Cuando obedeces a Dios, recibes bendiciones en tu vida de acuerdo a las promesas de Dios. Él ha prometido que si obedeces sus mandatos, podrás recibir todos los beneficios de ser su hijo y serás feliz, Dios te hablará y estará presente en todos los momentos de tu vida, conocerás el verdadero significado del amor y tendrás vida eterna.
Cuando eres obediente a Dios, puedes estar en la peor de las tormentas y El Señor intervendrá a tu favor de forma oportuna y poderosa, de acuerdo a Su voluntad y plan perfecto. Qué más puedes aspirar en la vida que ser el feliz hijo de Dios, saber que Dios te ama y que no vas a morir jamás y tener dentro de ti el Santo Espíritu de Dios ¿Podría alguien querer más que esto? Y toda esa bendición, viene de tu obediencia a lo que El Señor mandó.
No importa lo que esté en tu contra, tendrás a tu disposición los medios para detener todo mal. El propio Dios te hará justicia y te proveerá de todo lo que necesitas en cada momento. El respaldo del Señor es lo más poderoso que hay en el universo y para tenerlo sólo necesitas guardar en tu corazón sus enseñanzas y seguirlas fielmente.
Un hijo obediente tiene lo mejor de su padre. Obedece a tu Padre celestial y tendrás lo mejor del Rey Todopoderoso del Universo ¿Lo quieres?
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