La creencia general dice que las autoridades no sirven, los sistemas no funcionan y el mundo está de cabeza. Pero, es muy posible que el problema no está en las autoridades, los sistemas y el mundo, sino que el problema seamos todos nosotros.
Nos hemos apartado de los principios y valores que deberían regirnos, porque son los principios y valores de la creación. No podemos seguir pensando que el fin justifica los medios, que no importa hacer a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, que la forma manda sobre el fondo, que cualquier alianza que nos lleve a obtener nuestras metas es justificable y que el éxito debe ser logrado a cualquier costo.
Si pensamos así, entonces las autoridades y sistemas que tenemos en el mundo, son el resultado de nuestra propia manera de pensar. Si cambiaramos las autoridades y los sistemas, lo más probable es que nada cambiaría, porque nosotros seríamos los mismos.
No esperes que los demás cambien, si tu no tienes el deseo de cambiar, busca en Dios los principios y valores eternos e inmutables de la creación y cambia tu manera de pensar, para ajustarte a los parámetros Divinos.
Si quieres que haya un cambio, comienza contigo mismo. Si tu cambias, todo cambia, porque lo que siembres, cosecharás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario