¿Y ahora cual es tu excusa?: En una fiesta de cumpleaños, mi amiga Marta tocó la guitarra con gran destreza y habilidad, haciéndonos pasar un rato muy agradable. Yo siempre soñé con poder tocar la guitarra y de hecho me compré una y hasta me compré un curso para aprender a tocarla. Muchas veces he comenzado a practicar con el curso que me compré, pero siempre se presentan circunstancias que me impiden continuar. La sorprendente lección de esta historia, es que Martha nació sin las dos manos, pero ella no permitió que esa circunstancia fuera un obstáculo y con mucha perseverancia aprendió a tocar la guitarra con los pies. En mi caso, cualquier pequeña circunstancia era una buena excusa para no continuar. La actitud y perseverancia hacen la diferencia. Es igual que las personas que quieren conocer a Dios y tener una relación personal con Él, pero no perseveran y cualquier circunstancia sirve de excusa para no seguir el camino y apartarse de su Padre celestial. Por eso Jesús dijo: Al mantenerse firmes, ganarán su alma.
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