¿Vas a entregarlo?: En un viaje que hicimos de vacaciones, unos amigos nos pidieron el favor de llevar algunas cosas para unos familiares que vivían en la ciudad a donde viajábamos. Al principio nos pareció complicado el encargo y pensamos no hacerlo. Pero, por ser nuestros amigos y por el cariño que les teníamos, cambiamos nuestro pensamiento y les hicimos el favor. Ellos quedaron bien con su familia y nosotros quedamos bien con nuestros amigos. Hay otra clase de encargos que hacemos, no porque nos agrade o por comodidad, sino porque nos lo pide nuestro amado Dios y es nuestra decisión obedecerlo, aunque no tengamos ninguna relacion con las personas a quien vamos a servir en Su Nombre. Lo hacemos porque tenemos una relacion personal con El Señor y lo obedecemos por amor. Este es el principio del amor al prójimo y del servicio cristiano. Nunca seremos suficientemente buenos como para hacerlo por iniciativa propia, lo hacemos por amor y obediencia a Nuestro Padre celestial.
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