Mira una puesta de sol. Acaricia una suave brisa. Disfruta del amanecer. Mira el cielo azul. Nada en un arroyo o en el mar. Escucha el canto de las aves. Percibe los aromas de la naturaleza. Cuenta las estrellas en la noche. Medita en la inmensidad del universo. Saborea los maravillosos sabores de los alimentos.
Ahora mírate en un espejo. Observa la perfección de tus manos. Medita en tu capacidad para crear e innovar. Piensa en tu habilidad para resolver problemas. Analiza tu capacidad para amar y relacionarte con otras personas.
Ahí está Dios, El Señor, tu Padre que está en el cielo. Presente en todo lo que te rodea y en lo que eres. El te ama y te quiere acompañar y guiar, para que logres tu propósito de vida. Él Quiere vivir en ti y sólo tienes que buscarlo y obedecerlo.
Búscalo en el silencio de tu intimidad, sin nada ni nadie que te distraiga. Habla con tu Padre y espera en silencio su respuesta. Él te conducirá a una vida abundante, ordenada y disciplinada. Comprenderás que Él es la razón de tu vida, el único en quién puedes confiar, tu fundamento y roca sólida, tu protector y defensor.
¿Dónde está Dios? Dios está siempre presente en el silencio de tu intimidad con Él y en el amor que sale de tu corazón. Ahí está. Búscalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario