Parece fácil, pero no te descuides. Recuerdo una materia en la secundaria que todos considerábamos demasiado fácil y que nos causaba risa por lo obvia que era. Por supuesto, no le dimos la importancia que debía y cuando el año ya estaba avanzado, nos encontramos tan atrasados, que la mayoría de nosotros tuvo serios problemas para aprobar la materia. Esto nos pasa en la vida. No le damos importancia a las situaciones y relaciones personales que nos parecen fáciles de manejar y que no requieren de mucha atención de nuestra parte. Sin embargo, con el paso del tiempo, esa situación o relación personal se ha vuelto un problema serio, solamente por nuestro descuido y falta de atención. Debes cuidar de los pequeños granitos que se van juntando, antes de que se conviertan en una montaña. Confiar tus problemas a Dios, no significa que te descuides y actúes irresponsablemente, porque Dios está allí para ayudarte. Cuando el diablo tentó a Jesús diciéndole que se tirara de la parte más alta del Templo, porque Dios lo protegería, Jesús le respondió: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.
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