Tu tienes la capacidad de encender una luz con tus palabras, reducir la tensión con tu amabilidad, romper la soledad con tu presencia, alegrar con tu actitud, sembrar la paz con tu consejo, tocar almas con tu bondad, aligerar las cargas con tu paciencia, crear nexos con tu lealtad, enseñar con tu humildad, brindar esperanzas con tu visión, derrotar el odio con amor y crear metas con tus sueños.
Aunque te cueste trabajo creerlo, tu eres así. Lo que tienes que hacer es tener el Espíritu Santo de Dios en tu corazón para poder cosechar Su Fruto en tu vida y ser la luz que estás destinado a ser.
Si no sabes como tener el Espíritu Santo de Dios en tu corazón, te informo que es muy fácil. Sólo pídele a tu Padre celestial, en el nombre de Jesús, que quieres Su Espíritu en tu corazón y Él hará el resto. Te invito a hacerlo y ver el cambio que habrá en tu vida.
Si quieres vivir una vida fructífera, cumpliendo el propósito de Dios, pídele al Señor que entre en tu corazón y te llene con Su Espíritu.
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