Mira hacia el cielo y siente a Dios. Cuando estamos tristes, deprimidos, estresados o angustiados, tenemos la tendencia a bajar la cabeza y mirar hacia abajo o cerrar los ojos, pero cuando queremos obtener paz, motivación y fuerzas, miramos hacia arriba, buscando el cielo. Nadie sabe porqué pasa esto, pero todos lo hacemos. Es como si nuestro espíritu se conectara con el cielo que está sobre nosotros. Por eso, todas las culturas, en toda la historia del mundo han mirado al cielo buscando a Dios, sin saber la razón. El Salmo 19 dice: Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Y en el primer capítulo del libro de Hechos dice: Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo y se esforzaban por verlo ascender al cielo. Haz esta prueba: Siéntate o acuéstate al aire libre y mira al cielo. Relájate y conéctate con Dios. Búscalo, háblale, siéntelo y conéctate con Él y tu Padre que está en el cielo, te hablará en tu corazón, en tu mente. Pon tus ojos, tu mente y tu esperanza en Dios y no en este mundo. Entonces este mundo tendrá sentido para ti.
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