Como ser humano puedes enojarte. Sin embargo, como ser humano, tambien debes tomar un poco mas de tiempo para analizar las situaciones que enfrentas, antes de actuar.
Es importante que prestes mucha atención a lo que te dicen, analizando por qué te lo dicen, las intenciones de quien te habla y tratando de evaluar su carga emocional. Luego, antes de responder, piensa en lo que vas a decir, por qué lo vas a decir, con qué intención lo quieres decir y cuál es la emoción que te controla en ese momento.
Todo esto te va a hacer lento para escuchar y responder, pero eso no es malo, porque también te va a hacer lento para enojarte. Ser impulsivo en esta área, causa problemas muy grandes entre las personas y es por eso que se dañan las relaciones con amigos, familia, los hijos y la pareja. No caigas es este error.
Enojarse es muy fácil, pero nunca debe ser tu primera opción, porque el enojo sin control se convierte en ira, que es totalmente destructiva para ti y los que te rodean. La ira no debe existir entre los que dicen ser hijos de Dios. Por lo tanto, controla tu enojo para evitar la ira.
Algunas veces enojarse es inevitable, pero la ira nunca debe ser tu reacción. No importa quien tenga la razón, la ira no es una opción.
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