martes, 9 de julio de 2013

Sin Etiqueta

Carlos era conocido como uno de los chicos malos de la ciudad y por su fama tenía más enemigos que amigos. Años más tarde, Carlos se arrepintió de sus acciones, decidió cambiar su vida y se regeneró por completo. Sin embargo, la mayoría de la gente no creía en ese cambio, porque lo seguían viendo con la "etiqueta" del chico malo y no podían verlo de otra manera. Lo definían por su etiqueta y no podían aceptar el cambio. En el mundo es muy común que se etiquete a las personas, pero la única etiqueta que tu Padre celestial ve en ti, es la de "hijo o hija". Para Dios, tu eres su hijo o hija y no la definición de una etiqueta. El problema es que no solamente otras personas te etiquetan, sino que muchas veces, nosotros mismos nos etiquetamos y aceptamos nuestra propia etiqueta. Si tu Padre celestial no te etiqueta, no lo hagas tu, ni permitas que otros lo hagan. Tu valor personal está definido por ser hija o hijo de Dios y no hay definición humana ni etiqueta que pueda redefinir, ni cambiar tu valor. Tu identidad y valor, está en tu relación personal con tu Padre celestial.

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