¿Te pasa esto a ti?: El logro de tus metas profesionales y financieras, consume todo tu tiempo disponible y no te queda tiempo para amar. ¿Cierto? Por eso, aunque estás creciendo en tu área profesional y financiera, tu vida languidece y a pesar de tu éxito, sientes un gran vacío en tu interior. ¡Recapacita! Jesús te enseñó que debías amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente y amar a tu prójimo como a ti mismo. Dios sólo te mandó a amar. El problema es que tu lucha por llegar a tus metas personales, no te deja tiempo para amar. Por eso avanzas en la vida, pero colapsas en tu interior. Tu persona crece pero tu espíritu se debilita. Cambia tus prioridades. Cumple primero con las especificaciones de tu Creador y entonces tus metas personales tendrán sentido y estarán alineadas con el Gran Propósito de Dios. Dios te ama y te creó para que tú lo amaras a Él y a tu prójimo. Amar a todo el mundo, hasta a tus enemigos, es muy difícil. Sin embargo, comienza a relacionarte con Dios y Él te enseñará a amar. Tu vacio interior desaparecerá y tendrás una vida abundante. #sigueajesus
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