Sin embargo, Dios te creó un ser libre y te ha dado el atributo soberano de poder escoger entre obedecer o no obedecer. Puedes obedecer la voz guiadora de Dios, o no obedecerla. ¿Qué eliges tú? ¿A quién estás siguiendo? Puedes seguir tus impulsos humanos determinados por tu propia genética. Puedes seguir lo que te indica tu propia inteligencia, determinado por tu crianza, educación, cultura y las circunstancias que te rodean. Finalmente, puedes seguir lo que te dice algún líder que guía las masas en cierta dirección.
Independientemente de a quién sigas o qué sigas, Dios se encarga siempre de hacerte conocer lo correcto de acuerdo a Sus Principios. Pero, la decisión es tuya.
Dios te dio libertad de seguir el camino que quieras. Puedes seguir tus impulsos, tu inteligencia o algún líder. Te aconsejo seguir a Jesús.
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