Cualquiera de nosotros puede identificarse con la frase "cansado del camino" porque nos recuerda largos viajes, escalas, demoras, buscar donde comer, conexiones, buscar donde dormir, cargar equipaje pesado, poco descanso, llenar formularios, cuidar documentos, confirmar reservaciones y finalmente llegar a nuestro destino "cansados del camino".
Esa experiencia puede parecerse al viaje que hacemos a través de la vida, porque todas las circunstancias, preocupaciones, problemas y cargas, que experimentamos y soportamos, pueden robarnos nuestra fe, esperanza y alegría, a tal punto que podemos llegar a sentirnos "cansados del camino".
Sin embargo, en los viajes tradicionales, la expectativa de llegar a nuestro destino nos mantiene firmes y fortalecidos. ¿Qué pasa con nuestra vida? ¿Sabemos a dónde vamos? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cuál es nuestro destino final? Ese conocimiento también nos mantendrá firmes y fortalecidos en la ruta de la vida y nada podrá quitarnos nuestra fe, esperanza y alegría.
Al viajar por esta vida permite que Jesús te ayude a llevar tus pesadas cargas. No insistas en hacerlo tu solo, no seas terco y orgulloso. Todos necesitamos ayuda y sólo Jesús puede darte descanso para tu alma y así fortalecerte para el camino que tienes por delante. Su amor está siempre listo para hacerte descansar.
¿La vida te ha causado cansancio y agotamiento? No enfrentes la vida sin ayuda. Busca a Jesús, Él te ayudará y te dará descanso.
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