Muchas veces te has preguntado ¿Por qué Dios me ha mandado esto? Y esta pregunta puede tener muchas facetas, como por ejemplo: puedes estar hablando de tu apariencia, salud, finanzas, familia, capacidad, inteligencia, vida sentimental, trabajo, profesión, fama, o poder.
Puedes creer que te falta algo o que has perdido algo que ya tenías, en cualquiera de las áreas antes mencionadas, sobre todo porque siempre te estás comparando con lo que tienen otros y siempre te parece que deberías ser diferente, tener más o ser mejor y le pides a Dios que te mejore o te cambie.
Sin embargo ¿Cuántas veces le das gracias a Dios por lo que tienes y le pides a Él que te guíe, en como usar lo que te dio de acuerdo con sus planes?
Nada sucede por casualidad, todo lo que tienes y eres, es parte del plan de Dios para tu vida y todo lo que sucede y cambia lo que tienes o eres, también es parte de ese plan maestro Divino. Puedes lamentarte y resistirte o puedes actuar proactivamente y sacar el mejor provecho de lo que tienes y eres, actuando positivamente y con absoluta confianza en Dios, en cada situación. Esa es tu elección.
Dios no mira lo que tienes, sino lo que haces con lo que Él te dio. Agradécelo. Usa lo que tienes obedeciéndolo y Él te bendecirá.
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