Felipe estaba trabajando en su taller de carpintería y moviendo un listón de madera se enterró una astilla en la mano, de inmediato la sacó y se puso una curita, porque era lo que siempre hacía. Sin embargo, días más tarde empezó a dolerle la mano, fue al medico y de inmediato fue intervenido quirúrgicamente por la infección que le había causado esa pequeña astilla. Felipe nunca imagino, que algo que empezó tan sencillo, se complicara tanto. Así como Felipe tuvo una seria complicación por confiar en una simple curita para un problema serio, igualmente tu debes evitar usar curitas para tratar las astillas de la vida. Busca la ayuda de Dios, cuando tengas problemas y deja que Él te guíe, para solucionarlo. Para Dios los problemas no son pequeños ni grandes, son problemas deben ser solucionados con sabiduría Divina y no con curitas de Humanas.
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