¿Existen Las Personas Invisibles? Si existen, porque nosotros las creamos cuando las ignoramos.
Hacemos personas invisibles cuando nos hablan y no les contestamos, les hablamos sin mirarlos y actuamos a su alrededor sin notarlos.
Ignoramos personas cuando no nos importan sus sentimientos, decidimos sobre ellos sin consultarlos y hacemos planes sin incluirlos.
La conexión se rompe cuando hacemos sentir a la gente que nuestros asuntos nos importan más que ellos y no les permitimos reclamarnos.
Usualmente ignoramos familiares o personas que por su posición no tienen nada que aportar en nuestra carrera por dinero, poder y fama.
No haces a alguien invisible en un instante, sino a través del tiempo, por la manera en que manejamos nuestra relación con ellos.
Ignorar y hacer invisible a la gente es arrinconarlas, separarlas y disminuirlas hasta que desaparecen, no físicamente, sino emocionalmente.
Podemos hacer invisibles a nuestros hijos, padres, abuelos, familiares, vecinos, empleados y a veces lamentablemente, hasta nuestro cónyuge.
Nuestro prójimo merece nuestro amor. No los ignoremos o rechacemos. No olvidemos que Jesús nos mandó a amar a nuestro prójimo.
Jesús nos mandó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo y a tratar a nuestro prójimo como queremos que nos traten a nosotros.
Si tu no quieres ser invisible para otros, no hagas a nadie invisible para ti.
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