Manos a la obra. Jesús fue Coronado Rey y subió al cielo, pero antes de subir, nos dejó una tarea. Cuando lo volvamos a ver, Él nos preguntará que hicimos con respecto a la tarea que nos mandó a hacer. Muchos lo rechazaron como Rey y por esa razón, no hiciéron lo que Él mandó. Otros lo aceptaron como Rey, pero tampoco hiciéron la tarea que Él mandó. Otros, además de aceptarlo como Rey, cumplieron con la tarea encomendada, haciendo lo que Jesús mando antes de subir al cielo. En la parábola de los diez siervos, que leemos en Lucas 19, Jesús dice que a los que hacen bien lo que se les encomienda, se les dará aún más; pero a los que no hacen nada, se les quitará aun lo poco que tienen y a los que lo rechazaron como su Rey, no les va a ir muy bien. Aqui no estamos hablando de salvación, ni de castigo, porque todos dependemos de la gracia y la misericordia de Dios. Sin embargo, si queremos ser responsables y hacer nuestra parte, en obediencia a nuestro Rey, cumplamos con la Misión que Él nos encomendó en Mateo 28:19-20.
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