lunes, 15 de julio de 2013

Habla Con Tu Padre

Cuando éramos niños y adolescentes, aprendimos a leer el rostro de nuestros padres y entender lo que nos querían decir, con tan sólo ver su mirada o el gesto de sus rostros, sin necesidad de escuchar una palabra. Nuestra convivencia diaria con nuestros padres, compartiendo con ellos tantos momentos en muy diversas circunstancias, tanto buenas como malas, nos capacitó para poder comprenderlos, aun sin palabras. De igual manera, los que comparten tiempo con Dios diariamente, a través de circunstancias muy diversas, tanto buenas como malas, aprenden a comprender lo que Dios les quiere decir, sin necesidad de escuchar palabras. Sólo en la intimidad cotidiana con tu Padre celestial, lograrás comprender "Sus Mensajes" sin palabras, por medio de sus miradas y gestos, que podrás ver en las circunstancias que Él permita en tu vida. Es por eso que Jesús nos invitó a hablar con nuestro Padre celestial, con frecuencia y en privado. Comienza hoy y no dejes de hacerlo.

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