navegante, independientemente de la buena visión que tenga lleva en el viaje buenos mapas e instrumentos para guiarse. Nuestro Padre celestial nos ha dejado todos los mapas e instrumentos de navegación en Su palabra. ¡Búscala! ¡Úsala! La luz de tus ojos espirituales te permitirá ver el mapa, comprenderlo y tomar el buen camino.

Mateo 5:29
Así pues, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

Mateo 6:2223
Los ojos son la lámpara del cuerpo; así que, si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra será la oscuridad misma!

Mateo 7:35
¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo.

Mateo 13:1516
Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane. Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen.

Mateo 18:9
Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que con tus dos ojos seas arrojado al fuego del infierno.

Marcos 8:1718
Jesús se dio cuenta, y les dijo: ¿Por qué dicen que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Tienen tan cerrado el entendimiento? ¿Tienen ojos y no ven, y oídos y no oyen? ¿No se acuerdan?

Lucas 24:3032
Cuando ya estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Y se dijeron el uno al otro: ¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?



(21 de septiembre) EL CRISTIANO Y LA POLÍTICA

Cuando dices que eres cristiano, lo que estás diciendo es que eres un seguidor de Jesucristo. Cristiano significa: Cristo en nosotros. Los cristianos seguimos el ejemplo, las enseñanzas y los mandamientos que nos dejó Jesús. ¿Cuál fue el ejemplo que nos dio Jesús en la política? ¿Sabías que Jesús vivió en tiempos que eran muy difíciles desde el punto de vista político?

Judea y Samaria fueron inicialmente invadidas por los asirios y los babilonios y sus habitantes fueron llevados cautivos como esclavos. Los descendientes de Israel volvieron a su tierra, la reconstruyeron y volvieron a sus tradiciones y entonces fueron invadidos por los ejércitos colonizadores de Alejandro Magno. La influencia griega tuvo efectos muy fuertes y de largo alcance sobre la cultura israelita. Y después de los griegos llegaron los romanos que no solamente invadieron al país militarmente, sino que violaron y profanaron sus lugares sagrados. Además los colonizaron con fuertes impuestos que oprimían al pueblo, sobretodo a los más pobres.

¿Era aceptable la presencia militar y colonizadora de los romanos en Judea y Samaria? ¿Era correcto que los romanos irrespetaran los lugares sagrados? ¿Eran justos los fuertes impuestos que los romanos imponían sobre el pueblo de Jesús?

Sin embargo, Jesús nunca participó en procesos políticos. Su único propósito fue anunciar la llegada del reino de Dios y enseñarnos los principios de amor que deben guiarnos a todos los que lo seguimos como sus discípulos. Los principios de amor que debemos luchar por establecer en nuestras naciones. Por lo tanto, los cristianos debemos estar alertas sobre lo que es nuestra responsabilidad como seguidores de Jesucristo: Amar al prójimo como a nosotros mismos y tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.

Nuestra función principal de amor no es entrar en las contiendas políticas, sino que debemos orar por todos los hombres que ocupan cargos de poder en nuestras naciones. Roguemos a Dios que ellos puedan tomar decisiones prudentes que puedan beneficiar a toda la humanidad. Roguemos a Dios para que cuando ellos tomen sus decisiones se basen en principios cristianos. Oremos porque el reino de Dios se imponga en nuestros países. Oremos para que Cristo sea El Señor de todos, independientemente del color político. Oremos y trabajemos sin descanso para que se imponga el reino del amor.

Veamos que dijo Jesús al respecto:

Mateo 22:1522
Después de esto, los fariseos fueron y se pusieron de acuerdo para hacerle decir a Jesús algo que les diera motivo para acusarlo. Así que mandaron a algunos de sus partidarios, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: Maestro, sabemos que tú dices la verdad, y que enseñas de veras el camino de Dios, sin dejarte llevar por lo que diga la gente, porque no hablas para darles gusto. Danos, pues, tu opinión: ¿Está bien que paguemos impuestos al emperador romano, o no? Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les dijo: Hipócritas, ¿por qué me tienden trampas? Enséñenme la moneda con que se paga el impuesto. Le trajeron un denario, y Jesús les preguntó: ¿De quién es esta cara y el nombre que aquí está escrito? Le contestaron: Del emperador. Jesús les dijo entonces: Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios. Cuando oyeron esto, se quedaron admirados; y dejándolo, se fueron.

Juan 6:15
Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.

Juan 8:23
Jesús les dijo: Ustedes son de aquí abajo, pero yo soy de arriba; ustedes son de este mundo, pero yo no soy de este mundo.

Juan 18:36
Jesús le contestó: Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, tendría gente a mi servicio que pelearía para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.



(22 de septiembre) MÁS ALLÁ…

Nuestra forma de pensar a veces queda fijada en una especie de fotografía, mapa o instrucciones de uso y como consecuencia nos encontramos enfrentando los problemas y circunstancias de la vida mediante los mismos caminos ya conocidos por nosotros sin pensar en otras posibles y nuevas maneras de manejar las cosas. Eso es lo que se conoce como "paradigma".
Muestra cultura nos ha formado para que cuando tengamos un problema, nos enfoquemos en él y no desistamos hasta resolverlo. Eso es lo mismo que si hubiera un obstáculo en el medio del camino y nos enfocáramos solamente es el obstáculo. Si fijamos toda nuestra atención en el obstáculo, terminaremos chocando con el.
¿Qué pasaría si en lugar de enfocarnos en el obstáculo, nos concentráramos en todas las opciones que tenemos para no chocar con el? Girar a la derecha. Girar a la izquierda. Detenernos. Pasar por encima del obstáculo. Llamar a alguien que lo quite del camino. Quitarlo nosotros mismos. Nuestro pensamiento debería ser: no me interesa el obstáculo. No quiero el obstáculo. Yo sólo quiero seguir adelante independientemente del obstáculo y voy a poner toda mi atención y concentración en lo que hay detrás del obstáculo que me interesa y que es donde quiero llegar.
No permitamos que los problemas y circunstancias adversas que son los obstáculos de la vida, desvíen nuestra atención y nos hagan creer que los obstáculos son importantes. Lo que es realmente muy importante, son todas las oportunidades que se presentan más allá de los obstáculos.

Lucas 10:19
Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.

Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

1 Juan 5:45
Porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
Romanos 8:28
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.

Romanos 8:37
Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Apocalipsis 3:21
A los que salgan vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.



(23 de septiembre) CONÉCTATE

¿Sabías que el infinito pode de Dios está a tu disposición? Lo único que tienes que hace es conectarte.

La computadora más poderosa del mundo no serviría de nada si no estuviera conectada a la energía eléctrica. El teléfono celular más sofisticado y moderno sería inútil, si no estuviera conectado a su batería estando esta cargada. Cualquier artefacto no sirve de nada si no está conectado a una fuente de poder. Para tu cuerpo físico, la fuente de poder es la alimentación, el sueño y el ejercicio físico. Para tu mente, la fuente de poder es también la alimentación y el sueño, acompañada de las actividades de estudio y ejercitación mental que sirven de fuente de poder. Para cualquier aparato o artefacto y para tu cuerpo y mente, las fuentes de poder están ahí. Depende de ti usarlas o no. Las fuentes de poder siempre tienen su poder latente, sin embargo, no les sacaremos ningún provecho a menos que reconozcamos su existencia, valoremos su potencial y las utilicemos.

¿Y para tu espíritu, cuál es la fuente de poder? La fuente de poder espiritual que Dios pone a nuestra disposición es semejante a las anteriores. Está ahí. Depende de nosotros usarla o no. El poder de Dios siempre estará presente y disponible, sin embargo, no podremos utilizarlo a menos que reconozcamos su existencia, creamos en su infinito poder y lo utilicemos.

Puede que hayamos prescindido toda la vida de nuestra fuente de poder espiritual. Es posible que pensemos que no nos ha ido tan mal o quizás si. Hasta podríamos llegar a pensar que si continuamos así, no sería el fin del mundo o quizás si. Sin embargo, nunca sabremos lo que nos perdemos hasta que nos topemos con esa fuente de poder y experimentemos su infinito caudal de poder. Y es que la energía espiritual de Dios es maravillosa. Es la energía de la creación. Pero cuidado, no te confundas. Dios es un Dios vivo. Dios no es energía. El creó la energía, es el dueño de la energía y la pone a disposición de todos los que deciden conectarse a Él. Tú puedes hacerlo, no esperes más.

Nuestro Padre celestial ha dispuesto su fuente de poder espiritual para personas comunes y corrientes como nosotros a fin de que hagan milagros. Ese mismo poder milagroso está hoy en día a nuestra disposición: basta con que creamos, lo declaremos y actuemos de acuerdo con Su Palabra. Esa energía de Dios creó el mundo. Se encarnó en Jesús. Resucitó a Jesús. Nos trajo al Espíritu Santo. Te dio vida física a ti y puede darte la vida espiritual que necesitas para hacer milagros. ¡Búscala! ¡Conéctate!

Nuestro Padre celestial es el Dios vivo. Dios de milagros. Rey de reyes y Señor de señores. Habla con Él. Búscalo. ¡Conéctate!

Mateo 22:29
Jesús les contestó: ¡Qué equivocados están, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios!

Marcos 5:30
Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de él, se volvió a mirar a la gente, y preguntó: ¿Quién me ha tocado la ropa?

Lucas 4:14
Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y se hablaba de él por toda la tierra de alrededor.

Lucas 4:36
Todos se asustaron, y se decían unos a otros: ¿Qué palabras son estas? Con toda autoridad y poder este hombre ordena a los espíritus impuros que salgan, ¡y ellos salen!

Lucas 5:17
Un día en que Jesús estaba enseñando, se habían sentado por allí algunos fariseos y maestros de la ley venidos de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor se mostraba en Jesús sanando a los enfermos.

Lucas 6:19
Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía.

Lucas 9:1
Jesús reunió a sus doce discípulos, y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades.

Lucas 10:19
Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.

Lucas 24:49
Y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.

Juan 3:12
Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo?

Juan 12:38
pues tenía que cumplirse lo que escribió el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su poder?



(24 de septiembre) MENTIRA

¿Qué significa mentir? Mentir es decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Por lo tanto, una mentira es una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. El engaño nace de la mentira, porque engañar es dar a la mentira una apariencia de verdad para inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas. Un engaño siempre está representado por la falta o encubrimiento de la verdad.

Entonces, ¿Por qué mentimos? ¿Qué se gana con la mentira? Para comenzar, lo primero que ganamos es que no nos crean cuando decimos la verdad y ese es el problema que tenemos en la actualidad. Hay tanta mentira que ya nadie cree en nadie. Todo el mundo desconfía. Los gobiernos, las instituciones, las empresas y las personas han perdido credibilidad. A veces los engañadores y mentirosos, resultan engañados. Todo el mundo trata de mentir y a su vez trata de protegerse de los engaños de los demás. Con el sistema de mentiras que impera en el mundo todos hemos perdido y es obvio que hay mucho que arriesgar y perder cuando se miente. Pero si mentimos es porque creemos que vamos a ganar algo. Nunca pensamos en lo que vamos a perder. ¿Quién miente para tratar de perder?

A veces mentimos para obtener ganancias materiales, a veces para obtener poder, otras para lograr conquistas amorosas, para ganar fama o para evitar una penalidad. En fin, puede haber muchas razones para justificar una mentira, pero cuando estudiamos la historia del mundo, no pueden quedar dudas de que la mentira siempre resulta en pérdidas, independientemente de lo que pensemos que hemos ganado. La mentira produce una “victoria pírrica”, que es aquélla que se consigue con fuertes pérdidas para el supuesto vencedor.

Para finalizar, debemos estudiar que piensa Dios de la mentira. El noveno mandamiento que le dio Dios a Moisés dice: No des falso testimonio en contra de tu prójimo. Es bueno comprender que no solamente está prohibido mentir sino que además Dios le agregó: contra tu prójimo. Lamentablemente siempre mentimos para ganar ventaja de nuestro prójimo. En su palabra El Señor nos enseña que los malos mienten, pero que los que quieren ser obedientes con El Señor, no deben mentir nunca. Dios nunca negociará sus principios. Nunca podremos escapar a esta ley. Sin embargo, en nuestro egoísmo y tratando de ser muy astutos en nuestra propia y equivocada sabiduría humana, hemos hecho una cultura de la mentira como medio de obtener ventajas y ganancia. En esto nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos apartado de su palabra y estamos pagando las consecuencias.

Si observamos el mundo que nos rodea podremos evidenciar las consecuencias y el costo que el mundo está pagando por venerar e idolatrar la mentira. El mundo idolatra al dios mentira y los hijos del único y verdadero Dios vivo, debemos luchar contra la mentira.

Éxodo 20:16
No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.

Salmos 119:104
De tus preceptos he sacado entendimiento; por eso odio toda conducta falsa.

Proverbios 12:22
El Señor aborrece a los mentirosos, pero mira con agrado a los que actúan con verdad.

Proverbios 20:17
Al hombre le gusta alimentarse de mentiras, aunque a la larga le resulte como bocado de tierra.

Jeremías 9:3
Siempre están listos a decir mentiras como si dispararan flechas con un arco. En el país reina la mentira, no la verdad; han ido de mal en peor, y el Señor mismo afirma: No han querido reconocerme.

Mateo 7:15
Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.

Mateo 15:1820
Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro. Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos. Estas cosas son las que hacen impuro al hombre; pero el comer sin cumplir con la ceremonia de lavarse las manos, no lo hace impuro.

Mateo 19:1719
Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos. ¿Cuáles? preguntó el joven. Y Jesús le dijo: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Juan 8:44
Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio éste ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!

Efesios 4:25
Por lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.



(25 de septiembre) ¿ES BUENO EL DOLOR?

¿Para que sirve el dolor? ¿Para hacernos sufrir? ¿Para incomodarnos la vida? ¿Para fastidiarnos?

Realmente no. Cuando algo duele es porque hay algún problema y el dolor nos ayuda a ubicar, identificar, diagnosticar y finalmente tratar con el problema. El dolor también nos ayuda a proteger alguna parte de nuestro cuerpo que está en recuperación y restauración, para recuperar la sanidad. Cuando algo nos duele no usamos esa parte o la protegemos para evitar que nos duela más. Si no sintiéramos dolor podríamos llegar a morir por enfermedades sencillas y fáciles de tratar, porque no las diagnosticaríamos a tiempo, ya que el dolor no nos avisaría. Además, No tendríamos cuidados con las heridas, fracturas y otras dolencias, que se complicarían innecesariamente y tardarían mucho en sanar o no sanarían bien.

El dolor también nos ayuda a recordar lo frágiles que somos y nos ayuda a ser más humildes y conscientes de nuestra condición y debilidad humana. Adicionalmente, el dolor también nos capacita para comprender el dolor de otros, ya que quien nunca ha sentido un dolor no puede solidarizarse con el dolor ajeno.

Hasta ahora nos hemos referido al dolor físico. Sin embargo, las mismas consideraciones que hemos hecho sobre el dolor físico, aplican exactamente igual al dolor emocional y al dolor espiritual. Si algo me duele emocionalmente o espiritualmente, debo usar ese dolor para ubicar, identificar, diagnosticar y finalmente tratar con el problema. El dolor no es el problema. El dolor es el resultado de algo que no está bien y necesita ser tratado. También es cierto que un dolor emocional o espiritual nos lleva a blindar esa área para protegerla mientras la tratamos, restauramos y sanamos.

Cuando sufrimos un dolor independientemente de la clase y origen de ese dolor, nos sentimos vulnerables y eso nos ayuda a ser más humildes y a identificarnos con los que sufren. El dolor es sin lugar a dudas, una de las circunstancias que nos llevan a acercarnos a Dios y buscarlo. Dios no nos causa el dolor. El dolor tiene otras raíces, pero Dios puede usarlo para nuestro bien, de acuerdo con las consideraciones que hemos hecho aquí. ¿Quién podría en su sano juicio vivir independientemente de Dios en un mundo donde hay tantas probabilidades y oportunidades para sufrir y padecer dolor?
El dolor definitivamente no es agradable ni deseable, pero puede ser una excelente escuela y tenemos un Dios todopoderoso y misericordioso, dispuesto a ayudarnos en nuestro dolor. Nuestro Padre celestial siempre está listo para apoyarnos. Sólo tienes que buscarlo.

Mateo 5:4
Dichosos los que sufren, porque serán consolados.

Mateo 4:2324
Jesús recorría toda Galilea, enseñando en la sinagoga de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias. Se hablaba de Jesús en toda la región de Siria, y le traían a cuantos sufrían de diferentes males, enfermedades y dolores, y a los endemoniados, a los epilépticos y a los paralíticos. Y Jesús los sanaba.

Mateo 8:17
Esto sucedió para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.

Mateo 9:35
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.

Juan 16:21
Cuando una mujer va a dar a luz, se aflige porque le ha llegado la hora; pero después que nace la criatura, se olvida del dolor a causa de la alegría de que haya nacido un hombre en el mundo.



(26 de septiembre) RÍNDETE Y OBEDECE

Noé obedeció:
En Génesis 7:5 dice: Noé hizo todo de acuerdo con lo que el Señor le había mandado. ¿Qué hubiera pasado si Noé no hubiese obedecido?

Abraham obedeció:
En Génesis 12:4 dice: Abram partió, tal como el Señor se lo había ordenado. ¿Qué hubiera pasado si Abraham no hubiese obedecido?

Moisés obedeció:
En Éxodo 4:18 dice: Moisés se fue de allí y volvió a la casa de Jetro, su suegro. Al llegar le dijo: Debo marcharme. Quiero volver a Egipto, donde están mis hermanos de sangre. Voy a ver si todavía viven. ¿Qué hubiera pasado si Moisés no hubiese obedecido?

Josué obedeció:
En Josué 1:1011 dice: Entonces Josué dio la siguiente orden a los jefes del pueblo: Vayan por todo el campamento y díganle al pueblo que prepare provisiones, porque dentro de tres días cruzará el río Jordán para tomar posesión del territorio que Dios el Señor le da como herencia. ¿Qué hubiera pasado si Josué no hubiese obedecido?

Jesús obedeció:
En Mateo 26:39 dice: Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú. ¿Qué hubiera pasado si Jesús no hubiese obedecido?

¿Cuál fue la decisión de ellos? Rendir su propia voluntad ante la voluntad de Dios, someter su corazón al corazón de Dios y “obedecer”. Rendirse es el punto de decisivo. Sólo cuando nos rendimos ante Dios, abrimos la puerta a la posibilidad real de obedecer. Cuando tomamos el camino de rendirnos y obedecer, Dios puede usarnos para cumplir sus planes y hacer grandes cosas para Él, a través de nosotros. Entonces, nuestra capitulación se convierte en victoria porque al rendimos y obedecer al Señor, entramos a formar parte de Sus planes y propósitos. Debes estar dispuesto a sacrificar tu propia agenda personal por la agenda perfecta y universal de nuestro Padre celestial.

Cuando los seres humanos se resisten a someterse a Dios, se apartan del plan de Dios y Sus perfectos propósitos. ¿Te explica esto algo? ¿Puedes ver los resultados de esa decisión?

¿Cuál es tu decisión?

Mateo 5:19
Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.

Mateo 19:17
Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.

Mateo 28:1920
Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Lucas 1:17
Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.

Lucas 11:28
Él contestó: ¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!

Juan 10:16
También tengo otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y formarán un solo rebaño, con un solo pastor.

Juan 14:15
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.

Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

Juan 15:10
Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.



(27 de septiembre) YO SOY EL QUE SOY

· Cuando, las horas de desaliento te invadan el alma, y las lágrimas afloren en tus ojos. Búscame: YO SOY aquel que sabe consolarte y pronto detiene tus lágrimas.
· Cuando desaparezca tu ánimo para luchar en las dificultades de la vida, o sientas que estas pronto a desfallecer. Llámame: YO SOY la fuerza capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las adversidades del mundo.
· Cuando, sin clemencia te encuentres, y no encuentres donde reclinar tu cabeza. Corre junto a mí: YO SOY el refugio, en cuyo seno encontrarás amparo para tu cuerpo, y tranquilidad para tu espíritu.
· Cuando te falte la calma, en momentos de gran aflicción, y te consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu. Invócame: YO SOY la paciencia que te ayudará a vencer las dificultades más dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.
· Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino. Grita por mí: YO SOY el bálsamo que cicatrizará tus heridas y aliviara tus padecimientos.
· Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede inspirarte confianza. Ven a mí: YO SOY la sinceridad, que sabe corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus ideas.
· Cuando la tristeza o la melancolía intenten albergarse en tu corazón. Clama por mí: YO SOY la alegría que te infunde un aliento nuevo y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.
· Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas desesperado. Apela a mi: YO SOY la esperanza que te robustece la Fe.
· Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano. Aclámame: YO SOY el perdón, que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu alma.
· Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el escepticismo te aborde el alma. Recurre a mí: YO SOY la fe que te inunda de luz y de entendimiento para que alcances la felicidad.
· Cuando ya nadie te tienda una mano tierna y sincera y te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes. Aproxímate a mí: YO SOY la renuncia que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.

YO SOY la dinámica de la vida y la armonía del mundo.

YO SOY el remedio para todos los males que atormentan tu espíritu.

YO SOY JESÚS.

Juan 6:35
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Juan 6:51
Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.

Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.

Juan 10:7
Jesús volvió a decirles: Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas.

Juan 10:9
Jesús volvió a decirles: Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas.

Juan 11:25
Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá

Juan 12:46
Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.

Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.



(28 de septiembre) ¿TIENES SED?

Hay personas que han pasado por la experiencia de estar a la deriva en alta mar o náufragos en una isla desierta y en ambos casos sin una provisión de agua dulce. Muchas de esas personas han cometido el peor error que se puede cometer en esos casos. Al sentir una sed desesperante, beben agua salada, y por la sal y arena contenida en la misma, lejos de saciarse, sienten más sed. La sal y la arena que introducen en su cuerpo los deshidrata aun más y su situación, luego de beber al agua salada es mucho peor que cuando tenían sed antes de beber.
De igual manera, hay personas que han pasado por la experiencia de estar a la deriva o náufragos en la vida y en ambos casos sin una provisión de amistad, cariño, amor, atención, respeto, aceptación, comprensión y solidaridad. Muchas de esas personas han cometido el peor error que se puede cometer en esos casos. Al sentir su necesidad desesperante, buscan saciarse con cosas, que lejos de saciarlos, los dejan peor que antes y su situación luego de beber “esas aguas” es mucho peor que cuando tenían su necesidad.
¿Cuál es tu necesidad? ¿Tienes sed? ¿Qué te falta? ¿Qué necesitas? ¿Qué has buscado para saciarte?: ¿Alcohol? ¿Drogas? ¿Sexo? ¿Comida? ¿Juegos y Apuestas? ¿Viajes y Fiestas? ¿Pornografía? ¿Vida Social? ¿Trabajo? ¿Poder? ¿Mal Carácter? ¿Rabia o Ira? ¿Escudo de insensibilidad? ¿Embellecimiento Personal? ¿Hobbies? ¿Ocultismo? ¿De qué otras formas has tratado de llenar tu vacío?

Sin embargo, tu vacío sigue allí. Tu sed no se ha calmado. Tu necesidad es aun mayor. Beber de “esas aguas” te ha dejado peor que antes. Por lo tanto, no busques más saciar tu sed, cualquiera que sea, en las cosas de este mundo. El único que puede saciarte es tu Amigo y Señor: Jesús. Haz la prueba, no cuesta nada y lo ganas todo.

¡Sólo Jesús puede calmar tu sed, llenar tu vacío, saciar tu necesidad! Búscalo. Habla con Él. Cuéntale tu necesidad. Pídele que te de Su agua de vida.

Juan 4:614
Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía. Los discípulos habían ido al pueblo a comprar algo de comer. En eso, una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, y Jesús le dijo: Dame un poco de agua. Pero como los judíos no tienen trato con los samaritanos, la mujer le respondió: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides agua a mí, que soy samaritana? Jesús le contestó: Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo: ¿de dónde vas a darme agua viva? Nuestro antepasado Jacob nos dejó este pozo, del que él mismo bebía y del que bebían también sus hijos y sus animales. ¿Acaso eres tú más que él? Jesús le contestó: Todos los que beben de esta agua, volverán a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.

Juan 6:35
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Juan 7:3738
El último día de la fiesta era el más importante. Aquél día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte: Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.



(29 de septiembre) SALIÓ MAL

A veces las cosas salen mal y punto. No hay nada que hacer. Esa fue la voluntad de Dios. Así pasó. ¿Cómo cambiar circunstancias adversas? ¿Cómo evitarlas? ¿Cómo se cambia el destino? Simplemente: Salió mal. ¿Cierto? Si, cierto. A veces la vida es así. A veces Dios obra así. ¿Pero es siempre así? o ¿Se ha vuelto esa manera de pensar una manera de evadir nuestra responsabilidad? A veces el problema es que nuestra manera de obrar no ha sido la correcta y finalmente pagamos el precio de nuestras decisiones. Entonces, evadimos nuestra responsabilidad en el asunto y le echamos la culpa a Dios, al destino, a nuestra mala suerte o cualquier otra excusa que nos sirva para “escurrir el bulto”.

El calificativo que merecen hoy en día muchas conciencias es el de “insensibles”. Si, conciencias insensibles. Porque, “me salió mal” es el comentario de muchas personas que han cometido errores y al momento de pagar el precio no quieren reconocer su error. No hay arrepentimiento. Sabemos que cualquiera puede equivocarse. Que nadie es perfecto y que errar es humano. Eso nos ayuda a vivir sin culpa, porque la culpa no es buena. El remordimiento no sirve para nada. Pero si no reconocemos nuestros errores, nunca aprenderemos de ellos. Si no nos arrepentimos nunca cambiaremos. Remordimiento y arrepentimiento son dos cosas muy distintas. La culpa no es buena y es inútil, no sirve para nada. Sin embargo, el reconocer nuestros errores y querer cambiar si es muy útil y necesario. Debemos arrepentirnos cuando nos equivocamos.
Sin embargo, la gente no quiere cambiar su manera de obrar, porque sus conciencias se han vuelto insensibles. Veamos algunos ejemplos:
1. No cuidamos nuestra salud y cuando nos enfermamos, nos lamentamos de nuestra mala suerte y le lloramos a Dios porque nos ha caído esta enfermedad que “no nos merecemos”.
2. Somos pésimos planificadores financieros y cuando las cosas “salen mal” es porque la vida es injusta con nosotros y Dios tiene la “obligación” de sacarnos de ese problema, porque somos sus hijos.
3. No somos cuidadosos escogiendo nuestra pareja, manejamos mal la relación por la falta de amor y respeto, no buscamos ayuda y somos infieles. Sin embargo, cuando la relación termina, nosotros somos las “victimas”.

Podríamos hacer una lista muy larga de ejemplos, que además de los anteriores incluya nuestras relaciones con los hijos, con la familia, con los vecinos, con el jefe y el trabajo, las relaciones entre los países, la pobreza, la guerra y todos los males del mundo. Inclusive nuestra relación con Dios. Y es cierto que Dios es un Dios maravilloso, bueno y misericordioso que siempre quiere ayudarnos. Y El nos ayuda, nos saca del problema, pero como no nos hemos arrepentido, no hemos aprendido nada del error y volvemos a equivocarnos. ¿Qué es Dios un bombero que tiene la obligación de apagar todos los incendios que causamos con nuestros descuidos?

Imagínese que su hijo se corta jugando con una navaja y usted lo cura, le pone un vendaje y le enseña que con las navajas no se juega. Acto seguido su hijo vuelve a jugar con la navaja y se vuelve a cortar. ¿Qué hace usted? Obviamente lo cura nuevamente y le pone otro vendaje, pero ahora viene la disciplina: le quita la navaja. “le quita el juguetito” y le hace pagar un precio porque no acepto la enseñanza y no cambió su manera de actuar. Equivocarse es gratis. La falta de arrepentimiento se paga.
Esta falta de arrepentimiento, esta conciencia insensible puede tener su origen en una formación deficiente en el hogar, en la escuela, o en la “deformación” que causa la cultura actual y los medios de comunicación. Pero la verdadera y decisiva razón es la falta de relación de los seres humanos con Dios. Cuando para los seres humanos Dios no significa nada, cuando no lo toman en cuenta y nadie se siente responsable ante él, entonces cada uno puede hacer lo que mejor le parece. Este es el problema actual.
Pero nuestro Padre celestial además de bueno y misericordioso, es santo y justo. No puede dejar pasar la falta de arrepentimiento sin la disciplina. Es necesario que la corrija por nuestro bien. El siempre está presente y no se le escapa nada. Temer a Dios significa, aceptar que debemos rendirle cuentas y que no podemos hacer lo que nos parece mejor en nuestro entendimiento. Necesitamos aprender a someternos a Dios.

Mateo 21:2832
Jesús les preguntó: ¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo. El hijo le contestó: ¡No quiero ir! Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Este contestó: Sí, señor, yo iré. Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? El primero, contestaron ellos. Y Jesús les dijo: Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos. Porque Juan el Bautista vino a enseñarles el camino de la justicia, y ustedes no le creyeron; en cambio, esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le creyeron. Pero ustedes, aunque vieron todo esto, no cambiaron de actitud para creerle.

Lucas 13:69
Jesús les contó esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, y fue a ver si daba higos, pero no encontró ninguno. Así que le dijo al hombre que cuidaba el viñedo: Mira, por tres años seguidos he venido a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala, pues; ¿para qué ha de ocupar terreno inútilmente? Pero el que cuidaba el terreno le contestó: Señor, déjala todavía este año; voy a aflojarle la tierra y a echarle abono. Con eso tal vez dará fruto; y si no, ya la cortarás.

Lucas 15:1132
Jesús contó esto también: Un hombre tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me toca. Entonces el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se fue lejos, a otro país, donde todo lo derrochó llevando una vida desenfrenada. Pero cuando ya se lo había gastado todo, hubo una gran escasez de comida en aquel país, y él comenzó a pasar hambre. Fue a pedir trabajo a un hombre del lugar, que lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y tenía ganas de llenarse con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a pensar: ¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores. Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y besos. El hijo le dijo: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo. Pero el padre ordenó a sus criados: Saquen pronto la mejor ropa y vístanlo; pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Vamos a celebrar esto con un banquete! Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado. Comenzaron la fiesta. Entre tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando regresó y llegó cerca de la casa, oyó la música y el baile. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. El criado le dijo: Es que su hermano ha vuelto; y su padre ha mandado matar el becerro más gordo, porque lo recobró sano y salvo. Pero tanto se enojó el hermano mayor, que no quería entrar, así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciera. Le dijo a su padre: Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un cabrito para tener una comida con mis amigos. En cambio, ahora llega este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, y matas para él el becerro más gordo. El padre le contestó: Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero había que celebrar esto con un banquete y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.



(30 de septiembre) ¿VAS A PEDIR?

Hoy cuando hablemos con nuestro Padre celestial, vamos a pedirle las cosas que son realmente importantes y que nos darán la vida maravillosa que Él quiere darnos:

Pidamos a nuestro Padre:
1. Tener la fortaleza suficiente para que nada pueda turbarnos en este día.
2. Ser una bendición para cada persona que encontremos.
3. Mirar siempre los problemas y circunstancias positivamente y como una oportunidad.
4. Pensar, hablar y actuar de acuerdo con Su palabra.
5. Dejar la envidia, el juicio y la crítica.
6. Eliminar de nosotros la aflicción, el enojo y el miedo.
7. Vivir hoy, no ayer, ni mañana, sino hoy.
8. Estar llenos de amor, alegría, paz, paciencia, bondad, amabilidad, fe, humildad y dominio propio.
9. Hacer todo hoy lo mejor posible y con nuestras mejores capacidades.
10. Modelar la felicidad y esperanza.

Te lo pedimos Padre en el nombre de Jesús.

Nuestro buen Padre celestial responderá a nuestra oración y nuestra vida será distinta. Sin embargo, recuerda que Dios provee a cada pájaro de alimento, pero no se los pone en el nido.

Lucas 11:913
Así que yo les digo: Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso alguno de ustedes, que sea padre, sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado, o de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

Juan 15:16
Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

Santiago 4:3
Y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres.

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