Una
Mala Realidad. Los Reality Shows se han convertido en un éxito de
audiencia dentro en la TV. Estos programas tratan de recrear
situaciones reales en las que los participantes, que no son artistas
profesionales, deben tomar sus propias decisiones, sobre cómo
reaccionar ante cada situación. Muchas veces el programa se trata de
una competencia entre los participantes y al competir se evidencia la
verdadera naturaleza del carácter de cada uno de ellos. El éxito de
estos programas está en que al público le gusta ver la dinámica y
la tensión entre los participantes y ver como el talento de unos
logra la victoria sobre otros. El programa gusta a las masas porque
usar el talento para
derrotar a
otros es parte del paradigma humano. Sin embargo, la pregunta es:
¿Recibimos talentos de Dios para derrotar a otros o para ayudar a
otros? Quizá suene un tanto ingenuo, pero es bíblico. Jesús nos
enseñó: Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti
(Mateo 7:12). Cuando tu estás en problemas, tu quieres que te
ayuden, no que te derroten. Pues entonces, tú deberías hacerlo
mismo. Si;
suena
ingenuo, pero el mundo sería diferente, si siguiéramos los
principios bíblicos y usáramos nuestros talentos para ayudar a
otros en lugar de derrotar a otros.
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