Los gobiernos del mundo están en serios problemas; el mundo parece derrumbarse y hay que revisarsi los gobernantes son leales con sus electores, si son dignos de confianza, si son íntegros en el manejo del dinero o si buscan riquezas deshonestas, si tratan con justicia al pobre, al desvalido, al débil y si abusan de la autoridad. Esos factores podrían responder la pregunta.
Si formas eres parte de algún gobierno, debes revisar si actúas con integridad y si quieres hacer tu voluntad o la voluntad los que te eligieron. Si participas en la selección de gobernantes, debes revisar si seleccionas tus candidatos por principios o por emoción y si apoyas a un gobernante sólo por razones de interés personal.
Para finalizar, no mezclemos a Dios en cuestiones de política. Los hijos de Dios, debemos seguir a Dios y no a los hombres. Los gobernantes son necesarios porque alguien tiene que asumir la responsabilidad, el problema es que el poder humano nos envuelve y nos olvidamos de Dios. Si un hijo de Dios es gobernante, debe rendirle cuentas a su Padre celestial antes que a ningún ser humano, pero no mezclar a Dios en los asuntos terrenales. Una cosa es obedecer a Dios y otra meterlo en el medio de las discusiones y discursos.
Jesús nunca habló de política. Sigamos Su ejemplo: Anunciemos el Reino de Dios, pero no contaminemos Su Mensaje con política.
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