Un buen proceso de capacitación debe incluir: Arrancar de ti todos aquellos obstáculos que te impiden avanzar, conducirte hacia situaciones difíciles para que aprendas a resolver problemas, fortalecer tu fe para que no veas nada como imposible, desarrollar el amor y el perdón, permitir circunstancias que alimenten tu paciencia y hacerte lograr objetivos en el tiempo presente y en el lugar donde estás, que te conduzcan a tus objetivos a largo plazo.
Muchas de las situaciones que tu llamas problemas o adversidad, son parte de tu plan de capacitación y están incluidas en los procesos que mencionamos antes. Así que no te desanimes cuando ves que las cosas no te salen como esperas, más bien tómalo todo como parte del proceso de capacitación que Dios te esta impartiendo.
Dios sabe cómo y por qué, permite ciertas cosas, que para ti ahora son en un enorme signo de interrogación, pero que serán para tu desarrollo, crecimiento y fortalecimiento, si las enfrentas con una actitud positiva y optimista.
Con el proceso que estás viviendo, Dios quiere hacer de ti un ser exitoso y productivo. ¡Vamos! ¡Adelante! ¡No te rindas! ¡Si vale la pena!
No hay comentarios:
Publicar un comentario